La niña inglesa que con tres años de edad desapareció del apartamento en el que dormía junto a sus hermanos, en el Algarve portugués, mientras sus padres cenaban con amigos en un restaurante cercano, estaría ahora cerca de cumplir 20 años de edad. La desaparición de Madeleine McCann ha dado lugar a muchas teorías durante todos estos años. La última, la de la joven polaca de 21 años Julia Wendel -también identificada como Julia Faustyna-, que cree ser ella la hija mayor de los médicos británicos Kate y Gerry McCann.

Esta chica, que vive en Alemania y ha creado una cuenta de Instagram para pedir una prueba de ADN que ratifique sus sospechas, defiende que comparte rasgos físicos con la niña desaparecida en 2007, como una mancha en la mejilla izquierda o la característica coloboma del iris, una afección ocular rara, normalmente de tipo congénito y con una incidencia en Europa inferior a 2 casos por 10.000 nacimientos, que se evidencia en una mancha oscura en la pupila.

Las pruebas que alega una joven polaca para decir que es Madeleine McCann

Pero la joven polaca no es la primera que alega ser Madeleine McCann. En 2017, una estudiante llamada Harriet Brookes, residente en Manchester (Reino Unido), aseguró en las redes sociales que era la niña desaparecida. "Chicos, no suelo creer en las teorías conspirativas, pero honestamente creo que soy Madeleine McCann", rezaba el mensaje que la joven escribió a sus amigos y que una de ellas compartió en Twitter. "Soy Madeleine McCann y no se qué hacer conmigo misma", añadió en un chat con sus amigos.

A pesar de que el mensaje se viralizó con 30 mil retuits, su teoría se descartó muy pronto ya que la edad de Brookes, ya en la universidad por aquel entonces, no cuadraba con la que habría tenido entonces Madeleine (14 años). La chica terminó confesando que todo había sido una broma que se le había ido de las manos.

También en las redes sociales, esta vez en TikTok, apareció una supuesta Maddie de 21 años que decía ser la niña desaparecida y publicó fotografías suyas junto otras de la pequeña para exponer el parecido físico entre ambas. Sin embargo, también reconoció que todo se trató de una broma sobre un asunto que conmovió a la sociedad, por lo que fue criticada por los usuarios de las redes sociales.

Por último, la sueca llamada Embla Jauhojarvi saltó a la prensa en 2016 tras hacerse viral las fotografías de ella malviviendo en las calles de Roma (Italia) publicadas por un viandante preocupado. Llevaba seis meses desaparecida y se le relacionó con varios niños a los que se les había perdido el rastro, entre ellos la pequeña británica Madeleine McCann.

Fue el padre de esta china, que tenía entonces 22 años y su edad tampoco encajaba con la que habría tenido Madeleine, quien desmintió que su hija fuera la niña británica y relató que su hija sufría el síndrome de Asperger y que se había escapado de casa hacía meses. 

Los padres no tienen que hacerse prueba de ADN

Tal y como ha informado la asociación especializada en informar sobre desaparecidos, Alerta Desaparecidos, no es preciso que los padres de la menor desaparecida en el Algarve se hagan la prueba de ADN para cruzarla con los resultados de las muestras de Julia, la última joven que dice creer que es la desaparecida Madeleine, ya que todas las policías del mundo disponen ya de su ADN. 

Las pruebas que alega Julia, el ADN de los padres... Las claves y dudas sobre el giro en el 'caso Madeleine McCann', en vídeo

"Los padres de Madeleine McCann no tiene que realizarse ninguna prueba de ADN. Su ADN lleva desde el principio de la desaparición de su hija en las bases de datos a nivel mundial de personas desaparecidas. Madeleine es la persona más buscada del mundo", aseguraron en un mensaje en Twitter.

Las claves sobre el giro en el 'caso Madeleine McCann'