Lo que no se vio de la ceremonia de ingreso de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa

La ceremonia de entrada de Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa ha estado llena de curiosidades, aunque algunas han salido más a la luz que otras. La primera de ellas es la compañía que ha tenido, puesto que ha vivido la experiencia junto a Patricia Llosa, su primera mujer, sus hijos, Gonzalo, Álvaro y Morgana, y sus nietos.

El literario pronunció un discurso en francés que la misma mañana del jueves ensayaba ante la mirada de su nieto, tal y como su hijo Álvaro ha compartido en las redes sociales: "El abuelo haciendo la prueba de sonido y atril esta mañana bajo la atenta mirada de su nieto Leandro, horas antes de colocar el segundo y definitivo pie en la inmortalidad".

Vargas Llosa, que vistió el célebre uniforme de gala de la Academia, portó una espada de estilo medieval con sus iniciales grabadas que se rumorea que fue escogida por Isabel Preysler o Tamara Falcó, quienes por supuesto no estuvieron en la ceremonia. Hélène Carrère d'Encausse, secretaria permanente de la Academia, se la entregó el día anterior.

Uno de los momentos más curiosos de la ceremonia estuvo protagonizado por Patricia Llosa. En mitad del discurso del escritor no pudo evitar bajar la mirada y dar una pequeña cabezada, quizá por los nervios y el cansancio acumulado durante los últimos días.

¿Un mensaje a Isabel Preysler?

La guerra entre la familia Vargas Llosa e Isabel Preysler continúa más viva que nunca. Tras la ceremonia, Álvaro aprovechó su actividad en redes para lanzar un mensaje que bien podría ir dirigido a la socialité: "A nadie deben mi padre y su obra tanto como a ella. Mi padre lo ha proclamado muchas veces en público, nos lo repite a menudo en privado. Nadie merecía estar en primera fila más que ella. La mujer de su vida, dicen los cursis. No sólo los cursis. Los inmortales también".

El rey Juan Carlos, desde cerca

Mario Vargas Llosa ha tenido el gusto de invitar a la ceremonia al rey emérito, quien es su íntimo amigo. Juan Carlos I acudió acompañado por su hija, la infanta Cristina. Llegaron unos minutos antes del comienzo y el monarca fue recibido "de acuerdo a su rango", tal y como anunció anteriormente Hélène Carrère d’Encausse para El País.

Los dos ocuparon los asientos de las primeras filas, que estaban destinados a los íntimos del literario. Cerca de ellos estuvieron otras personalidades como el exprimer ministro francés Manuel Valls o la politóloga y empresaria Susana Gallardo.