Los embargos de viviendas habituales por impago caen un 5% en 2022, pero siguen siendo el doble que antes de la pandemia

Los embargos de viviendas habituales por impago de hipotecas cayeron un 5% en 2022, hasta los 11.556, según la estadística de ejecuciones hipotecarias publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pese a que la bajada pone fin a dos años consecutivos de pronunciados incrementos en el número de viviendas embargadas, la cifra total todavía duplica el dato de 2019, antes de la pandemia. 

La paralización de la actividad económica con la irrupción de la covid-19 puso en aprietos a muchas familias, tal y como atestiguó la escalada en el número de ejecuciones hipotecarias por impago. En 2020 la cifra de viviendas habituales embargadas se disparó un 41,6%, hasta superar las 7.500, y lo peor estaría por llegar. Tras ese repunte, en 2021 el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se incrementó de nuevo un 60,3%, franqueando la barrera de los 12.000 embargos anuales. 

Ese comportamiento negativo ha logrado ser revertido finalmente en 2022, con una caída interanual del 5% en el número de viviendas habituales embargadas. Sin embargo, el descenso no contrarresta el incremento de los dos años anteriores. La cifra total de 11.556 ejecuciones hipotecarias todavía supera a la de 2020 y duplica la de 2019, año en el que se embargaron 5.359 viviendas habituales. 

Solo entre octubre y diciembre se iniciaron e inscribieron en los registros de la propiedad 3.049 ejecuciones de viviendas habituales, un 7,9% menos que en el mismo trimestre de 2021 y un 50,8% más que en el trimestre anterior de 2022, ya que el comportamiento del cierre de año suele ser peor que el del periodo estival. Los embargos de residencias habituales representaron en los tres últimos meses de 2022 el 82,9% de las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas físicas, de los cuales únicamente 630 no fueron sobre residencias habituales de los propietarios.

Más allá de las residencias habituales, el número total de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas propiedad de personas físicas se situó en 2022 en 14.148, de las cuales 3.679 se produjeron entre octubre y diciembre. La cifra del conjunto del año es un 6,5% inferior a la de 2021, mientras que la caída interanual del último trimestre se asciende hasta el 11,3%. Aun así, ambos datos superan los de 2019, cuando las ejecuciones hipotecarias tocaron suelo tras cinco años de descensos.

Firmadas entre 2005 y 2008

Por su parte, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas jurídicas se redujeron en 2022 un 51,3%, hasta las 2.703. Con este dato, el total de embargos de viviendas se situó en 16.851, de las cuales 4.159 en el cuarto trimestre. El 15,9% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en 2022 correspondió a hipotecas constituidas en 2007, el 14,9% a hipotecas suscritas en 2006 y el 10,4% a hipotecas firmadas en 2005. El periodo comprendido entre 2005 y 2008 concentró el 50,1% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas en 2022.

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Por comunidades autónomas, Andalucía fue la región en la que se embargaron más viviendas en 2022, concentrando un total de 4.362 ejecuciones. La siguieron la Comunidad Valenciana (3.344) y Cataluña (3.136). En cambio, Navarra (83), La Rioja (109) y Cantabria (124) se situaron en el extremo opuesto, al ser las comunidades en las que menos viviendas fueron embargadas.

Los datos del INE recogen el número de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los registros de la propiedad en cada trimestre. Estadística matiza que un mismo procedimiento judicial puede dar lugar a varias ejecuciones hipotecarias y que no todas ellas terminan finalmente en el lanzamiento de sus propietarios. De hecho, los desahucios de vivienda habitual para familias vulnerables se encuentran suspendidos hasta el 30 de junio de 2023, después de que el Gobierno aprobara su ampliación a finales de diciembre. A pesar de la caída del último trimestre, está por ver si el encarecimiento de las cuotas hipotecarias, por la subida de los tipos de interés y la consecuente escalada del euríbor, acarreará nuevas subidas en los próximos meses.