La Niña se debilita: ¿llega un Niño con un calor sin precedentes?
En mitad de un invierno que comenzó a mostrar su cara más cruda hace apenas dos semanas, con nieve a cotas bajas, precipitaciones abundantes, olas gigantes, vientos gélidos y temperaturas bajo cero en buena parte de España, comienza a despertar la curiosidad sobre las características del próximo verano. Tras un enero que no ha alcanzado los rigores del 2021, cuando Filomena azotó la Península, ¿seguirá el estío esta tendencia de temperaturas más altas o, por el contrario, huirá de situaciones extremas?
Por el momento, el fenómeno climático La Niña (caracterizado por temperaturas más bajas de lo habitual) ha comenzado a dar señales de debilitamiento tras tres años casi initerrumpidos, y la probabilidad de volver a condiciones neutrales en el trimestre febrero-marzo-abril ascienden al 80%, de acuerdo con el Instituto Internacional de Investigación del Clima y la Sociedad (IRI).
En base a estas observaciones -como la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial central y oriental, que se mantiene por debajo de la media-, no parece que El Niño (un evento cálido) vaya a regresar en el corto plazo. Por el momento, existe una probabilidad del 44% de que reaparezca entre mayo y julio, pero se convierte en la alternativa preferente a partir de entonces (53-57%).
Sin embargo, puede ser pronto todavía para saber con certeza qué ocurrirá, ya que faltan todavía varios meses y, entre ellos, se encuentra la primavera del hemisferio norte, una etapa del año en la que los modelos numéricos son menos fiables para simular la evolución de estos fenómenos.
¿Qué son El Niño y La Niña?
El Niño Oscilación Sur (ENOS) -compuesto por una fase cálida El Niño una fría, La Niña- es uno de los fenómenos climáticos más importantes y largamente estudiados en el planeta. Puede provocar grandes cambios en las presiones sobre los océanos, las temperaturas a nivel del mar, las precipitaciones y el viento, no solo en los trópicos, sino en otras muchas regiones del mundo, según explica IRI en su página web.
El Niño se produce cuando las temperaturas a nivel del mar en el Pacífico ecuatorial central y oriental son sustancialmente más cálidas que las habituales, mientras que La Niña ocurre cuando las aguas allí son significativamente más frescas que de costumbre. Este último fenómeno sueñes seguir al primero, aunque no siempre se produce esa concatenación. De hecho, entre ambos pueden transcurrir años de condiciones neutrales.
En términos históricos, El Niño and La Niña tienden a desarrollarse entre abril y junio y a alcanzar su máxima fuerza entre octubre y febrero. Por lo general persisten durante nueve o doce meses, aunque ocasionalmente pueden durar hasta dos años, y se repiten cada dos o siete.
Consecuencias del retorno de El Niño
En el caso de que llegue El Niño, las temperaturas promedio globales sufrirían un incremento y podría llegar a superarse el umbral crítico de 1,5 grados centígrados de calentamiento respecto a los valores preindustriales, marcado por el Acuerdo de París, según apunta Meteored. Esto ocasionaría que este año fuera más caluroso que 2022, que fue "el quinto o sexto más cálido" de la historia, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En caso de que El Niño ocurriera finalmente hacia el final de año, dado que sus efectos tardan meses en sentirse, es más probable que el 2024 fuera mucho más caluroso.
Los científicos han demostrado que la presencia de inundaciones, sequías y otros desastres relacionados con el tiempo no es estadísticamente diferente entre los años con La Niña, El Niño y aquellos neutrales. Sin embargo, estas catástrofes sí se vuelven más previsibles cuando concurre el fenómeno ENOS, lo que permite a las autoridades actuar y prepararse ante estos eventos, según IRI.