Cómo gestionar la sobreexcitación de nuestros perros al llegar a casa tras un paseo

Un perro corriendo en el jardín.
Un perro corriendo en el jardín.
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Un perro corriendo en el jardín.

¿Alguna vez os ha pasado que tras un paseo (ya sea largo o corto) con vuestros perros, a la hora de llegar a casa, lejos de estar cansados y querer tumbarse un poquito en el sofá, se han puesto como locos? Pues resulta que tiene una explicación y suele encontrarse en el paseo previo.

Víctor Padilla y Alba Fernández, educadores caninos en Olfateando El Mundo, explican que "esta sobreexcitación se puede ver reflejada en carreras por los pasillos o salón, mordidas al sofá o a los tutores", lo que nosotros llamaríamos 'ganas de jugar', pero que no debemos confundir con la sobreexcitación o la descarga de emociones. 

"Los perros, a través del juego, gestionan muchas de sus emociones y la mayoría de las veces ese 'juego' no se trata de algo lúdico para pasárselo bien", concretan los educadores.

De esta forma, los expertos en educación canina diferencia tres factores que pueden causar la sobreexcitación del perro: que el paseo haya sido sobreestimulante, que haya habido alguna situación negativa en el último tramo del paseo o que se trate de un perro jovencito.

Qué ha pasado antes de la sobreexcitación

El primer factor que nos podemos encontrar es que el paseo haya sido demasiado estimulante. "Tenemos muy normalizado, por ejemplo, la locura de la ciudad, pero para un perro es una sobrecarga de información que recibe por todos sus sentidos", comentan Padilla y Fernández.

Por otro lado, si ha ocurrido algo negativo durante el último tramo del paseo, como "un encuentro con otro perro, algún autobús pasando muy cerca o una persona que le haya tocado sin que él quisiera", puede también provocar esa locura nada más llegar a casa.

Y por último, "puede ser algo relativamente natural cuando hablamos de perros muy jóvenes, pero está íntimamente relacionado con el primer motivo", aseguran. "Cuando un perro necesita descargar energía siempre hay que pensar qué ha pasado antes".

Por estos motivos, es imprescindible que aprendamos a entender lo que nuestros perros nos están diciendo, tanto en casa como durante los paseos, a parar cuando lo necesiten, dejarles olfatear y no centrarnos solo y exclusivamente en pasear como humanos, si no en intentar hacer el paseo mejor para nuestros peludos.

El último tramo de los paseos

"Si enfocamos un paseo solo a que vaya al parque de perros, por ejemplo, un lugar donde todo es sobreexcitación, carreras y locura, y luego tenemos un tramo de apenas cinco minutos de vuelta, a nuestro perro no le dará tiempo a bajar revoluciones antes de llegar a casa", explican los expertos de Olfateando El Mundo.

Esto es lo que podría provocar que en el momento que quitamos el arnés y nuestro perro queda libre, explote con lo que pille. "Como recomendación, es importante analizar el paseo que damos con nuestros perros y los posibles motivos que pueden causar esa sobreexcitación", explican.

Hay perros que le va mejor masticar algo, otros olfatear y algunos con el simple hecho de agacharnos con ellos y permitirles el contacto social basta

"Siempre es importante que tu perro conecte al máximo con el olfato en la calle, pero en los últimos 10 o 15 minutos es de vital importancia", detallan. "Si le ves pasado de vueltas, tirando mucho de la correa, quizá te ayude, por ejemplo, echar unas chuches en una zona de césped y hacer que trabaje esa trufa". 

Por supuesto, cada perro es único y por ello no todos lidian con esa sobreexcitación de la misma manera. "Hay perros que le va mejor masticar algo, otros olfatear y algunos con el simple hecho de agacharnos con ellos y permitirles el contacto social o forzajear un poco con un mordedor de tela, basta", explican Padilla y Fernández.

No obstante, que esta situación se repita regularmente en el tiempo es indicativo de que algo va mal. "Más allá de tratar de bajar las revoluciones en casa, si es algo frecuente, esto siempre tiene un pequeño coste emocional para el perro", comentan los educadores caninos.

"Es importante que, cuando enfocamos la educación de forma amable, entendiendo las emociones de nuestros perros, nos centremos en el previo y no ser reactivos y actuar cuando esto ya está pasando", concluyen.

Inés López
Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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