A fondo

Los Cascos Blancos, los ángeles de la guarda de una Siria acostumbrada al desastre

Un casco blanco rescata a un joven de los restos del terremoto en Siria.
Un casco blanco rescata a un joven de los restos del terremoto en Siria.
EFE
Un casco blanco rescata a un joven de los restos del terremoto en Siria.

Siria es un país que ha normalizado el desastre. Convive con él. Está adaptado al horror desde el inicio de una guerra civil que ya se alarga durante más de una década y que ha dejado medio millón de muertos y 6,6 millones de refugiados, según las últimas cifras. Ahora solo se ha añadido un capítulo más: el terremoto que suma y suma víctimas mortales mientras el mundo se ha volcado -también con Turquía- en las labores de ayuda. Pero Siria cuenta con los llamados Cascos Blancos, como se conoce a la llamada Defensa Civil Siria; unos ángeles de la guarda que emergen como la gran mano tendida. Pero, ¿quiénes son?

Los Cascos Blancos, partamos de esa base, no son efectivos de rescate profesionales. La organización, con hombres y mujeres sirias, cuenta con unos 3.400 miembros, y son antiguos profesores, ingenieros, sastres y bomberos que se han encargado de sacar a gente de los bombardeos. Los ataques se suceden en Siria sin descanso y el grupo fue objeto en 2016 de un ataque por parte de las fuerzas de Al Asad en Alepo que dejó varios fallecidos. Y es que otra de sus vertientes, más allá de la de rescatistas, es la de 'combatientes' de la propaganda oficial.

En este sentido, se han hecho eco de crímenes de guerra, de ataques indiscriminados contra civiles y de maniobras ajenas al derecho internacional desde el inicio del conflicto. Su trabajo les ha puesto en el foco, e incluso se les ha llegado a relacionar directamente con Al Qaeda. Se han sucedido en torno a los Cascos Blancos una serie de bulos para vincularles con el yihadismo y tapar su labor humanitaria. "Utilizan máscaras humanitarias para poder implementar ciertas agendas", dijo sobre esto en 2016 el presidente Al Asad.

Los Cascos Blancos son un 'blanco' fácil a nivel propagandístico, valga la redundancia. No niegan que reciben ayuda de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, pero eso les ata, para Rusia y para el régimen de Al Asad, directamente a Washington. Moscú utiliza eso para dejarles como títeres de la Casa Blanca, y ha trabajado en esa línea en las redes sociales durante todos estos años. 

Este grupo de civiles se ha convertido en una suerte de donjuanes de la paz en medio del espanto. "Tenemos que tener fe de que este país es nuestro país. No deberíamos abandonarlo. ¿Si no lucho por mi país y por las personas oprimidas, quién lo hará?", explicó uno de los voluntarios a The Conversation. "Si todos nos vamos, no quedará nadie", añadió. La organización, con todo, se he hecho fuerte por los dos caminos: el de los rescates, la vertiente humanitaria, tan compleja en un país con una guerra cronificada; y el comunicativo, muchas veces más problemático frente a la maquinaria de Al Asad y de Moscú, que trabajan de la mano.

Tenemos que tener fe de que este país es nuestro país. No deberíamos abandonarlo. ¿Si no lucho por mi país y por las personas oprimidas, quién lo hará?

"Si miras los tuits sobre los Cascos Blancos, casi una de cada dos conversaciones los vinculan con el ISIS o los llama terroristas. Los pintan como los malos de la película", explicó en 2017 a The Guardian Sam Woolley, director de investigación en la Universidad de Oxford, en referencia a la campaña rusa contra la organización. "Son actores que sirven a una agenda, no rescatistas", tuiteó la embajada rusa en Reino Unido sobre ellos hace años, con una caricatura de un Casco Blanco portando un premio Oscar.

De momento, tanto desde Siria como desde Turquía se ha hecho un llamamiento a la ayuda internacional, que desde este lunes se ha movilizado en forma dea sus equipos de rescate, bomberos, ONG, ayuda humanitaria e incluso unidades militares de emergencia. En la madrugada de este martes han comenzado a llegar a Estambul muchos de estos grupos, lo que ha provocado acumulaciones en los aeropuertos para hacer hacia las zonas afectadas. La UE, Estados Unidos, Canadá o Nueva Zelanda se han volcado junto al resto de actores para que todo el apoyo posible llegue al terreno manera rápida. Una vez allí, ese respaldo global convivirá con los Cascos Blancos, que pese a la propaganda se han convertido en un ramalazo de luz entre tanta oscuridad.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento