Estremecedoras imágenes aéreas de filas de tumbas cavadas para enterrar a miles de muertos por el terremoto en Turquía
Los devastadores terremotos de esta semana en Turquía y Siria no han dejado de mostrar las imágenes de la desolación por las decenas de miles de personas fallecidas y de la esperanza por seguir buscando y encontrando supervivientes. En la provincia turca de Hatay, la más afectada por los seísmos, se ha tenido que improvisar un cementerio para poder dar sepultura a miles de víctimas.
Imágenes captadas por drones y difundidas en televisión han mostrado la gran magnitud de la tragedia. En ellas pueden verse las interminables zanjas cavadas en apenas unos días para enterrar a los fallecidos en los terremotos.
Las excavadoras no han parado de añadir zanjas sobre un terreno que hasta hace poco era un descampado, y que dejan un rastro que se aprecia desde el aire. Junto a estas zanjas, cientos de cuerpos esperan en bolsas ser enterrados en ese cementerio improvisado.
Mientras tanto, los servicios de rescate continúan trabajando a destajo con cámaras térmicas para tratar de localizar señales de vida bajo los escombros. Sobre el terreno han trabajado este sábado más de 166.000 equipos de rescate y voluntarios, entre ellos unos 8.000 especialistas de rescate extranjeros.
La tarea se hace más difícil conforme cada hora que pasa, puesto que el tiempo estándar que un ser humano puede permanecer sin la ingesta de agua o comida en desastres como este es de 72 horas. Además, a ello hay que añadir las bajas temperaturas, que hacen que sea aún más complicada la supervivencia.
En la zona afectada en suelo turco vivían más de 13 millones de personas en diez provincias y se teme que miles de víctimas se encuentren aún bajo los escombros.
En el caso de Siria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de cinco millones de personas se han visto afectadas en todo el país por los terremotos, mientras que más de 300.000 "se han quedado sin hogar" en tan solo dos de las provincias azotadas por estos temblores.
Por su parte, el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths, ya ha expresado este sábado su temor a que la cifra final de fallecidos por los terremotos acabe superando los 50.000 muertos una vez empiece el verdadero recuento de víctimas.