Existe el comportamiento prosocial en perros: un estudio demuestra que ayudan a aquellos que conocen pero se desentienden del resto
- La familiaridad entre perros promueve el comportamiento prosocial.
- El experimento que demuestra que la atención humana afecta a las expresiones de los perros.
En comparación con el resto del reino animal, la cooperación humana a gran escala es excepcional y se considera el origen de nuestra cognición, tecnología y cultura. De hecho, se cree que uno de los requisitos previos requeridos para tal relación son las preferencias entre individuos, algo que, sorprendentemente, también tienen nuestros compañeros de cuatro patas, los perros.
Estas preferencias han sido estudiadas en primates y en otros animales como las ratas, pero sobre perros solo había casos de relaciones entre canes y personas, por lo que siempre ha habido un factor de "obediencia", especialmente cuando hablamos de animales domésticos.
Por este motivo, un grupo de investigadores del Instituto de Investigación Messerli, perteneciente a la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Viena ha decidido realizar varios experimentos para ver cómo se comportan los perros con otros de su misma especia en cuanto a cooperación se refiere.
Los resultados de su estudio sugieren que los perros están más predispuestos a donarle comida a otros canes a los que conocen previamente, demostrando así que existe una prosocialidad entre ellos (preferencia entre individuos) que está demostrado que existe en las personas.
Los perros ayudan a sus amigos peludos
Los perros y sus parientes más cercanos, los lobos, muestran un comportamiento social cooperativo, por lo que hay motivos para suponer que estos animales también se comportan prosocialmente con sus congéneres. Al menos así lo considera Friederike Range, del Instituto de Investigación Messereli. "Durante miles de años de domesticación, los perros han sido seleccionados por sus habilidades sociales", afirma.
Para comprobar si su hipótesis es cierta, estudiaron a 16 perros para evaluar su predisposición a ayudar a compañeros familiares frente a otros totalmente desconocidos, y lo hicieron mediante un sistema de bandejas que consistía en un perro debía empujar unas de ellas para decidir si un segundo can recibía un premio o no.
"En la prueba, los perros donantes usaron sus bocas para tirar de una cuerda y llevar una bandeja hacia un segundo perro, pudiendo elegir entre una bandeja vacía o una bandeja que contuviera una golosina", explican los autores del estudio.
En esta actividad, los perros donantes decidían si el otro perro recibía una golosina o no, sin recibir un premio. Así, el único propósito era beneficiar al otro. "Al realizar varias pruebas de control, descartamos la posibilidad de que los perros simplemente estuvieran tirando de las bandejas por diversión", aseguran.
Se comportan realmente de manera prosocial con otros perros, algo que no se había demsotrado antes
De hecho, observaron que un factor clave era que los perros conocieran al receptor de ese premio. "Los perros donante tiraron de la bandeja de donaciones con más frecuencia para los perros familiares que para los desconocidos", explican los investigadores.
"Se comportan realmente de manera prosocial con otros perros, algo que no se había demostrado antes", añaden. "Lo que también encontramos fue que el grado de familiaridad entre los perros influyó aún más en este comportamiento, quedando claro el comportamiento prosocial, que se mostró menos con perros desconocidos que con los familiares".