Uno de cada cinco niños presenta trastornos alimenticios en forma de vómitos forzados, atracones, ejercicio excesivo o uso de laxantes

  • Según el primer metaanálisis de la literatura científica sobre el tema, el riesgo aumenta en niñas y adolescentes.
  • El doctor López-Gil explica a '20minutos' que las causas son "multifactoriales" y resalta el papel de las redes sociales.
Una niña come en el suelo de una cocina, en una imagen de recurso.
Una niña come en el suelo de una cocina, en una imagen de recurso.
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Una niña come en el suelo de una cocina, en una imagen de recurso.

Un metaanálisis de 32 estudios ha concluido que el 22% de los niños, niñas y adolescentes del mundo presentan signos de conductas alimentarias alteradas como darse atracones, vómitos autoinducidos, realizar ejercicio excesivo, alta preocupación por el peso o usar laxantes o diuréticos. Estos comportamientos son previos a los trastornos de conducta alimentaria (TCA) diagnosticados, pero se registran con menor frecuencia e intensidad y pueden derivar en trastornos con graves consecuencias para la salud. La prevalencia de menores es riesgo de padecer algún TCA es mayor entre las niñas, entre los menores con mayor índice de masa corporal y entre los adolescentes de mayor edad.

Así lo afirma un equipo internacional de investigadores dirigido por el científico murciano de la Universidad de Castilla-La Mancha, José Francisco López-Gil, cuyos resultados han sido publicados este lunes en la revista JAMA Pediatrics. El trabajo, realizado con las respuestas de 63.181 participantes de entre siete y 18 años de 16 países, es el primer estudio hasta la fecha que estima la prevalencia de menores en riesgo de sufrir trastorno de la conducta alimentaria. Para calcularla, ha analizado los resultados del total de 32 estudios realizados previamente con menores que emplearon como herramienta de diagnóstico el cuestionario SCOFF.

"Es un trabajo que sirve para alertar de este problema y evidenciar síntomas que pueden acabar en consecuencias fatales", resumen el investigador principal a 20minutos.

Sus resultados arrojan que si dos de cada diez menores presenta signos de conductas alimentarias alteradas, cuando se trata de las niñas, el porcentaje aumenta al 30%. "Puede ser por la estigmatización que pueden sufrir, los estereotipos, la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales, que juegan un papel importante en el desarrollo de estas conductas", explica el doctor López-Gil. El nutricionista destaca Instagram, TikTok o Snapchat, que son redes en las que los jóvenes se exhiben con fotos mucho más que en otro tipo de plataformas como Twitter o WhatsApp.

En concreto, de las 27. 548 menores participantes, el 30% presentó signos de alteraciones en la conducta de alimentaria, mientras que de los 26 .170 chicos analizados, el 17% reportó este tipo de comportamientos relacionados con la forma de comer. Además, conforme aumenta la edad o el índice de masa corporal, los investigadores identificaron mayor riesgo de sufrir trastorno. 

Las causas son, según apunta López-Gil, "multifactoriales". Detrás de un TCA puede haber problemas familiares o familias desestructuradas, un bajo nivel socioeconómico -asociado a una peor salud en general- o uso de las redes sociales. "Hay muchos factores que entran en juego, no solo hay una causa", anota.

Ejemplos de conductas de alimentación alteradas evaluadas por los investigadores son una preocupación excesiva por el peso corporal, la sensación de pérdida de control sobre la comida que se ingiere -no poder poner freno a lo que se come-, vómitos autoinducidos, pérdida repentina de peso en un corto periodo de tiempo -unos seis kilos en tres meses- o problemas para alimentarse con normalidad como sentirse lleno o enfermo cuando se ingiere una cantidad adecuada de comida -"quizá porque mentalmente se asocia a un exceso aunque no lo sea"-. Estas conductas podrían ser un signo prematuro de posibles TCA, trastornos patológicos como la anorexia o la bulimia.

Las consecuencias más graves de los TCA son el suicidio o problemas de salud mental, explica el investigador, que también relaciona estos trastornos en los patrones alimentarios a un riesgo de malnutrición. López pide "tomar en serio" la salud mental: "Necesitamos más profesionales de la salud mental en la Atención Primaria y los TCA son otro factor más a tener en cuenta en la salud mental de la población".

Los TCA son otro factor más a tener en cuenta en la salud mental de la población"

Se tiene la percepción errónea de que los trastorno de la conducta alimentaria se asocian muchas veces a personas de bajo peso y delgadas, y no tiene por qué ser así. De hecho, los menores con mayor índice de masa corporal, con sobrepeso y obesidad, presentan más síntomas de riesgo de alterar sus conductas alimentarias, en parte por "el rechazo social a la obesidad y la preocupación excesiva por la imagen corporal", explica el también doctor de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Los investigadores han analizado los resultados del total de 32 estudios realizados previamente con menores que emplearon como herramienta de diagnóstico el cuestionario SCOFF, que es "rápido, sencillo y gratuito", afirma López-Gil, que reivindica un mayor uso del mismo por parte de los profesionales sanitarios para detectar posibles futuros TCA. Para prevenir las TCA, el experto pide asimismo campañas de concienciación que promuevan estilos de vida y hábitos de alimentación saludables, y que las familias estén atentos a los comportamientos de los menores.

En este sentido, el investigador de la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Melbourne (Australia), Trevor Steward, que no ha participado en este trabajo, ha afirmado en declaraciones a Science Media Centre que "combatir la estigmatización que rodea a los comportamientos alimentarios alterados y el peso es una de las claves para que las personas pidan ayuda. Asimismo, destinar mayores recursos a acciones dirigidas a prevenir, detectar y comprender mejor los mecanismos que subyacen a las alteraciones de la conducta alimentaria beneficiaría enormemente a los jóvenes vulnerables". 

El especialista valoró que los resultados de este estudio "ponen de manifiesto que ya no se puede ignorar la magnitud de este problema. Se necesitan investigaciones futuras que examinen las conductas alimentarias compulsivas, ya que el trastorno por atracón tiene la prevalencia más alta de todos los trastornos alimentarios y no se examinó a fondo en este estudio", agregó.

Lolita Belenguer
Redactora '20minutos'

Periodista y portadista en 20minutos desde 2012. Empecé en la sección de Multimedia y de ahí he pasado por Redes, Cultura, Cierre y Mi Bolsillo. Desde hace cuatro años formo parte del equipo de Última Hora lidiando sobre todo con el coronavirus. Me gusta escribir de salud, ciencia, medio ambiente, educación y temas sociales.

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