Con las redes sociales aún echando chispas sobre la victoria de Blanca Paloma en el Benidorm Fest, es ahora cuando los espectadores (y los internautas) ponen su foco de atención en las otras cosas que ocurrieron en la gran final del concurso.

Mónica Naranjo, que brilló especialmente, Álvaro Soler, Miguel Poveda, Manuel Carrasco... Artistas de renombre se subieron al escenario del Palau de L'Illa de la ciudad alicantina pero, al margen de los concursantes, fue Ana Mena la que más sufrió sobre las tablas.

Tras horas diseñando una actuación, mucho trabajo de ensayos y ganas de ofrecer siempre algo diferente, a la hora de la verdad Ana Mena tuvo un contratiempo que hizo que las cosas no saliesen como ella y su equipo tenían previstas.

"Teníamos preparado una cosa muy chula que no ha podido pasar en el escenario por culpa de un motor. Teníamos un columpio como de nube, precioso, que se subía un metro y medio. Pero claro, yo estaba viendo que algo no iba", contó Ana Mena en sus redes sociales.

Esto es lo que tenía que haber ocurrido en su actuación:

Y exactamente esto es lo que le ocurrió a la cantante: en un momento determinado de la actuación, Ana Mena avanzó por la pasarela y las cámaras la siguieron. Fue entonces cuando el escenario se quedó libre para que los técnicos pudiesen entrar en él sin ser vistos por la cámara. Unido a un motor, un cable bajaba el mosquetón que permitiría sostener el columpio en el aire. Pero el motor se estropeó y, con el tiempo jugando en su contra y unos nervios de acero, los técnicos abandonaron corriendo el escenario para que las cámaras no les pillasen.

Y esto fue lo que pasó:

¡Qué importante es ser un artistazo de esos que son capaces de improvisar ante un contratiempo! ¡Qué bien lo hizo Ana Mena y qué bien lo hicieron los técnicos!

El motor que se estropeó no pudo ser arreglado y a tan solo unos minutos de conocer el nombre de la persona ganadora del Benidorm Fest, los técnicos tuvieron que reaccionar rápidamente ante la alta probabilidad de que Blanca Paloma fuese, tal y como apuntaban las apuestas, la triunfadora de la noche. Y es que, la gran estructura de flecos que que llevaba la escenografía de la ya representante de España en Eurovisión, también tenía que ser elevada por ese motor.

Con rapidez, agilidad, mucha templanza y una gran profesionalidad, los técnicos tiraron un nuevo cable sobre la estructura que les permitió colocar la escenografía de Blanca Paloma y sostenerla para que, pese a los problemas, la audiencia no notase nada desde sus casas.