Comunidad Valenciana

Almussafes esquiva los primeros despidos de Ford en Europa pero teme futuros "ajustes"

Cadena de montaje en la factoría valenciana de Ford.
20M EP

La factoría valenciana de Ford ha esquivado la primera tanda de despidos en Europa de la multinacional estadounidense, aunque tanto los sindicatos como el Consell tienen asumido que la electrificación tendrá un coste en forma de reducción de plantilla y los primeros esperan empezar a negociarla en primavera. Según ha comunicado este martes la compañía, serán 3.800 los trabajadores de su división en el viejo continente los que abandonarán la empresa antes de 2025, sobre todo de las áreas de ingeniería y ventas, lo que supone el 11% de su cifra de empleados en Europa. Por el momento, la dirección europea de la firma del óvalo ha convocado al comité de empresa de Almussafes para marzo ante el fin de la fabricación de los modelos S Max y Galaxy, lo que unido al caso de la Transit (para la que todavía no hay fecha) supondrá una caída en la producción que el comité teme que se traduzca en un ajuste de plantilla.

La compañía justifica el recorte de plantilla en Europa como parte de su plan de transición para la fabricación exclusiva de vehículos eléctricos. Para 2025, Ford habrá eliminado 2.800 puestos de trabajo en sus equipos de ingeniería y acabará con unos 1.000 puestos en sus departamentos de administración, marketing, ventas y distribución. El plan implicará la extinción de 2.300 empleos en Alemania, 1.300 en el Reino Unido y otros 200 en otros lugares no especificados. Fuentes de la compañía en España indicaron que una pequeña parte de esos 200 puestos corresponderá a las oficinas centrales en Madrid. En el caso de la planta de producción de Almussafes, el recorte, de momento, no afectará o será "mínimo".

Precisamente, que los despidos no incluyan las áreas de fabricación de vehículos y de motores, donde se concentra el grueso de la plantilla, es uno de los aspectos que más preocupa entre los sindicatos. El secretario general del comité de empresa y representante de UGT en Ford, José Luis Parra, afirma que la decisión de la empresa "no son buenas noticias para ninguna persona que trabaje en Ford en Europa", ya que, según sus cifras, con este recorte la compañía habrá reducido un 50% sus efectivos laborales en el continente.

Pese al espaldarazo que supuso para la factoría valenciana la adjudicación de los modelos eléctricos en detrimento de la planta alemana de Saarlouis, el fin de la producción de los modelos S Max y Galaxy previsto para abril y la de la Transit, para la que todavía no hay fecha, hace pensar a los representantes sindicales en la posibilidad un expediente de regulación de empleo (ERE) para adecuar la plantilla a la producción y de cara a la transición hacia el vehículo eléctrico, para el que se necesita menos mano de obra, tal y como ha reconocido en varias ocasiones la propia dirección.

Parra ve los despidos en Europa como "una muestra más de la reestructuración tan radical que está haciendo Ford, llevándose de vuelta a Estados Unidos prácticamente toda la ingeniería y la administración que históricamente ha estado repartida entre Alemania y Reino Unido".

"En Almussafes, seguimos a la expectativa de los volúmenes de producción de 2023 sabiendo que fabricamos vehículos que van a desaparecer del mercado. Es más que probable que durante la primavera de este año tengamos que sentarnos para abordar todo lo que pueda derivar de estas situaciones", añade el líder sindical, que asegura que la empresa no les ha cuantificado las posibles salidas en la factoría valenciana.

Desde CCOO señalan que los despidos en el continente en estos momentos solo han afectado a algunas sectores de trabajo como la ingeniería. "Esperemos que esto no se extrapole más adelante en el futuro a otros sectores como la producción, que es donde más trabajadores tiene la marca", expone el sindicato. En la fábrica valenciana "puede estar garantizado el futuro de la factoría, pero no el de todos los trabajadores que estamos en ella. Nadie nos lo ha asegurado y esa es la preocupación que tenemos hacia el futuro, de cara a la transformación que estamos teniendo del coche de motor de combustión al eléctrico", lamentan.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha admitido que, pese a que se ha conseguido "salvar" la fábrica valenciana de Ford en Almussafes y la factoría "tiene futuro", se producirán "ajustes" de personal derivados del plan de electrificación. Para este proceso afirmó que la compañía y los sindicatos podrán encontrar "soluciones" a través del diálogo.

Puig subrayó que "en estos momentos la industria del automóvil está en un proceso de transformación muy grande", pero reconoce que la electrificación lleva "adosados algunos perjuicios y uno de ellos es que el motor de combustión genera más puestos de trabajo", ha expuesto. "De lo que se trataba ahora y en este momento era salvar Almussafes y situarse como la gran referencia de Ford en Europa y eso se ha conseguido", aunque "seguro que va haber algunos ajustes", ha reconocido.

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