El próximo 2 de junio, Marta López Álamo y Kiko Matamoros se darán el 'sí quiero' en la basílica de San Miguel de Madrid. Este compromiso ha llevado a la modelo reflexionar, precisamente, sobre su vida personal y profesional.
Lo ha hecho a través de sus historias de Instagram respondiendo a algunas de las preguntas que sus seguidores le han dejado en la caja de cuestionario que compartió para ellos. "¿Qué es lo más duro de ser modelo?", es una de ellas. La joven tiene muy clara su respuesta: "Viajar todo el rato y estar un mes o dos en cada país".
Aunque el moverse de un lugar a otro sea "beneficioso", tal y como ella misma apunta, puesto que se consiguen más oportunidades laborales, también repercute en que sea "difícil compaginar una vida personal estable".
Marta López se siente afortunada de estar creciendo en el mundo del modelaje y, a su vez, poder cuadrar este trabajo con su vida alejada de las pasarelas.
"Si hubiera escogido mi trabajo, hubiera llegado mucho más lejos. Con mi edad, hay chicas que han llegado a mucho más a cambio de renunciar a su vida personal. Yo he elegido el corazón siempre, pero mi trabajo me hace intensamente feliz y poder combinarlo es un privilegio", reflexiona en su respuesta.
Así pues, y a modo de conclusión, Marta López Álamo considera que, bajo su punto de vista, lo más duro de ser modelo es "la poca estabilidad, incompatibilidad laboral y personal y soledad".
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