¿El núcleo de la Tierra se está parando? ¿Cómo es que las palomas no nos han avisado?

Escena de la película 'El núcleo'.
Escena de la película 'El núcleo'.
Paramount Pictures
Escena de la película 'El núcleo'.
¿El núcleo de la Tierra se está parando? 'Garuna Effect' nos lo explica

El pasado 23 de enero se publicó un artículo con una información impactante: la rotación del núcleo de la Tierra se estaba desacelerando. Y aunque en un primer momento los medios se inundaron de titulares alarmantes, ya que desde 2020 nos hemos ido acostumbrando a convivir con indicios apocalípticos, a estas alturas ya sabemos que este hecho no va a acarrear ningún cataclismo.

Según los expertos estas variaciones en la rotación del núcleo interno terrestre podrían estar relacionadas con cambios ínfimos en la duración de los días o ciertas variaciones de nuestro campo magnético. Como hemos podido observar, nada grave dentro de lo que cabe; aquí seguimos y no ha habido ninguna hecatombe. Además, el propio estudio también muestra que estos cambios son, al parecer, periódicos, en ciclos de unos 70 años.

¿Qué es realmente lo que está ocurriendo?

En realidad afirmar que el núcleo se haya ralentizado tampoco es exacto, ya que el núcleo de la Tierra se compone de dos partes: núcleo interno, sólido, y núcleo externo, fundido, de hierro y níquel que fluye en torno al anterior.

En resumen, el núcleo interno (sólido) de la Tierra venía rotando un poco más rápido que la corteza terrestre, dividida en las famosas placas tectónicas que flotan sobre el manto viscoso. Sin embargo, con el tiempo, ambas velocidades se fueron ajustando (núcleo interno-corteza). Y, recientemente, es la corteza terrestre la que gira más rápido que el núcleo interno dando la sensación de que éste ha cambiado su sentido de giro. Que no es así; el núcleo sigue girando en el mismo sentido, pero la superficie va más rápido que él. Cuestión de perspectiva.

Escena de la película 'El núcleo'.
Escena de la película 'El núcleo'.
Paramount Pictures

Cuando el núcleo paró y hubo que excavar para reactivarlo

En general nos gusta mucho el drama y recrearnos en este tipo de escenarios. Existen multitud de referencias cinematográficas que nos acercan a lo que sería vivir una catástrofe geofísica de proporciones planetarias.

Uno de los mejores ejemplos lo tenemos con la película El Núcleo (Paramount Pictures, 2003), que en su momento no obtuvo muy buenas críticas por ser "disparatada" científicamente hablando, pero que actualmente está siendo muy comentada de nuevo por sus similitudes con las recientes noticias.

La trama principal se basa en que un grupo de científicos deben viajar hasta el núcleo de la tierra para detonar una serie de dispositivos nucleares. ¿Por qué? Porque el núcleo del planeta se ha detenido y esto provoca que en la superficie estén ocurriendo una serie de catástrofes medioambientales. Pero la guinda del pastel es que si esta situación no llega a revertirse, la Tierra se va a quedar sin campo magnético y el sol freirá su superficie en menos de un año.

¿Algo así podría ocurrir de verdad?

Para empezar, la mala noticia es que si algo realmente chungo le pasase a nuestro núcleo, no podríamos llegar hasta él como en la peli. La Tierra tiene un radio de 6.370 kilómetros. Vamos que para llegar cerca del centro hay que descender mucho, pero mucho, mucho.

 Lo máximo que ha podido ahondar el ser humano taladrando desde la superficie es 12 kilómetros y este agujero se sitúa en Rusia, en el túnel de Kola, para ser más precisos. Ese es el límite máximo alcanzado con maquinaria, ya que en realidad el punto más profundo al que se ha podido descender pertenece a la Fosa de las Marianas, y ese ya estaba ahí, sin que nadie haya taladrado nada. Con lo cual, taladrar hasta el núcleo de la Tierra, además cargando con explosivos nucleares para darle a todo vidilla, sería harto complicado.

