Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El desgaste de audiencia de la docuserie sobre Joaquín Sánchez: hasta para mitificar hay que cuestionar

Joaquín con Lopera en 'La penúltima y me voy' de Antena 3.
Joaquín con Lopera en 'La penúltima y me voy' de Antena 3.
Atresmedia
Joaquín con Lopera en 'La penúltima y me voy' de Antena 3.

La serie documental de Joaquín Sánchez, La penúltima y me voy, se estrenó en el prime time de Antena 3 con un excelente 18.6 por ciento de cuota y 2.221.000 espectadores. Tras el éxito del programa Joaquín, el novato, el espacio sobre su vida futbolística parecía que iba a seguir la estela del interés de la audiencia generalista. Sin embargo, cada semana, el invento cae y pierde fuelle.  El último jueves, ya ha descendido al 11.5 por ciento con 1.275.000 espectadores. La mitad del público se ha ido en una noche que, encima, no hay prácticamente competencia en La 1 y Telecinco. ¿Qué ha sucedido?

El buen rendimiento de Joaquín, el novato ha estado cimentado en que es un docushow de luminosa factura que entremezcla el reclamo de la popularidad futbolística con la cercanía traviesa de la tele clásica, que representa Joaquín con su particular humor. Extraer al deportista del Betis de su área de confort y ponerlo a conocer a otras personalidades propicia un programa atrayente para públicos muy amplios. 

La excusa es Joaquín conociendo otras profesiones. Aunque, en realidad, lo que esconde es una charla cercana que descubre lo desconocido del futbolista y el invitado en cuestión. Rosario Flores, Pedro Duque, Antonio Resines, Ana Milán... Una entrevista que no parece una entrevista y que se plantea a través de un arco narrativo bien planteado. Se cuida el relato, en guion y estética, sembrando un final pícaro, que alimenta la complicidad entre espectador y Joaquín y su familia.

En cambio, La penúltima y me voy es una oda al futbolista que ha quedado más oscura a nivel visual. Joaquín verbaliza anécdotas vitales y del Betis,  con su particular humor, pero al espacio le faltan contrapuntos que bajen más a la tierra al protagonista. Porque para mitificar bien a alguien hay que saber cuestionar, relativizar y remover su discurso.

La penúltima y me voy son ocho capítulos, pero se podía haber comprimido en tres. No obstante, el proyecto es ideal para la imagen de Antena 3. Y para el propio Joaquín. El problema es que prodigarse demasiado puede devaluar aprecios.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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