Internacional

La ONU negocia con el Gobierno sirio llevar ayuda a las zonas rebeldes afectadas por el terremoto

El entierro de víctimas del terremoto en la ciudad de Jindires, en el distrito Afrin de Alepo, en el norte de Siria, el 9 de febrero de 2023.
GETTY IMAGES

La ONU se encuentra en negociaciones con el Gobierno sirio para poder llevar asistencia humanitaria que tiene almacenada dentro del país hasta la región del noroeste que ha estado en los últimos años bajo control de grupos rebeldes y que ha sido una de las más afectadas por el terremoto del pasado lunes.

Ello en medio de las dificultades que hay para el transporte transfronterizo de ayuda desde Turquía por el daño que han sufrido las vías terrestres. 

"Las negociaciones para enviar convoyes (que atraviesen la línea que separa las zonas controladas y no controladas por el gobierno) continúan, pero entiendo que el gobierno ha aceptado esto como una medida de emergencia", declaró el representante en Siria de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Sivanka Dhanapala.

Añadió que hay perspectivas positivas de que haya un acuerdo, pero señaló que aparte de la aprobación del gobierno se necesita que todas las otras partes involucradas (grupos rebeldes) garanticen la seguridad de los convoyes.

El Acnur, que trabaja en Siria prestando asistencia a la población desplazada por la guerra civil (6,8 millones de personas en total), dijo que las estimaciones preliminares tras el terremoto indican que habría al menos 5,3 millones de personas que necesitarían algún tipo de alojamiento en las zonas afectadas de Turquía y Siria. 

En Siria la situación es más difícil de evaluar por las dificultades internas, pero se sabe que el impacto de los dos terremotos y de sus numerosas réplicas no se ha limitado al norte del país, sino que ha tenido efecto en zonas que están a más de 250 kilómetros de distancia. 

Dhanapala dijo que se teme por el impacto de las ondas sísmicas en los edificios residenciales e infraestructuras que han quedado debilitadas por años de explosiones en el contexto de la guerra civil que ha sufrido el país desde 2011. Comentó que tras los seísmos, un edificio que había sido considerado inhabitable se derrumbó en el área rural de Damasco, matando a dos personas que vivían allí porque no tenían otra alternativa.

Segundo convoy

Este viernes, un segundo convoy de Naciones Unidas, compuesto por catorce camiones, ha llegado al noroeste de Siria con ayuda de emergencia para los damnificados en esa región, la más afectada del país por los terremotos registrados al inicio de esta semana.

Los camiones han cruzado la frontera turco-siria utilizando el único paso fronterizo que se encuentra abierto en esa zona por una carretera muy dañada por los movimientos sísmicos, confirmó en Ginebra el portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Paul Dillon. 

Se trata del segundo convoy que llega esta semana. Ambos cargamentos han llevado en total ayuda no alimentaria (tiendas de campaña, frazadas, ropa de abrigo y para la lluvia y sistemas de calefacción) para unas 16.000 personas.

Los convoyes han tenido como destino específico la ciudad de Idleb, confirmó el portavoz.

Por su parte, la directora del Programa Mundial de Alimentos para Oriente Medio, Corinne Fleischer, dijo que su organismo ha sido capaz de suministrar ayuda casi inmediata gracias a que tenía almacenadas reservas humanitarias en la zona devastada

Por el momento ha distribuido alimentos calientes y raciones listas para consumir a 43.000 personas y alimentos similares suficientes para 100.000 personas están siendo llevados a otras áreas afectadas de Siria. En total, el Programa Mundial de Alimentos -el brazo humanitario más importante de la ONU- tiene provisiones en el noroeste de Siria para 1,4 millones de personas, aunque las necesidades son superiores.

Además, unas 5.000 personas han recibido alimentos en Alepo, provincia controlada en su mayor parte por el régimen de Bachar Al Asad.

Fleisher dijo que ahora lo urgente es planear la reposición de las reservas que se están utilizando en esta emergencia.

Asimismo, dijo que es urgente abrir más pasos fronterizos, aparte del denominado "Bab al Hawa", ubicado en una carretera que ha quedado muy dañada por el terremoto y que ahora resulta difícil de transitar.

"Se necesitan abrir pasos desde diferentes lados y hay que aumentar las operaciones de cruce de líneas", dijo, refiriéndose al transporte de ayuda desde zonas de Siria controladas por el gobierno hacia áreas bajo control de fuerzas opositoras.

La ONU está pidiendo la reapertura del paso fronterizo de Bab Salam, que solía funcionar hasta hace un año, pero fue cerrado tras discusiones en el Consejo de Seguridad de la ONU, en las que no se pudo acordar volver a abrirlo por el veto de Rusia.

"Necesitamos un segundo cruce debido a las demoras que se están produciendo por el daño que han sufrido los caminos y que están afectando nuestra capacidad de brindar ayuda. Necesitamos poder movernos a través de las fronteras y que haya personal de aduanas en número suficiente", declaró Fleisher.

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