Un turista australiano de 59 años ha muerto tras el ataque de un tiburón en el territorio francés del Pacífico de Nueva Caledonia en Australia este domingo. El hombre se encontraba nadando cerca de un barco pontón a unos 150 metros de la playa de Noumea cuando se produjo el ataque. El tiburón pudo haberse acercado a la zona atraído por la comida que habían arrojado desde la "plataforma de observación" de un restaurante cercano.
El tiburón mordió al hombre en varias ocasiones hasta que los servicios de emergencia pudieron llevarle hasta la orilla, lugar donde terminó falleciendo. La víctima del ataque presentaba grandes mordeduras en la pierna y en ambos brazos. Los sanitarios le realizaron un masaje cardiaco pero los intentos por salvar la vida del turista no tuvieron éxito.
Muchos bañistas se encontraban disfrutando de las olas cuando ocurrió el incidente. La policía tuvo que evacuar la playa. Posteriormente, la alcaldesa de Noumea, Sonia Lagarde, ordenó el cierre de esa y otras playas de la zona además de la captura de tiburones tigre y toro en aguas cercanas. Para rastrear a los ejemplares se desplegaron drones. Según la Policía, antes del anochecer se avistaron dos tiburones en la zona.
Cerca del lugar donde se produjeron los hechos se encuentra un restaurante desde el que tanto el personal como los huéspedes, acostumbran a arrojar comida al agua. La plataforma de observación del restaurante es localmente conocida como "plataforma de alimentación". Los huéspedes tiran la comida para alimentar a los peces pero, a menudo, también atraen a los tiburones a la zona.
“Había sangre por todas partes, podíamos verla desde la playa. Tantas personas estaban en el agua al mismo tiempo y solo habían reabierto la playa hace unos días”, ha contado un turista al medio australiano The News.
Una playa con antecedentes
La playa de Noumea había estado cerrada hasta dos días antes de el ataque por otros ataques de tiburón similares. Los lugareños estaban sorprendidos de que la playa reabriese. Muchos de ellos piensan que la playa debería haber permanecido cerrada y que la reapertura fue algo prematura.
EL 29 de enero una maestra de 49 años perdió su pierna por un taque de tiburón en la playa australiana. Días después otro tiburón cargó contra un hombre, en este caso, pudo salvar su vida.
Según el Museo de Historia Natural de Florida, encargado de hacer un recuento de ataques de tiburón de todo el mundo desde 1958, Nueva Caledonia ocupa el puesto número 13 a nivel mundial en ataques de tiburón.
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