15 aspectos a tener en cuenta al elegir colegio de educación especial: "Es imprescindible buscar la especialización del centro"

Varios niños del colegio de educación especial
Varios niños del colegio de educación especial
FUNDACION QUERER
Varios niños del colegio de educación especial

Durante los meses de febrero y marzo, muchos colegios de educación especial celebran jornadas de puertas abiertas para facilitar a los padres la toma de decisión a la hora de elegir centro educativo para el próximo curso escolar. Se trata, además, de una oportunidad para conocer de primera mano cómo se trabaja en estos centros en un día en el que se autoriza a las familias a visitar las instalaciones y espacios que normalmente son de acceso restringido. También es una ocasión perfecta para que los padres intercambien opiniones con los profesionales y aclaren dudas.

Cada niño con discapacidad es diferente y tiene unas necesidades particulares. Por ello, saber elegir el centro más adecuado es vital para su desarrollo; pero esta no es tarea sencilla. Los padres deben tener en cuenta muchos aspectos diferentes y valorar concienzudamente si el colegio se adapta a las características de su hijo. Susana Lominchar, directora 'El Cole de Celia y Pepe', colegio de educación especial de la Fundación Querer, da una serie de consejos para padres a la hora de elegir colegio. El centro, especializado en niños con enfermedades neurológicas que causan trastornos del aprendizaje, de la comunicación y del lenguaje, celebrará los próximos días 17 de febrero y 10 de marzo jornadas de puertas abiertas para todo aquel que quiera conocer su forma de trabajo.

Buscar la especialización

La especialización de los colegios de educación especial supone un valor diferenciador de estos centros, que apuestan por obtener el máximo potencial del alumno. "Con cualquier niño es importante buscar la especialización, pero si, además, se trata de un niño con necesidades educativas especiales, con más razón, es imprescindible", asegura Lominchar. Por tanto, será importante valorar si el centro está especializado en algún tipo de patología, dificultad o problemática específica. En ocasiones, el niño presentará dificultades en distintas áreas y los padres deberán encontrar un centro que cubra todas ellas o bien que esté enfocado en el área dónde tiene más necesidades, ya sea el plano del lenguaje y la comunicación, el área motora, auditiva…etc.

Además, será fundamental que el centro realice una evaluación ajustada al niño al inicio del curso. "Con estas pruebas valoramos y determinamos en qué momento de aprendizaje está y cuáles son sus fortalezas y también debilidades, para aplicar más recursos en ellas", señala Lominchar. Después, el colegio debe realizar "una adaptación total, personalizada e individualizada al alumno", a través de una propuesta individual curricular adaptada a sus necesidades.

Terapias individualizadas y profesionales formados

Por otro lado, será importante valorar tanto la ratio de alumnos por clase como el de profesores por aula: "No es lo mismo que haya dos profesionales siempre dentro de una clase de 6 alumnos a que haya solo uno en un aula de 5". 

Además, los padres deberán tener en cuenta los apoyos que reciba el niño tanto dentro como fuera del aula, si son individuales o grupales y de qué especialistas. "Si hablamos de profesorado, qué especialidad tienen: Pedagogía Terapéutica (PT) o Audición y Lenguaje (AL). Por la parte terapéutica, si trabajará con logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos, fisioterapeutas…etc, dependiendo del diagnóstico del niño y las necesidades que presente", comenta Lominchar.

También será fundamental valorar si el centro cuenta con un equipo de orientación propio en todas las etapas, encargado de ajustar el plan educativo a las necesidades del alumno o, en el caso de niños con especiales necesidades médicas, si existe servicio de enfermería.

Por otro lado, es vital que el profesorado tenga una formación especializada, acorde a las necesidades del niño, y se mantenga en continua formación y aprendizaje para adaptar y desarrollar metodologías nuevas en sus clases y potenciar al máximo las habilidades del alumno.

Comunicación con la parte clínica y de investigación

Por otro lado, es esencial que el equipo del colegio esté en constante comunicación con los profesionales médicos que atienden al alumno con discapacidad. "Nosotros trabajamos con los neurólogos y especialistas de forma muy directa y recíproca. Ellos nos pasan informes para saber en qué punto está el niño o cómo le puede afectar la medicación que toma, pero también nos preguntan para conocer cómo es su evolución en el colegio", explica la directora de 'El Cole de Celia y Pepe'.

Además, otro punto positivo será conocer si el centro realiza proyectos, tanto educativos como científicos, cuyos resultados pueden resultar beneficiosos para los niños. "Muchos de los alumnos tienen síndromes y enfermedades raras de las que hay muy poca información y los proyectos nos dan una información muy valiosa y necesaria para saber mejor cómo ayudarles", comenta Lominchar.

Extraescolares e instalaciones adaptadas

Para facilitar la conciliación familiar, será importante conocer si el centro dispone de ampliación de horarios, además de extraescolares que también puedan dar continuidad al aprendizaje y estimulación de estos niños, de una forma más lúdica. Los padres deberán valorar que estén adaptadas a sus necesidades y, por supuesto, que a ellos les gusten y les motiven. También será importante conocer las instalaciones de las que dispone el centro, para saber si están adaptadas a las dificultades del alumno.

Comunicación y asesoramiento a las familias

El centro educativo deberá trabajar para obtener el máximo potencial del alumno, pero, sin la ayuda de su entorno, los resultados no serán igual de positivos. Por ello, los profesionales deben mantener un contacto continuo con las familias. "Nosotros usamos una plataforma de mensajería que nos permite esa comunicación directa con los padres, tanto de mensaje, como imágenes y vídeos, que compartimos en ambas direcciones. De esta forma, y junto a las reuniones que mantenemos periódicamente, están al tanto siempre de la evolución de sus hijos", comenta Lominchar.

Esta labor de acompañamiento también se mantendrá con aquellos niños que, tras un periodo de tiempo en un centro de educación especial, transicionen a educación ordinaria o realicen un cambio a un centro más específico. "El seguimiento a los alumnos que han estado con nosotros es importantísimo. Cada año se reincorporan entre 3 y 5 niños a ordinaria. Por eso, hacemos un estudio de qué colegio es el mejor para él, nos coordinamos con ese centro y seguimos su desarrollo durante los primeros trimestres", afirma Lominchar.

El colegio también deberá orientar a las familias hacia dónde acudir si decide que no es la opción más adecuada para el alumno. "Es muy importante la parte social y de acompañamiento, son familias que necesitan orientación, hay que acompañarlos a encontrar la mejor solución escolar para su hijo", señala la directora del colegio. En cualquier caso, muchos de los centros de educación especial, sobre todo si pertenecen a entidades como la Fundación Querer, proporcionan servicios de terapias a través de Gabinetes multidisciplinares, donde se aplica la misma metodología que en sus colegios.

Programas de continuidad

Una vez finalizadas las etapas de Educación Infantil, desde los 3 a los 5 años, y de Enseñanza Básica Obligatoria (EBO), desde los 6 hasta los 16 o 18, el alumno podrá seguir con su formación. Los padres deberán valorar si el centro da continuidad a las necesidades del alumno en etapas futuras, orientadas a que los alumnos puedan integrarse de la mejor forma posible tanto social como laboralmente. Es lo que se denomina Programas de Transición a la Vida Adulta (TVA), que después tienen continuidad con los Programas Profesionales de modalidad especial, impartidos ambos hasta un máximo de 21 años.

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