Internacional

Disturbios en Atenas durante una manifestación frente a la sede de la gestora ferroviaria por el accidente con 43 muertos

La policía antidisturbios griega dispara gases lacrimógenos contra los manifestantes frente al Parlamento tras el accidente ferroviario entre Larisa y Tesalónica, en Atenas el 1 de marzo de 2023.
EP

La mayor tragedia ferroviaria en la historia de Grecia -y la peor en Europa en la última década- ha dejado al menos 43 muertos y ha abierto numerosos interrogantes sobre los errores que llevaron al choque frontal de dos trenes. La conmoción del país se trasladó este miércoles por la noche a las calles de Atenas, donde alrededor de mil personas, según la prensa local, salieron a la calle para protestar frente a la sede de la empresa propietaria del ferrocarril, Hellenic Train, y frente al Parlamento.

Las protestas también se registraron en las ciudades de Tesalónica y Larisa, cercanas al punto donde el tren de pasajeros -con 356 personas a bordo- y el tren de mercancías -con dos maquinistas- colisionaron de frente cuando circulaban por la misma vía en sentido contrario el martes sobre las 23.30 horas de la noche.

Según la prensa griega, durante las protestas se han registrado incidentes cuando un grupo de manifestantes lanzó piedras, rompieron vidrios de las oficinas de la gestora ferroviaria y se enfrentaron a policías.  

En Tesalónica, los estudiantes realizaron una sentada frente a la estación de tren, con pancartas que decían "La tragedia no será olvidada", "No es un accidente, es un crimen", "Podría ser cualquiera de nosotros".

Estudiantes universitarios marchan por Atenas para protestar por la muerte de decenas de personas en el peor accidente ferroviario registrado en Grecia, el 1 de marzo de 2023.
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Familiares de los jóvenes que viajaban en el tren han acudido al hospital de Larisa con fotografías porque sus parientes no figuran ni entre los muertos ni entre los heridos. Tampoco hay una lista oficial de desaparecidos y mientras algunos medios griegos señalan que podrían ser decenas, otros recuerdan que muchos supervivientes se trasladaron por sus propios medios hasta Salónica sin notificarlo.

Las imágenes del lugar del siniestro muestran la violencia del choque, con los primeros vagones de ambos convoyes convertidos en un amasijo de metales calcinados. "Las imágenes que vi apenas bajé del vagón fueron increíbles, trágicas. Vi llamas por todas partes, pedazos de metal de los vagones se habían derretido y mucha gente perdió la vida. No tuvieron tiempo de salir", dijo un pasajero a la agencia estatal griega AMNA. 

El ministro de Infraestructura y Transporte, Kostas Karamanlís, dimitió reconociendo que sus "esfuerzos" para mejorar una infraestructura ferroviaria "que no se corresponde con el siglo XXI" no fueron suficientes para evitar el accidente. 

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, señaló en un mensaje que "la tragedia, desafortunadamente, se debe sobre todo a un error humano". 

El jefe de Gobierno conservador declaró tres días de luto y prometió que "se depurarán responsabilidades" y se formará una comisión especial de expertos para investigar los hechos. 

El jefe de la estación de Larissa ha sido detenido y, según la prensa local, reconoció que cometió un error cuando el tren de pasajeros hizo una parada en Larisa y lo situó en la misma vía en la que viajaba en dirección opuesta el tren de carga. El hombre de 59 años se presentará ante el fiscal de esta ciudad mañana y según la prensa local se le imputará por homicidio involuntario y otros delitos que pueden acarrear penas de 10 años de prisión hasta cadena perpetua. 

El presidente del sindicato de maquinistas, Kostas Geridunias, denunció en la televisión pública de ERT el estado de deterioro en el que se encuentra la infraestructura ferroviaria del país. "Nada funciona, todo se hace manualmente, estamos en modo manual en todo el eje Atenas-Salónica. Los semáforos tampoco funcionan. Si lo hicieran, los conductores verían los semáforos en rojo y se detendrían a tiempo", señaló. 

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