Entrevista

Carlos Goñi: "Si sale mal, vuelves a empezar, pero hay que intentarlo siempre"

El cantante y compositor de Revolver, Carlos Goñi.
El cantante y compositor de Revolver, Carlos Goñi.
José González
El cantante y compositor de Revolver, Carlos Goñi.

Acaba de ponerse a la venta Adictos a la euforia, el duodécimo álbum de estudio de Revolver. Se trata de nueve canciones "llenas de luz" que huyen de la tristeza y que llegan en un momento en el que su autor, Carlos Goñi, disfruta de un radical cambio de vida y de la sensación de estar en paz con la vida. Rock and roll, letras cargadas de filosofía de la que hace falta recordar a veces y el mejor Goñi, todo en un disco.

¿Cómo describiría Adictos a la euforia?El hecho de ser clásico y hacer música, ya sea rock u otro género, tiene una cosa mala, que es que nunca vas a estar en la vanguardia, nunca vas a estar de moda del todo jamás. Pero por las mismas, el tiempo suele ser bastante más benigno contigo y sueles pasar muchísimo mejor el corte de los años que quizá otras bandas que sí son vanguardia. Yo nunca he estado en vanguardia, pero sí que he intentado hacer siempre las mejores canciones posibles, y es a lo que me he dedicado toda mi vida. Lo que más me gusta es el rock americano y ese es el tipo de música que he hecho toda mi vida. Lo que sí que tiene este disco de peculiar es que entronca más directamente con la memoria más primaria que yo tengo respecto a por qué me dedico a esto. En este disco podría casi decir que están la mayoría de las cosas que me indujeron un día a coger una guitarra. Y eso no lo tiene ningún otro disco.

¿Y por qué cogió una guitarra la primera vez?Yo jugaba al balonmano, que era mi vida, muy joven, con 13 o 14 años. Tuve una lesión y me pasé un año entero en pijama en mi casa, sin salir nada más que para ir al colegio y con una depresión de caballo. Un día estaba haciendo los deberes y escuché Rock 'N' Roll de Lou Reed y pensé “esto es lo que voy a hacer el resto de mi vida”. Fue un estacazo monumental. Y empezaron a caer Lou Reed, Bowie, Bruce Springsteen, Aerosmith… Ya supe que iba a hacer eso con o sin éxito. Lo que es vocacional es así: si tienes éxito genial, si no, vas a seguir siendo músico.

Han pasado 5 años desde el último disco de estudio… ¿se obliga a componer o deja que lleguen las canciones?Bueno, ya sabes lo que dicen de que la inspiración existe, pero que te tiene que pillar trabajando. Yo nunca tengo una guitarra más allá de un metro de mí. Además, estoy tomando notas todo el día de todo, de esta entrevista, de salir a la calle, de ver una peli, de cuando estoy con la guitarra… En mi caso, trabajo todo el rato y luego llega el momento en el que cojo todas esas notas y digo “aquí qué coño hay” y veo qué es lo que tengo, de qué se puede tirar y qué no.

La pandemia no ayudaría…Si no hubiese existido pandemia, imagino que el disco habría salido dos o tres años antes. Durante la pandemia decidí no escribir ni una coma. Fue absolutamente meditado y me dediqué a otras cosas.

¿No quería que le influyera?Así de claro. Y encima veía que todo mundo estaba escribiendo, que estaban aprovechando para escribir sobre la pandemia y no me apetecía nada escribir sobre la que nos estaba cayendo encima. Primero, porque yo no tenía todos los datos y cuando escribo cosas sobre el corazón siempre puedo aplicar eso de que el corazón tiene razones que la razón no entiende, no tengo por qué saber lo que ocurre, ni tenerlo claro, pero con la pandemia sí necesitaba saber lo que ocurría y parecía que todo mundo lo sabía menos yo. Así que decidí largarme de redes sociales y desaparecer por completo. Había demasiada mala leche en redes y no tenía nada que ofrecer, excepto más mala leche. Y me dediqué a aprender sobre nutrición, a volver a hacer deporte y a cambiarme la vida, que me hacía mucha falta.

