Música

Quevedo y el triunfo en el riesgo de atreverse

Hay decisiones inocentes que desembocan en caminos extraordinarios. Y, para muestra, un botón. El ascenso meteórico que Pedro Quevedo ha experimentado con tan solo 21 años en apenas ocho meses sigue dejando unos resultados insólitos y envidiables en el terreno musical.

De origen canario, dice ser un amante de su tierra y de lo sencillo. Se mueve tranquilo, sin prisa. Asegura que ni los datos ni las cifras lo van a cambiar, y quizá ahí radique su éxito: dejó sus estudios en ADE y su trabajo en la obra por escucharse a sí mismo. Y, desde que hace lo que quiere, se ha colocado entre los grandes representantes de ese ambiguo e interesante universo que en España se presenta como música urbana. Lo demostró con la canción BZRP Music Sessions #52 y, ahora, con el éxito de su primer disco, Donde quiero estar.

La colaboración con el productor Bizarrap, otro de los rostros de moda en el panorama musical, registra desde el pasado mes de julio más de 450 millones de reproducciones en YouTube y 1.028 millones en Spotify, datos que predicen las alegrías que el joven recibe a día de hoy con su álbum, que vio la luz el pasado 20 de enero y rompe un récord tras otro dentro y fuera de nuestras fronteras. Él mismo lo predijo: "Es un disco para todos y para siempre". Y difícil es que no haya llegado a casi todos los oídos. 

El álbum recoge 16 canciones de las que destacan Sin Señal, Vista Al Mar, Punto G y Playa del Inglés, cuatro temas que fueron los precursores del proyecto, pues salieron en julio, septiembre, noviembre y diciembre de 2022. Y, para hacerlo realidad, el artista contó con la ayuda de Linton, su productor de cabecera; Ovy On The Drums, reconocido como uno de los mejores productores del plano musical mundial -ha trabajado con artistas de la talla de Karol G o Myke Towers- y músicos como Gio, Bluefire,  KIDDO, Garabatto, Pedro Calderón o Marlku.

Carlos Mata, cofundador junto con Unai Fresnedo de Taste The Floor,  agencia de Booking y Management de Música Urbana, afirma que la fama del joven es el resultado del gran potencial que demostró tener desde el principio. "Nosotros acompañamos desde el principio a artistas como Natos y Waor, Juancho Marqués, Recycled J... y el éxito de Quevedo lo veíamos venir desde hacía bastante tiempo. Los datos lo dicen todo", cuenta a 20minutos. Y así es.

El día del lanzamiento de Donde quiero estar, Quevedo fue el artista más escuchado en España. Su debut fue uno de los más grandes de un álbum en español en la historia de Spotify, superando en reproducciones a Motomami, el último álbum de Rosalía. Además, contó con 10,92 millones de reproducciones en día de su publicación, el mejor dato para un español en la trayectoria de la plataforma de música, y fue el octavo músico más escuchado a nivel global, logrando la mejor posición obtenida por un artista español.

Su rostro apareció en las pantallas de Times Square, en Nueva York (EE UU), y su influencia llegó hasta la prestigiosa revista Billboard. Dos semanas después, siguió liderando el top 100 en ventas de álbumes, y a día de hoy se mantiene por delante de Bad Bunny con Un verano sin ti; o de Rauw Alejandro, con Saturno. Como estos artistas, el joven canario forma parte de esos nombres que "están cambiando la industria". Tanto es así que, en España, ha reforzado todavía más la lucha de compañeros que, desde hace años, se imponen a la criminalización que la música urbana vivió en sus inicios, pese a que ahora suene en recintos de la talla del Wizink Center de Madrid. 

"Al principio no nos dejaban hacer conciertos en las salas, y hemos pasado de ser un estigma a convertirnos en algo mucho mejor. El género urbano se ha ganado esta posición a cabezazos. Éramos los problemáticos, nunca nos lo habían puesto fácil. Hay gente joven que cree en esto, como Quevedo. Y también su audiencia", dice Mata, pues otra de las cosas con las que cumple el artista es que, más allá de pisar fuerte en el mainstream, logra empatizar con su público. "Tiene mucho peso que el seguidor se sienta identificado con ellos. Eso es fundamental. Los oyentes se identifican con los artistas", apunta.

Quevedo prefiere celebrar sus logros sin grandes aspavientos. Está centrado en sus proyectos, entre ellos, su pódcast Ahora qué. "Es el mismo chaval, con las mismas preocupaciones. No viene de familiares artistas, es un chico normal. No quiere perder eso. Con todo lo que pasa a su alrededor, no se ha vuelto alguien ingobernable. Y quizá esa normalidad que lo representa, más allá de su talento, es lo que hace que trascienda y sea más que un simple artista", señala Mata. 

"En Canarias siempre ha habido mucho talento y es muy difícil hacer cosas grandes porque no hay muchos medios. Pero la verdad es que estoy muy contento con lo que está pasando en general. Se ve que hay un movimiento grande y creo que poco a poco va a seguir creciendo y va a llegar a ser algo relevante". El propio artista lo confirmó a este diario. Confía en la música, en su obra y en el crecimiento de la música desde las raíces. El triunfo está asegurado. 

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