¿Cómo verías el mundo cuántico? La carta blanca de la física

'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía'
'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía'
Cinemanía
'Ant-Man y la Avispa: Quantumanía'
¿Cómo verías el mundo cuántico?

La cuántica te da carta blanca para que todo pueda suceder en una obra de ficción. Siempre queda como un término muy técnico además de darle un tono rimbombante y sofisticado. El problema es que la realidad revienta todo lo que te imagines sobre el mundo cuántico que te han enseñado en las películas.

Con el estreno de 'Ant-Man y la Avispa: Quantumania' tenemos el debut de M.O.D.O.K. cuyas siglas significan Mobile/Mechanized Organism Designed Only for Killing (Organismo Móvil/Mecanizado Diseñado Solo para Matar), que, a simple vista, es una cabeza enorme que flota; y un villano de Marvel a tener en cuenta, Kang el conquistador, que ya tuvo un papel importante en la serie de Loki. Y, lo más importante, una gran inmersión en el Reino Cuántico, una dimensión que sólo es accesible a través del encogimiento subatómico causado por las Partículas Pym, que pueden aumentar o reducir la masa, así como la densidad y la fuerza.

Kang y M.O.D.O.K.
Kang y M.O.D.O.K.
Marvel Studios

El término subatómico, ya lo dice su propio nombre, se refiere a dimensiones más pequeñas que las de un átomo. Y un átomo es  asombrosamente pequeño. Pues Ant-Man y todos los demás 'compitruenos' van a hacerse más pequeños que un átomo. Y ahí ya hay carta blanca, porque todo lo visual que se ve en la película es lo que es, ficción.

¿Y qué se vería en la realidad?

Ojalá saberlo. Ese descubrimiento se llevaría el premio nobel, fijo. Los humanos percibimos la realidad a través de nuestros sentidos, especialmente la vista, y ésta está condicionada por cómo nuestros ojos captan la luz que les llega.

La luz es una onda, y una onda oscila. La longitud de esa oscilación, llamada longitud de onda, se puede medir y está directamente relacionada con los colores. El rojo tiene una longitud de onda, el verde también y así con todos los colores del espectro visible.

El problema es que si nos hacemos pequeños, nuestros ojos también y su forma de captar la luz podría no ser la misma. El rojo igual ya no se vería como rojo; el azul seguramente tampoco… Y probablemente no sería un proceso agradable de experimentar, ya que a medida que te hicieses más pequeño igual acabarías sin ver nada.

Nuestra capacidad visual está limitada al espectro visible, un rango de colores comprendido entre la longitud de onda más larga, la del color rojo, y la longitud de onda más corta, la del color violeta. Si vamos a longitudes de onda más largas que el rojo lleguemos al infrarrojo, y lo mismo con el violeta dando lugar al ultravioleta, pero claro, esas no las podemos ver. Aunque no las veamos no significa que no existan. Quién sabe, quizá al hacernos más pequeños descubriríamos que a esas magnitudes microscópicas los ojos se comportan de una manera aún no documentada abriendo un nuevo espectro al ser humano nunca antes visto.

A esta nueva cualidad podríamos llamarla "visión cuántica". ¿A que queda bien? Eso es que lleva la palabra "cuántica" al final.

Mundo Cuántico de Ant-Man & The Wasp: Quantumania
Mundo Cuántico de Ant-Man & The Wasp: Quantumania
Marvel Studios

¿Y el resto de nuestros sentidos?

Lo mismo ocurriría con el oído. El oído humano puede escuchar en un rango de frecuencias limitado, y si fuésemos tan minúsculos quizá nuestro sistema auditivo no podría procesar bien la información. Una conversación podría no entenderse o, simplemente, no oírse nada en absoluto. O igual podrías hablar con hormigas, ya que con otros seres humanos sería complicado.

Nuestro tamaño también influye en las cuerdas vocales. Una membrana que vibra con el paso del aire y que hace que el tono y timbre de tu voz sea de una manera u otra. Grosso modo, cuanto más pequeña sea la cuerda vocal, más aguda, y mientras más grande, más grave será nuestra voz. Si te hicieras más pequeño tu voz se iría haciendo cada vez más aguda y la intensidad con la que hablarías también descendería. La capacidad pulmonar para enviar aire a través de las cuerdas vocales sería cada vez menor y eso provocaría que los demás te oyesen cada vez más bajo… Hasta que no te oigan.

Pero es que, si nos hiciésemos más pequeños que un átomo, el aire nos quedaría grande. Literalmente. Ya que el aire está compuesto de moléculas de gas y éstas a su vez de átomos. Si los átomos de oxígeno fueran más grandes que nosotros, entonces... ¿cómo respiraríamos? Podemos salir con "Es que Ant-Man lleva casco y puede tener una especie de respirador". Disculpad, "un respirador cuántico". 

Casco de Ant-Man.
Casco de Ant-Man.
Marvel Studios

La física cuántica real

El mundo cuántico de Ant-Man, como buena ciencia-ficción, tiene libre interpretación artística, mientras que la física cuántica, aunque parezca barrio sin ley, sigue sus propias reglas.

Para entender un mínimo ápice de su funcionamiento hace falta una buena base de álgebra, cálculo diferencial e integral y métodos matemáticos, entre otras cosas. Campos que pueden echar para atrás simplemente con leer su nombre en voz alta. Esa es la parte de la cuántica que no gusta. La que requiere formación, ejercicios complicados y teoría densa. Y viene bien recalcar, esa es la punta del iceberg.

Aún sabiendo todo lo que se sabe hasta ahora, queda muchísimo por descubrir. Precisamente por eso suponer estos mundos es tan divertido. ¿Tienen lógica? Seguramente no. A decir verdad, tampoco es importante para disfrutar de una película entretenida. Que nosotros le saquemos punta por puro placer es porque nos provoca una mayor satisfacción. Por eso abordar un mundo del que aún queda tanto por desvelar deja la puerta abierta a esta carta blanca.

Una carta blanca cuántica.

Científico y divulgador en GarunaEffect

Soy graduado en Física e Ingeniería Electrónica con un máster en Ciencia y tecnología espacial, además de ser uno de los fundadores y divulgadores científicos de Garuna Effect, asociación de divulgación científica con la que hemos sido galardonados con el XVI Premio Creadores 20minutos por nuestro trabajo divulgativo en redes. Enamorado de la viñeta desde mi infancia, dibujo tiras cómicas y otros cómics como pasatiempo. Compagino mi labor como divulgador siendo profesor, coordinador de eventos y comentarista de pro-wrestling. Aprovecho mis dotes comunicativas en mi faceta como cómico, con experiencia desde hace más de 10 años, siendo premiado con diversos premios en el panorama nacional.

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