Una parte de la cornisa de la catedral de Toledo se ha desprendido este sábado y ha caído en la calle Cardenal Cisneros, sin que se hayan producido heridos.
El desprendimiento se ha producido a las 9.43 horas, ha informado en una nota de prensa el Ayuntamiento de Toledo, que ha indicado que hasta el lugar se han dirigido efectivos del parque de bomberos de la ciudad y agentes de la Policía Local, para garantizar la seguridad en la zona.
Tras dar conocimiento al propietario del inmueble del suceso, los bomberos han supervisado esta parte del templo para comprobar su estado.
Los bomberos han constatado que el muro afectado por el desprendimiento es seguro, por lo que la Policía Local ha reabierto el tráfico en esta calle del casco histórico de la ciudad en la que se ubica la catedral primada, ha indicado el Ayuntamiento toledano.
No es la primera vez que la caída de una piedra de la Catedral recuerda la fragilidad de alguna de sus zonas. En 2012, una roca de aproximadamente 20 kilos se desprendió de la torre de la catedral y, aunque cayó cerca de un viandante, tampoco llegó a causar daños personales.
El deán del cabildo primado, Juan Pedro Sánchez Gamero, ha reiterado al Gobierno central la necesidad de restauración que arroja la fachada sur del santuario, que precisa de rehabilitaciones "principalmente en pináculos y otros elementos que podrían desprenderse y comprometer la seguridad".
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