La chimenea de la central de Endesa en Andorra era la construcción más alta de Aragón contando con 343 metros de altura hasta la fecha. Ahora ya es un montón de escombros.
Tal y como cuenta el Heraldo de Aragón, la detonación se ha realizado con 256 kilos de explosivos en su base sobre las 11.30 cuando el encargado de la demolición, Luigi Erbi, ha terminado la cuenta atrás, poniendo así fin a una historia de 40 años de producción termoeléctrica a partir del carbón.
La caída de la torre y su reducción a cascotes en medio de una gran polvareda, ha sido respondida con tímidos aplausos del personal de Endesa y algunos pitidos y abucheos de vecinos del pueblo.
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