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El juego de equilibrios del PSOE con Feijóo: entre criticar su año del "no a todo" y depender del PP para reformar el 'solo sí es sí'

Algunos de los miembros del Comité Electoral del PSOE, liderado por María Jesús Montero y Santos Cerdán.
Eva Ercolanese / PSOE

La dificultad que está encontrando el PSOE para llegar a un acuerdo con Unidas Podemos para reformar de la ley del 'solo sí es sí' está dejando a los socialistas en una posición cada vez más complicada. Al menos, en una ambigüedad poco cómoda. Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular, sigue siendo el objetivo a batir y hacia él van las principales críticas de la dirección socialista, que, sin embargo, dependerá de sus votos para aprobar la modificación de la ley estrella de los morados.

Fuentes de la dirección federal explican que la "prioridad" a día de hoy sigue siendo la de pactar con el socio minoritario de la coalición y el resto de miembros de la llamada mayoría de la investidura. De momento, el PSOE solo cuenta con el voto favorable del PNV y el PDeCAT. En el caso de ERC o EH Bildu, lo que piden es que se llegue a un acuerdo con Igualdad y el Gobierno no se parta en dos en la votación. Es aquí donde entra en juego el PP, cuyos 89 diputados serán imprescindibles si Unidas Podemos y los nacionalistas se desmarcan.

"Para nosotros, la prioridad, la cuestión fundamental, es proteger a la mujer, endurecer las penas y mantener el consentimiento. Esa es la apuesta clara del PSOE y los que estén en esa línea podrán manifestarlo con su voto", defendió ayer la portavoz socialista, Pilar Alegría, sin mentar directamente a los 'populares'. No obstante, dentro del partido saben que lo más probable es que necesiten sus votos. "Da igual que lo saquemos con el PP o con Bildu; lo que la gente quiere es que lo solucionemos", decía la semana pasada una ministra socialista en los pasillos del Congreso.

La baza con la que cuentan en Ferraz es que al PP tampoco parece venirle bien que haya una negociación que conlleve una foto entre ambos. Génova lo ha dejado claro. Pese a criticar la "absoluta irresponsabilidad" del Gobierno, el portavoz de campaña del PP Borja Sémper aseguró que "por encima de los intereses de [Pedro] Sánchez y de su Gobierno están los intereses del sentido común y la modificación de una ley chapucera que está perjudicando y revictimizando a las mujeres".

Basándose en eso, el PSOE sigue poniendo en el foco a Feijóo. Tanto, que incluso ha puesto en duda su voto favorable a esta reforma. "Permítanme que dude de la fiabilidad del Partido Popular, que en más de una ocasión ha manifestado que pusiéramos en marcha la rebaja del IVA de las facturas de luz o el gas y luego ha votado en contra", añadió Alegría. No se quedó ahí la ministra de Educación, sino que llegó a hacer un balance del primer año de Feijóo al frente del principal partido de la oposición. "Un 'no' a todo", apuntó Alegría desde el atril de la sala de prensa de Ferraz.

Un conflicto enquistado

Con todo, lo cierto es que la negociación entre socialistas y 'morados' ha encallado y no tiene visos de prosperar. No hay riesgo de ruptura de la coalición y Alegría defendió este lunes que la comunicación es "constante", pero lleva días sin haber avance alguno en cuanto a la ley del 'solo sí es sí'. Más que nada, porque desde el PSOE denuncian que ya es una negociación "rebote", en la que se intercambian documentos que no tocan el punto de disenso, fijado en la forma de subir las penas. 

Es por ello que los socialistas también fían la negociación a la presión que pueden hacer grupúsculos dentro de la amalgama de partidos que es Unidas Podemos y que se han mostrado favorables a la tesis socialistas. También EH Bildu y ERC, con los que se hablará para hacerles cambiar de opinión y que puedan arrastrar así a Irene Montero al acuerdo.

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