El Reino Unido y la Unión Europea alcanzaron este lunes un acuerdo para desbloquear la situación en torno al Protocolo de Irlanda, el punto de mayor fricción en torno al acuerdo del brexit, y de esta forma suavizan mucho las tensiones generadas tras la salida británica del bloque comunitario

Lo que han acordado ambas partes es el encaje de Irlanda del Norte tras el Brexit. El controvertido Protocolo despeja el camino para la futura relación pos-Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea. Se mezclan aquí dos realidades y dos acuerdos: la política que se refiere a la paz en Irlanda del Norte y la económica, que dice que la isla de Irlanda es parte de la UE, pero no lo es ese trozo en el norte, que es parte de Gran Bretaña.

¿Por qué hay una frontera en plena isla de Irlanda?

La isla de Irlanda está partida en dos. De los 32 condados que en 1922 había en la isla, 26 formaron el Estado Libre de Irlanda. Los otros 6 se mantuvieron bajo la soberanía del Reino Unido y así continúan hoy.

De modo que en la isla hay una frontera, la de Irlanda con Reino Unido. Fue trazada el 6 de diciembre de 1922, mediante el Tratado anglo-irlandés, que puso fin a la guerra anglo-irlandesa, librada entre 1919 y 1921 entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y las fuerzas de seguridad británicas en Irlanda. El nacionalismo irlandés llevaba luchando contra el dominio de Inglaterra desde al menos 1641.

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La línea trazada en 1922 marca la separación de la británica Irlanda del Norte de la república de Irlanda. La frontera se extiende a lo largo de 499 kilómetros entre Lough Foyle (al oeste) y Carlingford Lough (al este), en el mar de Irlanda. 

¿Cambiará mucho el funcionamiento de la frontera?

No tanto. El llamado Marco Windsor no cambia radicalmente la forma en que Irlanda del Norte comercia a través de la frontera irlandesa con la UE o con el resto de Gran Bretaña. Tal como han confirmado Sunak y Von der Leyen en rueda de prensa, el tratado revisado simplemente implementará sistemas para facilitar los controles a través del Mar de Irlanda.

Eso sí, el acuerdo acarreará cambios en el tratado de salida que el Reino Unido y la UE alcanzaron hace más de tres años. Se espera además que tras un proceso de implementación se exima de controles a la mayoría de productos que llegan al Ulster desde Gran Bretaña.

El acuerdo negociado establece un sistema de carriles verdes y rojos entre Irlanda del Norte y Reino Unido. Por el carril verde irían las mercancías destinadas a Irlanda del Norte sin controles de rutina, mientras que por los rojos lo harían las que sean exportadas a la República de Irlanda (UE) por lo que se someterían a trámites aduaneros en puertos norirlandeses.

¿Qué es el Protocolo de Irlanda del Norte?

Se trata de un acuerdo especial que garantiza que la frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda (Estado miembro de la UE) siga siendo invisible y respete el acuerdo de paz que puso fin a décadas de violencia. Reconociendo la singularidad de la isla, se aceptó que la frontera comercial con la UE está en el mar de Irlanda.

En virtud de este régimen, Irlanda del Norte sigue las normas aduaneras de la UE, sigue formando parte del mercado único de mercancías y aplica la legislación comunitaria sobre el IVA para evitar los controles fronterizos entre ambas partes. De ese modo se evitó la existencia de una frontera dura en Irlanda.

El acuerdo se firmó antes del Brexit. Fue bien recibido por los nacionalistas, que abogan por estrechar los lazos con Irlanda y la UE, pero levantó la ira de los unionistas, que se quejaron de que el protocolo creaba una frontera innecesaria en el Mar de Irlanda y separaba la provincia del resto del Reino Unido.

El protocolo, ideado para evitar una frontera física entre las dos Irlandas, mantenía a Irlanda del Norte dentro del mercado interior comunitario y británico, por lo que los controles al comercio entre el Reino Unido y la UE se iban a llevar a cabo en los puntos de entrada norirlandeses. Se trataba de que Irlanda del Norte pudiera seguir siendo parte del Mercado Único sin reintroducir una frontera vigilada en el Ulster.