Carlos Goñi, cantante y compositor de Revolver.
Carlos Goñi, cantante y compositor de Revolver.
José González

Si no es esa mala leche que cita, ¿cuál es el sentimiento que predomina en el disco?No hay ni un solo disco de Revolver que tenga ni siquiera la mitad de luz que tiene este. De hecho, una de las premisas que tenía en cuanto a qué canciones iban a formar parte del repertorio y cuáles no -y me cargué diez temas distintos acabados, que no sé si sacaré- era que todo lo que oliese a tristeza, fuera. Me da igual cuánto de buena buena la canción, por buena que fuera.

"Mis demonios se calmaron, dejaron de morder", dice en Calor y tiempo, ¿se siente en paz?Sí, es una de las cosas que últimamente digo con más orgullo: el hecho de que he conseguido levantarme por la mañana y tener el sentimiento de que la vida no me debe nada. Eso es la hostia, ¿sabes? Es un poco más profundo de lo que parece a primera vista, que la vida no te deba nada implica, por ejemplo, el no tener la sensación de que yo deba llenar el Wizink Center o de que tenga que vender 12 millones de discos. Cuando tienes la conciencia de que la vida no te debe nada, de que todo está bien. ¡Guau! Te sientes con mucha paz por dentro. Me lo he currado también en el sentido, por ejemplo, de que una de las batallas más gordas que he tenido toda mi vida, el tema de los kilos, que es una cosa que me ha jodido el carácter durante años, durante la pandemia me lo quité de encima de verdad porque me cambió la vida. Ese es uno de los demonios que ya no me asustan. Yo nunca he creído que el tiempo que el tiempo ponga las cosas en su sitio, ni que el tiempo te cure un carajo. El tiempo, como mucho te va ayudar a que aprendas a convivir con aquello que te duele. Pero a quitarte el dolor, eso no.

"La vida a cambio de un plato de gloria", canta usted en Adictos a la euforia, ¿tenemos mal posicionados nuestros valores? ¿Pasa mucho en el mundo del arte?En todos los mundillos, da igual, amigo mío. Es el asunto de preguntarte ¿qué venderías a cambio de qué? O mejor todavía, ¿a quién venderías a cambio de qué? Y acaba pareciendo que cualquiera está dispuesto a vender a cualquiera por conseguir la gloria, la presidencia del Gobierno, dirigir una gran compañía, éxito en base a lo que sea… Yo no tengo tan claro que los medios no importen para conseguir un fin, a mí sí me importan.

¿Cómo ha llevado usted la fama o ser el protagonista encima de un escenario?Encima de un escenario no lo llevo mal, de hecho me gusta, porque trabajo muchas horas, muchas horas al día y he aprendido a hacerlo cada ver mejor y encima de un escenario sé lo voy a pasar. Depende de mí y depende de lo bien o lo mal que lo haga. Llevo 40 años haciéndolo y sé que lo hago bien, en el escenario estoy cómodo. Los problemas vienen cuando bajas del escenario, ya lo decía Enrique Urquijo, que cantaba “cómo evitar que me vuelva vulgar al bajarme de cada escenario”. Ahí empiezan los problemas y son los mismos para todos.

¿Qué siente al bajar del escenario?Es una imagen que me viene muchas veces en la mayoría de los conciertos en teatros, pero al aire libre todavía se nota más: cuando terminas de tocar en un sitio al aire libre y piensas en cómo estaba hace un momento, con todas las luces, el equipo, no se cuánta gente, todo muy ensordecedor... Y cuando se acaba y los técnicos están desmontando y ves los restos en el campo de batalla el silencio es más ensordecedor todavía. Y es una imagen curiosa.

¿Y que le reconozcan o le bailen el agua como lo lleva?He tenido un círculo muy, muy cerrado de amistades. De mí se sabe poquísimo en general, gracias a Dios. Tampoco he sido yo muy mediático nunca, tampoco nos vamos a engañar. Y entre que no lo he sido y que me da mucha vergüenza exhibirme y que he sido muy retraído, muy tímido... pues al final la gente conmigo ha sido muy respetuosa y cuando le reconocen, que gracias a Dios sigue sucediendo, lo hacen desde el cariño y desde el respeto, y eso agrada a todo el mundo.

