A fondo

Los perros domésticos y los aullidos, de qué depende que los emitan y entiendan

  • Las razas más modernas han perdido la capacidad de interpretar el mensaje de los aullidos de sus parientes salvajes.
Grupo de huskies tirando de un trineo en Groenlandia.
Grupo de huskies tirando de un trineo en Groenlandia.
Markus Trienke. CC-BY-SA-2.0.
Grupo de huskies tirando de un trineo en Groenlandia.

Investigadores de la Universidad Eötvös Loránd, de Hungría, han querido estudiar cómo ha influido la domesticación y la crianza selectiva en la comunicación oral de los perros y si reaccionan o responden a los aullidos de sus parientes salvajes, los lobos.

Para averiguarlo, el equipo de expertos del Departamento de Etología analizaron la respuesta de varios perros, un total de 68, de diferentes razas, edades y sexos ante la reproducción de grabaciones de aullidos de lobos y observaron y registraron sus reacciones y comportamiento. El resultado ha sido publicado en Communications Biology hace escasos días.

Para los lobos, los aullidos son el sistema principal de comunicación con sus congéneres, que utilizan para marcar los límites de sus territorios o averiguar la posición de otros lobos en función de su respuesta. También los usan para fortalecer los vínculos sociales, lo que los científicos llaman, traducido del inglés, “pegamento social”. Como si se tratara de música, utilizan el “canto” de sus aullidos para expresar cercanía y bienestar y reafirmar los lazos comunitarios de la manada.

Existen numerosas razas caninas modernas que también aúllan, desde los basenjis a la mayoría de razas nórdicas, pero en el caso de los perros domésticos el uso del aullido tiene mayor complejidad. Sin ir más lejos, es habitual que entre estas razas nórdicas donde se incluyen el husky siberiano, el samoyedo o el alaskan malamute, respondan con aullidos a sonidos agudos irrelevantes como sirenas de ambulancias, campanas, instrumentos musicales... Otras muchísimas razas, por el contrario, pese a poseer todas las características anatómicas que les permiten reproducir aullidos, no los emiten nunca, en toda su vida. “Aunque el aullido está presente en el repertorio vocal de la mayoría de las razas de perros domésticos, perdió su funcionalidad debido al cambio del entorno social, por lo que las razas modernas no los utilizan en las situaciones adecuadas”, ha explicado Fanni Lehoczki, la primera autora del estudio.

Primitivos, adultos, machos castrados, estrés y miedo

Tras las pruebas, realizadas en laboratorio y en presencia de los tutores de los perros, los resultados han demostrado que las razas primitivas, es decir, las que son genéticamente más similares a los lobos, tienen mayor predisposición a responder con sus propios aullidos a las grabaciones de los lobos. Las razas más modernas, por el contrario, o bien respondían con ladridos o se mostraban indiferentes ante el sonido, lo que implica que han perdido la capacidad de interpretar los aullidos de los lobos.

Curiosamente, la respuesta de responder con aullidos solo se observó en perros mayores de 5 años, pero esto también tiene una explicación en la ciencia de la etología, ya que estudios previos han sugerido que los perros mayores muestran más comportamientos de temor o miedo que los más jóvenes, posiblemente debido a su experiencia y aprendizaje adquirido. El miedo y el temor, a su vez, está estrechamente relacionado con el estrés, expresado a través de bostezos, relamerse la boca o acicalarse con nerviosismo, y todas estas razas primitivas que respondían con aullidos a las grabaciones, mostraban también más comportamientos relacionados con el estrés durante la prueba. “Asumimos que las razas más antiguas, que son genéticamente más cercanas a los lobos, pueden procesar la información codificada en los aullidos, a diferencia de las razas modernas. Al escuchar los aullidos de los lobos, se desencadena una respuesta de estrés al sentir que se han entrometido en un territorio peligroso, lo que les lleva a aullar para advertir de su presencia, tal como hacen los lobos”, concluyó Tamás Faragó, otro de los investigadores del equipo.

Además de la raza y la edad, también se evaluó el efecto de los aullidos en el sexo de los perros y si estaban enteros o castrados. En el caso de las perras hembras, no se observaron diferencias entre intactas o las que pasaron por un proceso quirúrgico reproductivo, pero en el caso de los machos castrados, que no producen testosterona, sí se pudo documentar que aullaron con más fuerza. Lo que, a su vez, vuelve a respaldarse en estudios previos que indican que los perros castrados son más miedosos y, por consiguiente, muestran respuestas ante cualquier situación que consideren amenazante.

Este estudio proporciona evidencia de que la domesticación y la crianza selectiva han tenido un impacto en la capacidad vocal de los perros domésticos y en su percepción de la comunicación a través de los aullidos. Hace miles de años, los perros compartían el mismo repertorio vocal que ahora ha sido alterado por la influencia humana en su reproducción.

Para terminar, el vídeo que lanzaron los investigadores y que contiene un resumen de los objetivos, métodos, resultados y conclusiones de su estudio, en inglés.

Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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