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¡Qué bien viene un buen escudo!
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La magnetosfera, un escudo espacial

Mientras que en el film afirman que, debido a la detención del núcleo, en un año la humanidad se extinguiría, la realidad es más cruel, ya que sin la rotación del núcleo de la Tierra no tendríamos un campo magnético, y sin campo magnético estaríamos sin escudo ante una amenaza recurrente que llega constantemente desde nuestro Sol: un bombardeo de partículas cargadas que puede provocar graves daños, los vientos solares.

Entonces, ¿sí que vamos a perecer en terrible sufrimiento azotados por megatormentas y rayos solares? No, que va, todo sigue bien. Y es que la clave está en qué parte del núcleo es la responsable del campo magnético de la Tierra. Y no es otra que el núcleo externo fluido, no el núcleo interno al cual se refiere el reciente estudio chino.

Nuestro campo magnético se genera gracias a las corrientes eléctricas debidas a los movimientos de convección del hierro y níquel fundidos que se desplazan en el núcleo externo por las diferencias de temperatura.

Y nuestro planeta, por poseer campo magnético, se dice que tiene magnetosfera: una capa que nos protege de vientos solares que inciden en el globo de forma asidua. La ausencia del campo magnético terrestre sería como recibir un disparo sin chaleco antibalas. Así que si estas corrientes de hierro y níquel fundidos se detuvieran, sí que tendríamos un gran problema.

En la propia película El núcleo se muestran algunos de los posibles indicios de perder el campo magnético: los animales que migran y se orientan respecto del mismo, por ejemplo gran cantidad de pájaros, se quedarían sin guía y se estamparían contra todo lo que pillasen… Esto se debe a que pueden detectar el campo magnético generado por la Tierra y lo utilizan para determinar su posición y dirección. Así que si vemos palomas comportándose raro, empecemos a sospechar, ya lo decía Hitchcock. Aunque como alerta no está mal.

Venus y Marte, los planetas a pecho descubierto

Pero en realidad, para hacernos una idea de qué le pasaría a la Tierra en su conjunto, ya tenemos dos ejemplos claros de planetas que no tienen campo magnético y que, por ende, están sin magnetosfera.

Los vientos solares azotan a Venus y Marte con diferentes intensidades. Venus, al estar más cerca del sol, recibe una mayor intensidad que el planeta rojo. ¿Quiere decir que no tener este escudo es la causa de que Venus y Marte no sean habitables? Es una de las causas, sí, ya que el viento solar puede ser peligroso.

En nuestro planeta puede afectar a satélites dependiendo de la intensidad con la que incida (y eso que tenemos magnetosfera), pero en estos dos planetas todo impacta sin protección. Es más, hay una teoría que afirma que Marte no tiene atmósfera porque el viento solar la arrastró hace más de 4.000 millones de años y, por ello, ahora su atmósfera está perdiéndose poco a poco. La falta de una protección conlleva que la actividad solar incida en el planeta rojo provocando que, cada segundo que pasa, la atmósfera de Marte pierda una masa equivalente a una hamburguesa.

El núcleo sigue girando

Estos estudios, fuera de toda polémica, sirven para entender mejor nuestro planeta, cómo funciona y cómo evoluciona. Echan luz a un tema, tal como es el funcionamiento interno de la Tierra, que al ser humano se nos escapa por la falta de medidas directas.

Aunque los medios de los que se disponen para obtener todos estos datos de forma indirecta son una maravilla tecnológica que nos permiten rebatir películas como la de El núcleo, lógicamente, puestos a elegir, mejor ver las hipotéticas consecuencias de la detención del núcleo en la gran pantalla que vivirlas en nuestras carnes.

Así que mejor que el núcleo siga girando.

Científico y divulgador en GarunaEffect

Soy graduado en Física e Ingeniería Electrónica con un máster en Ciencia y tecnología espacial, además de ser uno de los fundadores y divulgadores científicos de Garuna Effect, asociación de divulgación científica con la que hemos sido galardonados con el XVI Premio Creadores 20minutos por nuestro trabajo divulgativo en redes. Enamorado de la viñeta desde mi infancia, dibujo tiras cómicas y otros cómics como pasatiempo. Compagino mi labor como divulgador siendo profesor, coordinador de eventos y comentarista de pro-wrestling. Aprovecho mis dotes comunicativas en mi faceta como cómico, con experiencia desde hace más de 10 años, siendo premiado con diversos premios en el panorama nacional.

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