El PSOE trata de calmar los ánimos tras el incendio por su reforma de la ley del 'solo sí es sí' y cree que la polémica "pasará"

(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una foto de archivo.
(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una foto de archivo.
Europa Press
(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una foto de archivo.
(I-D) La ministra de Igualdad, Irene Montero; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una foto de archivo.
EP - ATLAS

La guerra entre PSOE y Unidas Podemos, socios de Gobierno, por la reforma de la ley del 'solo sí es sí' sube de nivel cada día que pasa. La cuerda se tensa, algo que no favorece a ninguno de los dos, pues desde ambas partes niegan que la coalición vaya a romperse y no ayudaría que el ambiente se convirtiera en irrespirable. Así las cosas, los socialistas tratan ahora de calmar los ánimos y rebajar el tono. Empezando por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y terminando por la portavoz del Ejecutivo. Todo ello, a la vez que hay una sensación en Moncloa de que los 'morados' terminarán cediendo o que, al menos, la polémica "pasará", como "han pasado otras".

La formación afincada en Ferraz tiene claro el objetivo: la ley ha de reformarse. El goteo en forma de rebajas de penas a condenados por agresión sexual -ya superan las 400- es "inaceptable". Lo admitían antes en privado y lo hacen ahora en público. Por si quedaban dudas, el jefe del Ejecutivo insistió en esa idea ayer. "Hemos comprobado que ha habido efectos indeseados... Y me quedo corto", dijo en la reunión interparlamentaria del Grupo Socialista -que reúne a diputados y senadores- antes de comenzar el curso parlamentario.

Bajo este marco, el PSOE lanzó la semana pasada un órdago: presentaría su proposición, con o sin el acuerdo con Unidas Podemos. Finalmente, los socialistas lo cumplieron y el lunes presentaron su reforma. "Esto no va de relatos", dijo Andrea Fernández, la secretaria de Igualdad del partido. No obstante, ayer el presidente imprimió un poco de calma y apeló al espíritu negociador para llevar adelante la modificación, teniendo en cuenta que la imagen del PSOE reformando la ley estrella de Unidas Podemos solo con el apoyo del PP no sería buena. "Resolver el problema es lo que hay que hacer y lo que es de sentido común", añadió Sánchez, que también aseguró que utilizaría "el diálogo".

Apenas una hora después, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, también salió con un tono que invitaba al acuerdo. "Es el momento de diálogo", declaró. Aunque no con todos. La también ministra de Política Territorial aclaró, como ya lo hiciera la portavoz del PSOE Pilar Alegría el lunes, que son "escépticos" con "la postura" del PP, aunque aspiran a conseguir "el máximo de votos posible". "Entendiendo que en torno a aquellos grupos que apoyamos esta norma es donde ha de conformarse la solución", apuntó señalando a la llamada 'mayoría de la investidura'. Es decir, a grupos como ERC, PNV, EH Bildu o Más País.

Eso sí, fuentes del Ejecutivo apuntan también a que creen que la polémica "pasará", pese a los decibelios que está ganando por momentos. Apuntan que "no es la primera" en los tres años de vida que tiene la coalición y están seguros de que Unidas Podemos terminará cediendo. "Es una más", añade una ministra del Gobierno, que recuerda que ha habido otras guerras internas que no han acabado con la coalición.

Las palabras de Llop incendian a Unidas Podemos

Con todo, el intento de calmar las aguas llegó después de que la posición de ambos socios se atrincherara tras una entrevista de la ministra de Justicia, Pilar Llop, en la Cadena Ser. En la misma, la notaria mayor del Estado acusó a Unidas Podemos de intentar confundir a la opinión pública con sus argumentos sobre el consentimiento. "Hay una cosa que me preocupa. No es de recibo que en nuestro país, que es pionero en la lucha contra la violencia de género, con esta ley se haya producido una rebaja de penas y que salga más barato agredir sexualmente a una mujer con violencia que robar", dijo.

Además, soliviantó a los 'morados' al señalar que ahora ahora si se demuestra que hay violencia o intimidación, que es muy sencillo probarlo porque con una herida ya se puede probar que ha habido violencia, ya no hace falta que la víctima pruebe que ha habido consentimiento". Sin ir más lejos, a la titular de Justicia la señaló directamente Ione Belarra, responsable de Derechos Sociales y secretaria general de Unidas Podemos, que cuestionó su modelo, que asimiló "al de la manada" -en referencia a los violadores de San Fermín-. 

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