Perros

Keeshond, una raza primitiva, amistosa y que no pasa desapercibida

Un keeshond o spitz tipo lobo.
20minutos

El keeshond, también conocido como spitz tipo lobo, es una de las razas más antiguas del mundo, y comparte linaje con razas tan primitivas como los nórdicos tipo husky siberiano, el samoyedo o el chow-chow.

Los antepasados del keeshond moderno se remontan a los perros tipo spitz que vivían en los Países Bajos en el siglo dieciocho. Aquellos perros eran muy valorados como compañeros y guardianes de los barcos comerciales y las barcazas que navegaban por las vías fluviales artificiales de esta región de Europa Occidental. También eran frecuentes en granjas y como compañeros de los granjeros y sus familias.

La raza fue oficialmente nombrada keeshond por Cornelis "Kees" de Gijselaar, un líder de la Revolución de los Patriotas que se produjo en Países Bajos en el siglo XVIII y que se hizo famoso por su compromiso con los derechos de la clase media y baja, con quienes precisamente se asociaba a esta raza tipo spitz. A causa de ello, los keeshonden (la formal correcta de su plural) se convirtieron en un símbolo de la lucha obrera.

El primer estándar oficial de la raza fue creado en 1925 en los Países Bajos, y en 1930 el Kennel Club americano fue la primera organización en admitirlo en sus registros.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la raza sufrió un severo declive en su número debido a la escasez de alimentos y a la dificultad para mantener a los perros en un entorno sociopolítico tan extremo. Gracias a los esfuerzos de los criadores dedicados, la raza volvió a recuperarse después de la guerra y actualmente se ha convertido en un perro de compañía muy popular en muchos países del mundo, aunque en España su presencia es muy reducida.

Un perro familiar “completo”: cariñoso, inteligente y alegre

Que su función primordial no fuera de caza ni como perro esencialmente dominante ha hecho que la raza del keeshond sea un perro que roza la perfección en cuanto a su comportamiento y temperamento: son extremadamente dóciles con niños y otros animales, amables y con gran predisposición al adiestramiento. Por supuesto, como con cualquier raza de perro, el temperamento y la personalidad individual pueden variar dependiendo de otros factores ambientales y sociales, además de su carga genética, que es solo una proporción de la suma total de estos factores. Debido a su energía, no son recomendables para personas con hábitos sedentarios.

Son perros que han mostrado una gran habilidad en numerosas actividades por su entusiasmo y vigor: en obediencia, como perros de terapia, en agility, y en el deporte canino del “diving dogs”, en el que los perros saltan desde un muelle o plataforma hacia una piscina o superficie de agua para recuperar un objeto, generalmente un juguete, que ha sido arrojado. Los perros compiten en la distancia y altura de sus saltos, y se dividen en diferentes categorías según su experiencia y habilidad. En dicho espectáculo, muy popular en Estados Unidos, un keeshond ostenta el récord de salto y de buceo.

Debido a su espesa doble capa de pelo largo, los keeshonden necesitan cepillados regulares, lo idóneo es uno a la semana, y su nivel de desprendimiento es bastante alto. La apariencia del keeshond, sin alterar durante siglos, es una de las características más cautivadoras y llamativas de la raza, con una profusa melena alrededor del cuello, una cabeza similar a la de un zorro, de orejas pequeñas y muy puntiagudas, su color gris plateado con las puntas negras y “gafas”, que es el término con el que se hace alusión a la máscara negra delineada y bien definida que tienen los spitz tipo lobo en los ojos. En cuanto a salud, el keeshond no presenta problemas congénitos comunes y es una raza saludable y longeva.

Para obtener más información sobre la raza se sugiere ponerse en contacto con la Real Sociedad Canina de España. Dado que el keeshond es una raza rara en nuestro país, se recomienda considerar la adopción responsable de un perro que esté actualmente en una perrera, protectora o albergue. Muchos perros de estas instituciones están buscando un hogar donde puedan desarrollar todo su potencial y convertirse en compañeros fieles y bien adaptados.

Divulgadora

Empecé Antropología Social y Cultural, tengo el certificado profesional del curso de técnica en gestión medioambiental, el curso “The Truth about Dogs and Cats” de la universidad de Edimburgo y el curso “Capacitación social en educación canina, tenencia responsable y gestión del bienestar animal” de la UNED. Colaboro escribiendo sobre animales en '20minutos', 'Etología Canina' y para la Cátedra de Animales y Sociedad de la Universidad Rey Juan Carlos. He criado con responsabilidad gatos y perros, he sido asistente de tiendas de animales y auxiliar de peluquería canina y felina y me he dedicado a la gestión, atención y mantenimiento de especies animales e instalaciones en núcleos zoológicos.

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