Absuelta tras ser denunciada por la Policía por atentado contra la autoridad en una fiesta ilegal en un piso durante el confinamiento

Juzgado de lo Penal.
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El Juzgado de lo Penal 24 de Madrid ha absuelto a una joven, Marta R. G., de los delitos de atentado contra la autoridad y lesiones tras ser denunciada por la Policía Nacional por presuntamente agredir a una agente durante el desalojo de una fiesta ilegal en un piso de Madrid en pleno confinamiento por la pandemia de Covid. El Ministerio Fiscal califica pedía un año de prisión y una indemnización económica para la agente damnificada.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2020, época en la que un Real Decreto del Gobierno impedía los contactos con no convivientes. Un grupo de personas organizó una fiesta en un piso del distrito de Arganzuela y cuando el reloj marcaba las 2.30 horas de la madrugada, se personan en el lugar varios agentes de la Policía Nacional para identificar a los infractores, en un operativo que se saldó con la detención de Marta R. G., acusada de atentado contra la autoridad, así como de un delito leve de lesiones al forcejear con una agente, la cual también fue denunciada por la detenida por un delito de lesiones.

En su sentencia, la jueza resalta "la existencia de dudas razonables y razonadas" que "impiden un pronunciamiento condenatorio" y considera "procedente absolver a ambas acusadas".

En el juicio, los policías relataron que, tras ser requeridos para intervenir en la fiesta ilegal, impidieron la huida de varios de los asistentes y procedieron al cacheo de la acusada, que en ese momento tenía 27 años y a la cual separaron del grupo al notarla "muy nerviosa".

Según el relato de la agente presuntamente agredida, la acusada aprovechó el fin del cacheo para abalanzarse sobre ella, desestabilizándola y tirándola al suelo. Por estos hechos, la agente presentó un informe médico forense con un parte de lesiones, donde consta un dolor en el hombro derecho con contractura muscular.

Asimismo, la detenida presentó un informe del hospital donde se aprecia un pequeño ganglio en la muñeca derecha, que se inició tras un traumatismo por el que tuvo que acudir a fisioterapia.

La Policía no siguió los conductos habituales

Durante las testificales de los policías implicados, se pudo dilucidar que la llamada a la policía esa noche se había realizado mediante un conducto poco habitual, según la defensa, ejercida por Ospina Abogados. Asegura que uno de los agentes intervinientes residía en el edificio en el que tuvo lugar la fiesta y llamó personalmente a otro que estaba de patrulla para pedirle que acudiera a poner fin a la fiesta ilegal, en lugar de llamar a comisaría para denunciarlo.

Los testigos de la defensa también declararon que no hubo ninguna agresión por parte de la denunciada. A preguntas del abogado penalista de la defensa, declararon que la policía abrió el bolso de la acusada y "con desprecio" se puso a tirar sus cosas al suelo para, a continuación, empujarla y caer la detenida boca abajo. Una vez en el suelo, la agente la esposó.

20minutos

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