El vórtice polar es un ciclón que se mantiene siempre presente en las zonas polares de nuestro planeta, situado en la estratosfera y en la troposfera. Es este último el que nos afecta y, cuando se producen cambios o alteraciones en él se notan cambios meteorológicos. Es el caso del fenómeno conocido como calentamiento súbito estratosférico, que se caracteriza por una subida muy rápida de las temperaturas en el vórtice polar.
De este modo, el doctor en Física y Meteorólogo Superior del Estado en la Agencia Española de Meteorología (Aemet), J. J. González Alemán, anunció en su cuenta oficial de Twitter que se iban a producir cambios, aunque hay que esperar para ver cómo estos afectan a la troposfera: "Esta vez las probabilidades de un gran calentamiento súbito estratosférico (major) son muy altas, y podríamos tener una ruptura notable del vórtice polar en la estratosfera, en una semana".
Se avecinan cambios...
— J. J. González Alemán (@glezjuanje) February 7, 2023
Esta vez las probabilidades de un gran calentamiento súbito estratosférico (major) son muy altas, y podríamos tener una ruptura notable del vórtice polar en la estratosfera, en una semana.
Aunque queda por ver cómo afectan estos cambios a la troposfera... pic.twitter.com/rjmgDtnAYE
Podría darse una mayor prevalencia de borrascas
Actualmente, las últimas predicciones apuntan a que el vértice polar podría verse muy alterado a partir del martes 14 de febrero, momento en el que el calentamiento alcanzaría su máximo. A partir del miércoles 15 de febrero, el viento medio pasaría a soplar del este, como indican los expertos de eltiempo.es.
Esto no significa que vaya a haber consecuencias directas sobre el clima que se dejen notar en la tierra. De hecho, aunque el calentamiento súbito estratosférico se va a producir de manera precisa, "no hay señales robustas de que vaya a afectar a nuestra dinámica atmosférica de forma notable", escribe el meteorólogo de la Aemet. "Actualmente ningún escenario (filas) en los modelos contempla cambios notables en >10 días", añade.
En todo caso, estas señales comenzarían a notarse en el mes de marzo, cuando se sucedería "una mayor prevalencia de borrascas en nuestra región". Las consecuencias no se notarán de momento porque el calentamiento súbito estratosférico tarda varias semanas en tener impacto en la troposfera, que es donde se produce nuestra meteorología.
Seguimos sin tener señales de que el calentamiento súbito estratosférico en marcha vaya a dejar un impacto en nuestra meteorología en las próximas 2 semanas.
— J. J. González Alemán (@glezjuanje) February 12, 2023
No se ve el patrón atmosférico clásico de impacto en ningún escenario (filas) de los previstos. Sigue... pic.twitter.com/dGAfxo314L
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