Primer aniversario de guerra

El liderazgo "empático" de Zelenski frente al "paternalismo" de Putin, dos estilos de mando enfrentados en la guerra de Ucrania

Zelenski vs. Putin.
Zelenski vs. Putin.
HENAR DE PEDRO
Zelenski vs. Putin.

Volodimir Zelenski y Vladimir Putin son las cabezas visibles que encarnan a los dos bandos enfrentados en la guerra de Ucrania. Dos líderes diametralmente opuestos que ejercen el mando con discursos, escenografías y gestos muy diferentes, pero ambos con una enorme capacidad de persuasión.

"Zelenski ha recogido el liderazgo fuerte de los antiguos países de la órbita soviética, pero lo ejerce de una forma mucho más empática, busca la empatía en su público objetivo y a partir de ahí marca unas líneas de actuación", explica Víctor Renobell, director del grado de Ciencias Políticas en la UNIR y doctor en Sociología.

Frente a ese estilo se opone un presidente ruso mucho más distante con los ciudadanos: "Putin es heredero directo del viejo liderazgo político de la URSS. Es un liderazgo duro, que busca ese paternalismo propio de todos los países del espacio soviético".

"Putin busca la imagen de una figura casi suprema, al estilo también de China. Una figura suprema que hace que el pueblo la necesite para ser gobernado. Su estrategia no es la empatía, sino ejercer de padre y cuidar de su pueblo para que no le pase nada. Un líder que se sacrifica por su pueblo", añade.

Por su parte, Alicia Martos, experta en comunicación no verbal y colaboradora de 20minutos añade que "la batalla mediática por supuesto es de Zelenski porque su estilo de liderazgo ha llegado a todo el mundo. El de Putin ya no se lleva, simplemente se preocupa de proyectar poder. Es un poco el típico abuson de la clase con un estilo centrado en el miedo; eso causa rechazo".

En este sentido importante también el contexto y cómo el líder se adapta a él. "Zelenski en mitad de una guerra ha sido capaz de diseñar una estrategia de comunicación muy potente", recuerda Martos. No es baladí que su figura se haya elevado a muchos altares. "Zelenski comunica además con empatía y si nos vamos a la definición de héroe cumple con todos los items que por definición tenemos de un héroe", comenta la experta.

Zelenski domina el lenguaje y la comunicación

Recuerda Renobell, además, que Zelenski viene del mundo de la interpretación y domina a la perfección ese lenguaje: "Él es actor y antes de la guerra protagonizaba una serie de televisión en la que justamente interpretaba la versión cómica del líder de un país que persigue una transición hacia un entorno más democrático y europeísta".  

"Zelenski utiliza muy bien todo el tema de la comunicación, se vistió desde el primer día con esa camiseta verde militar y ejerce como líder de un país democrático y como líder del ejército ucraniano. Está al frente de todo y ese es el papel que representa ahora", añade.

Y destaca que "ha conseguido una imagen de líder que se preocupa" por sus ciudadanos: "Dio un golpe de efecto al quedarse en Kiev desde el primer día de la guerra. Cuando empezó la invasión y no había cobertura de televisión, cogió un teléfono móvil y se grabó en un vídeo para demostrar que estaba ahí. Les hizo sentir a los ucranianos que el país seguía gobernado a pesar de estar siendo atacado".

Putin, el padre protector de los rusos

Pero Renobell también afirma que Putin es un líder querido por los rusos y pone de manifiesto las diferencias entre la visión que se tiene de él dentro y fuera de Rusia: "Desde el exterior, y ahora más a raíz de la guerra de Ucrania, se ve a Putin como un dictador que gobierna un país con mano dura y hace lo que quiere, siempre en busca de su propio beneficio y de los suyos, pero esa visión es completamente diferente dentro de Rusia".

"Para la gran mayoría de rusos, Putin actúa como un padre protector de todo enemigo exterior, un enemigo que en la época soviética eran el capitalismo y los Estados Unidos, y que ahora es cualquier cosa que esté fuera de los intereses de Rusia como país, unos intereses que decide y marca el propio Putin", afirma el politólogo.

"Pocos rusos están en contra de Putin, pero no porque estén sometidos, sino porque realmente no quieren estarlo. Nadie quiere estar en contra de esa figura paterna que les da protección en su día a día. La mayoría de rusos piensan que gracias a Putin ni Estados Unidos ni Europa atacaron a Rusia antes de lanzar la invasión de Ucrania", añade.

Martos da otra perspectiva. "Putin tiene algunas conductas que son primitivas. Se ve la imagen del simio agresivo, una conducta de ataque: por ejemplo abre los brazos para parecer más grande, se preocupa por la imagen de macho alfa, y usa muy bien los silencios para generar atmósfera de intriga", desarrolla. Pero dentro de la distancia que marca hay algunos matices porque, eso sí, "no oculta todas las emociones, aunque muchos digan que sí, pero sí que las selecciona y las expone cuando le viene bien".

Una brecha generacional entre ambos

Renobell también destaca la diferencia de edad entre ambos líderes (Zelenski tiene 45 años y Putin ya ha cumplido los 70) como un factor determinante a la hora de gobernar: "Zelenski es joven y sabe convivir con el mundo digital, tiene redes sociales y las utiliza habitualmente. Se mueve mucho mejor en el mundo de las comunicaciones modernas, mientras que a Putin no le interesa porque le basta con mantener el control sobre los medios tradicionales, prensa, radio y televisión". 

A su estilo, el presidente ruso también utiliza la escenografía a su antojo en sus apariciones públicas. Por ejemplo, con las gigantescas mesas que utiliza en sus recepciones oficiales y que, incluso, han llegado a ser motivo de memes y bromas en Occidente: "Putin quiere cultivar la imagen de cabeza de familia y esas mesas tienen mucho que ver con ello. Cuando recibe a otros dirigentes también quiere dar una imagen de padre que se sienta en la mesa con sus hijos, pero a cierta distancia para enfatizar su liderazgo".

De nuevo, para Martos la clave está en otro punto. "Es una brecha más de personalidad. Son personalidades totalmente antagónicas", comenta, y no cree que se trate "tanto de una cuestión generacional" aunque la edad de ambos pueda influir. "Putin tiene una personalidad tan distante y tan fría que ahí está la brecha", añade, y tiene en cuenta también "una brecha cultural" dado que los rusos "tienen una tendencia mayor a la desconexión social". Martos acaba con una conclusión: "Zelenski es la expresión del afecto frente a Putin, que es todo lo contrario. Existe un abismo entre ambos".

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