Las ciudades españolas más y menos permisivas para alquilar una vivienda si tienes perro o gato

A la hora de alquilar una vivienda, uno de los principales inconvenientes que podemos encontrar es que no nos acepten por tener un gato o un perro en la familia. Todavía existen barreras para que nuestras mascotas sean aceptadas en determinadas viviendas y, por ello, desde la Fundación Affinity y Fotocasa han elaborado un estudio para comprobar cuáles son las comunidades y provincias en las que hay una mayor dificultad para alquilar una vivienda a familias con gatos y perros. "En España, casi la mitad de los hogares convive con un animal de compañía y solo un 4% de las viviendas en alquiler aceptan expresamente a familias con gatos o perros", señalan en el informe

En este sentido, Aragón es la región que muestra una mayor dificultad para alquilar una vivienda en estas situaciones, con menos del 1% de aceptación. En el lado contrario, "la Comunidad de Madrid supera la media española con un 7% de aceptación", según los resultados del análisis. 

Estas son las comunidades más restrictivas

Después de Aragón, las comunidades más restrictivas a este tipo de alquileres son "País Vasco, Extremadura, Castilla y León y Cantabria, con menos de un 2%". En el lado opuesto, después de la Comunidad de Madrid, se encuentran Baleares, la Comunidad Valenciana y Canarias, que registran una media de un 6%.

"Queremos sacar a la luz los problemas que tienen las personas que conviven con un animal de compañía a la hora de alquilar una vivienda donde todos los miembros de la familia, incluidos los perros y gatos, sean bienvenidos", detalla la directora de la Fundación Affinity, Isabel Buil. En muchos contratos de arrendamiento, recuerda, "se incluye la cláusula de ‘no se aceptan animales’ por defecto y queremos mover a la reflexión sobre este tema".

Por provincias, alquilar una vivienda junto a su perro o gato no es fácil en Palencia, Ciudad Real, Salamanca y Teruel, al encontrarse por debajo del 1%, mientras que Barcelona, Alicante, Santa Cruz de Tenerife y Valencia se acercan al 6%. "Convivir con un animal de compañía no es sinónimo de problemas, simplemente hay que cumplir unas normas básicas y creemos que hoy en día tenemos suficiente información y responsabilidad como para asegurar una buena convivencia", añade Isabel Buil.

Cuáles son los inconvenientes

Pero, ¿por qué los propietarios siguen sin aceptar animales en una vivienda? Como destacan en el estudio, sigue existiendo la creencia de que un animal puede suponer un gasto añadido para el arrendador por los posibles desperfectos que puede generar en la casa. "No obstante, lo que parece preocupar más a los que quieren arrendar sus propiedades son los inconvenientes en la convivencia, como son los posibles ruidos u olores".

"Creemos que esta negativa por parte de los propietarios responde más a los prejuicios que como sociedad arrastramos, que no a la realidad. Lo más importante para un propietario es encontrar a la mejor familia para habitar su casa, y muchas veces, esta tendrá un perro o un gato con el que vive en perfecta armonía, orden y limpieza", subraya la directora de la Fundación Affinity.

En España, un 44% de la población convive con un animal, una tendencia que sigue al alza. Por eso, recuerda, "debemos desterrar la idea de que los animales son sinónimo de ruidos y suciedad porque eso no tiene ninguna base y es una creencia que merma la igualdad de oportunidades de muchas familias a la hora de acceder a una vivienda".