¿Por qué se renegoció el protocolo?

El año pasado, aún con Boris Johnson como primer ministro, el Gobierno británico exigió renegociar el acuerdo porque perjudicaba a la economía local y socavaba la relación este-oeste. La UE defendió que el protocolo era la única alternativa viable a una frontera dura y que cualquier ajuste debía hacerse dentro del marco existente.

Downing Street decidió de manera unilateral romper con la aplicación del protocolo alegando que perjudicaba sus intereses gravemente. La UE lo denunció ante el Tribunal de Justicia de la UE al considerar que se trata del incumplimiento de un Tratado internacional. Desde entonces, negociaciones y conversaciones, especialmente desde la salida de Johnson. Lo negociado por la UE con Sunak no supone modificar el protocolo vigente, sino que aportará "clarificaciones" sobre su implementación.

TOLGA AKMEN / EFE

¿Qué tribunal de Justicia decidirá los conflictos?

La Corte Europea de Justicia seguirá siendo el árbitro último en caso de disputa sobre las reglas del mercado único que se aplican en Irlanda del Norte, algo a lo que se oponían los unionistas. Otras fuentes cercanas a la negociación aseguran que la UE aceptaría que el Tribunal de Justicia europeo se pronuncie solo si los tribunales de Irlanda del Norte remiten un caso.

Esta frontera comercial situada en el mar de Irlanda es asimismo una barrera política para la comunidad unionista, que mantiene que pone en peligro la relación de la provincia con el resto del Reino Unido. Según Downing Street, Sunak pretende "garantizar que el acuerdo arregla los problemas prácticos sobre el terreno, garantiza el libre flujo comercial en el conjunto del Reino Unido, salvaguarda el lugar de Irlanda del Norte en la Unión y devuelve la soberanía a los norirlandeses", un mensaje que el propio primer ministro repitió en su comparecencia.

¿Le espera a Sunak un levantamiento 'tory'?

Bien hace el primer ministro británico en vender el acuerdo y en vender que consigue concesiones de Bruselas, porque en su partido hay grietas. A Sunak le espera lo más difícil: lograr el apoyo del ala dura de los conservadores, partidarios del Brexit desde el primer día, y del Partido Democrático Unionista (DUP). Estos últimos llevan casi diez meses bloqueando el Parlamento y el Gobierno de Irlanda del Norte, a la espera de conseguir los cambios en el Protocolo los cambios que proponen.

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Una encuesta realizada por la web del partido tory asegura que el plan que ha negociado Sunak y su gabinete tiene el rechazo del 41% y el apoyo de sólo el 36%, informa el Daily Mail. El influyente Grupo de Investigación Europea (ERG) de diputados conservadores partidarios del Brexit ha advertido a Sunak de que no intente cerrar ningún acuerdo sin una votación formal en los Comunes, a la que los ministros aún no se han comprometido. El ERG ha anunciado que creará una "cámara estelar" de juristas para examinar si el nuevo acuerdo cumple sus pruebas de soberanía.

¿Sera necesario el voto del Parlamento británico?

Los tories "podrán expresarse" sobre el acuerdo, y Sunak se ha comprometido a respetar lo que se decida. "El Parlamento celebrará una votación, en el momento adecuado, y ese voto será respetado", expresó. Además, el propio premier explicó el contenido del pacto este lunes en la Cámara de los Comunes.

Los diputados más conservadores ya han dicho que solo darán un veredicto sobre el protocolo revisado cuando hayan leído el texto final y completo, que podría no publicarse hasta finales de semana. La oposición laborista ha anunciado que apoyará el pacto.

Theresa May perdió su cargo porque no pudo conseguir que su propio acuerdo de Brexit fuera aceptado por su partido o por el Parlamento. Según The Guardian, "Sunak está en una posición mucho más fuerte que ella, pero sigue siendo un momento peligroso para él".