En El anillo de boda dice que “lo peor no es acabar, lo peor es no empezar por si se acaba”. ¿Hay que atreverse? 
Siempre, cómo no. Parece que es una frase muy obvia y lo es, pero a veces se nos olvida. Hay tantas ocasiones en las que no queremos hacer algo por si se acaba... tanto el tener una relación como el empezar un proyecto o cualquier cosa en tu vida. ¿Y si me sale mal? Si te sale mal, vuelves a empezar. No hay una vida que consista solo en subir y subir. Hasta de los astronautas, que son los que más alto han llegado, tienen que volver a bajar. Hay que intentarlo siempre. El único que palma es el que no lo intenta.

¿Cuántas experiencias propias hay en el disco? ¿Es necesario vivir, conocer, mirar, viajar, para componer?Ya sabes esa falsa cita del Quijote que dice que "quien lee mucho y viaja mucho, sabe mucho". No es del Quijote, pero es real. Cuanto más leas, mejor para ti, primero porque vas a vivir más vidas y eso es una maravilla, todo está en los libros. Ha sido una constante en mi vida y creo que en la de cualquiera que tenga un poco de curiosidad. Yo soy curioso hasta lo enfermizo. En cuanto a viajar, tres cuartos de lo mismo. Hay que salir, hay que airearse, hay que ver…

Y de ahí que apunte usted todo...Isaac Asimov decía algo así como que la más fiel de las biografías tiene algo de ciencia ficción. La memoria es una cabrona y lo considera real es lo último que haya recordado sobre eso. No lo anterior, que lo borra. La última vez que te acuerdas de tu primera novia, no es lo real, no es lo mismo que si lo hubieses pensado años atrás, no es el mismo recuerdo.

¿Aún odia todo lo que odiaba en Odio?Lo único que me jode de esa canción es el título, porque la canción me divierte mucho. Es la primera vez que se me ocurrió quitar la ironía, aunque yo proclame a los cuatro vientos que de la única religión de la que soy feligrés es de la de la Virgen de la ironía. Me jode haber usado odio, porque yo odiar… tengo todos los defectos del mundo, todos, pero hay uno que no tengo: soy cero rencoroso. Nada de esta cosa de yo perdono, pero no olvido, no, yo perdono y olvido. No odio a nadie, me tomé esa licencia literaria. Por decir algo… lo de hablar por el móvil… tendría que odiar ya a todo el mundo. Pero lo demás… es una pena, pero fíjate, una nación que tiene 20 años no te creas que se ha ido tanto y mira que ando escribiendo todo el rato situaciones.

Ha hablado de su pérdida de peso, ¿en qué le ha cambiado la vida?En todo. Mira, ¿cuánto hemos tardado en hacer las fotos para la entrevista? ¿Cinco minutos? No sabes lo que habríamos tardado hace tres años, ¿sabes cuánto me habría movido para hacer las fotos o el marrón que se había comido el repre? Le habría dicho que si hay fotos de promo, no hacía más fotos. O no habría hecho programas de televisión, porque me daba vergüenza. Cuando pierdes 32 kilos cambia todo tanto... ahora es como que todo me viene bien, en todas las situaciones del día y antes todo me venía mal y el principal motivo con esto del peso era que llevaba ganando batallas de vez en cuando, pero lleva perdiendo la guerra desde que dejé de jugar al balonmano. 
​En el año 2018 tuve una lesión con dos hernias discales y dos protusiones discales y eso provocó que el 2019 fuese físicamente el peor año de mi vida y lo pasé muy mal, porque fueron muchos miles de kilómetros y muchos conciertos con la espalda rota, como el que dice y con 30 kilos más de peso. Y fue un año demoledor. Con lo cual cuando llegó la pandemia aproveché el tiempo de encierro para entenderme y para gana esa guerra.

Habla de esos miles de kilómetros ¿se concilia bien la vida de músico con la con la vida familiar?A esa pregunta cuando cuando era mucho más joven habría respondido que malamente. A día de hoy las urgencias son otras, con lo que se concilia mucho mejor. Pero además está lo llegué a entender, que es el asunto de que normalmente parece que a partir de que tienes una pareja o de que tienes hijos tú ya pasas a no ser importante dentro de tu propia vida, o que tus anhelos, tus ilusiones, tus sueños, tu trabajo, lo que soñabas con querer ser, eso ya no es importante. La gente lo hace, tiene un hijo y de repente lo principal es ser padre, o marido, o esposa, o madre, da lo mismo. Y no sé si no es así.

¿De eso hablaba en El Dorado?El Dorado precisamente es una canción que cada uno lo ha entendido como ha querido, pero la letra pequeña de esa canción es que mis padres fueron a buscar su propio El Dorado, cosa que a mí me parece natural. Ser padre es una parte de tu vida, si eres esposo, es parte de tu vida… pero si lo que te gusta es ser músico, ser periodista, ser escritor, ser camarero, lo que sea, ¿qué pasa, que eso tiene que pasar a un segundo plano? Yo no creo. Creo en intentar conciliarlo todo y encontrar alguien que sepa que eso es lo que quieres hacer.

¿Lleva 40 años en la música, que le diría al Carlos Goñi del primer concierto?Que se cortara el pelo y se buscara un trabajo (risas). Es broma, porque ya me pidieron que me cortara el pelo y me daban un trabajo y dije que no. Está siendo un viaje extraordinario. Es un viaje para es un viaje para duros, eso sí. Hay muchas noches. Que este señor y yo [su manager, sentado junto a él] hemos llegado al hotel a las cinco de la mañana y recuerdo en algunas ocasiones ir el pasillo y quedarnos mirando y decir ¿esto es duro, eh? No es para todo el mundo, te tiene que ir la vida en ello.

¿Y qué hace que merezca la pena?Hay una magia tremenda, inclusive cuando a lo mejor a veces el concierto no está lleno... Creo que puedo explicar todo en mi vida menos dos cosas. No puedo explicar por qué cuando termino algunas canciones, que me ha ocurrido en este disco con una en concreto, me pongo a llorar como un imbécil. Eso me sigue pasando 40 años después y aunque solamente fuese por ese sentimiento, ya merecería la pena. El hecho de acabar una canción como El anillo de boda, una de las tres o cuatro mejores canciones que he escrito en mi vida con mucha diferencia. La otra cosa inexplicable es el directo. A pesar de haber tocado con bandas de músicas increíbles, con la de ahora he encontrado la horma del zapato. La banda para mí no es solamente que sean la hostia en un escenario o que tengan un súper equipo. La banda para mí perfecta es aquella que de repente son las 7:15 de la mañana y bajamos a desayunar y ya me apetece estar con ellos. 5 o 6 tipos con los que merece la pena haber coincidido en la vida y luego te subes a un escenario. Yo creo que eso ya solo por eso merece la pena.

Decía Robe Iniesta una vez en una entrevista que Extremoduro era él y con quien se juntara, ¿qué es Revolver ?Claramente soy yo porque nunca ha habido grupo, pero voy a diferir un poco de Robe. Yo seré tan bueno como buenos sean los que me acompañen. Esto es un mantra que tengo en la mente desde que empecé a coger la guitarra. No me interesa tener alrededor tíos que no sean espectaculares, porque cuanto más espectaculares sean, más me obligan a mí a estar a su nivel y eso es bueno para todos. Si yo no voy al concierto la gente no va a ir, esto lo tenemos claro. En su momento Warner me dijo, ¿Quieres llamarle a esto Carlos Goñi? Y les dije que no, me daba vergüenza.

¿Por qué Revolver?Cosas de juventud... primero porque era casi capicúa, después porque empezaba en r y acaba en r y eso era bastante fuerte. Después, tú fíjate la enajenación mental (risas) porque se decía igual en todos los idiomas y sobre todo porque venía de nombre horroroso, que era Comité Cisne. Mi madre me preguntó si tocaba en un grupo y cómo se llamaba y le dije "Comité Cisne" y me dijo "¿Comité qué?" (risas). Eso no podía volver a suceder. Revolver además me pareció interesante porque que es un sustantivo, lo cual implica que no sabes cuánta gente hay detrás. Y eso era muy importante.

Redactor '20minutos'

Redactor especializado en Televisión, Cultura y Espectáculos, con 19 años de experiencia. Locutor, colaborador televisivo y actor. Licenciado en Ciencias de la Comunicación en la CEU. He escrito guiones de cómic de humor, así como blogs sobre realities, además de en otros campos como la Historia y Fuerzas Armadas.

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