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La reforma del 'solo sí es sí' deja una profunda división entre PSOE y Unidas Podemos, pero ambos descartan romper la coalición

Las ministras de Igualdad y Derechos Sociales, Irene Montero e Ione Belarra, solas en la bancada del Gobierno. Detrás suya, aplausos a Cuca Gamarra de los diputados del PP.
EFE/ Mariscal

La petición de Pedro Sánchez de bajar el "ruido" no funciona. Los decibelios en la coalición siguen subiendo. Lo hicieron especialmente ayer, en un momento crítico para el Ejecutivo: en la víspera del 8 de marzo, PSOE y Unidas Podemos se cruzaron reproches como nunca antes. Los morados hicieron un duro discurso a colación de la reforma de la ley del 'solo sí es sí' que fue tildado por los socialistas como "impresentable" e "indecente". Eso sí, la profunda división abierta a raíz de la modificación de una ley nuclear para Unidas Podemos no parece que vaya a suponer una ruptura que todas las fuentes consultadas niegan: ni socialistas ni morados se lo plantean a menos de tres meses de unas elecciones.

El discurso que hilvanó desde la tribuna la diputada morada Lucía Muñoz fue de los que quedarán en los anales de la legislatura por su dureza contra el partido con el que Unidas Podemos comparte Gobierno. Muñoz no solo habló del "aplauso de la vergüenza" para calificar el apoyo de PSOE y PP a la reforma de la ley del solo sí es sí. También denunció que la modificación legislativa impulsada por los socialistas "elimina el consentimiento del Código Penal" y acusó al PSOE de ceder a la "embestida" de la derecha y al "chantaje" de una "minoría de jueces que están interpretando la ley en el sentido contrario" al planteado por el legislador.

Con todo, la acusación más seria lanzada por la diputada de Unidas Podemos contra el PSOE fue la de "traicionar" a "miles de mujeres" al aliarse "con PP y Vox para volver al Código Penal de La Manada" y para que los jueces estén facultados, en caso de agresión sexual, "a preguntar si cerramos bien las piernas". "No vamos a permitir es que se saque el consentimiento del centro de la ley", aseguró en tono mitinero Muñoz, que llamó a las mujeres a manifestarse este miércoles por las calles de España para "decirles alto y claro a los fascistas" -no aclaró qué formaciones entran en esta definición- "que no les vamos a permitir arrebatarnos nuestros derechos".

Frente a este duro discurso, y en mitad del cargadísimo ambiente que se respiró en el Congreso durante todo el día, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se puso de perfil y evitó aparecer hasta última hora de la noche, unos minutos antes de que se votara. Díaz no quiso respaldar las palabras de Muñoz y también defender la posición del PSOE: únicamente, y en una brevísima intervención en la que no admitió ser repreguntada, se limitó a asegurar con una expresión extremadamente seria que lamenta que no haya habido un acuerdo en el seno del Ejecutivo para reformar la ley del solo sí es sí. "Creo que nunca debimos de haber llegado hasta aquí; esto es lo que tengo que decir", planteó.

El PSOE tacha de "impresentable" a Podemos

Por el contrario, en el PSOE la intervención de Unidas Podemos cayó como un jarro de agua fría por su dureza. Cierto es que Fernández había pedido a sus socios de coalición dejar las "peroratas", pero el portavoz parlamentario socialista, Patxi López, elevó el tono tras escuchar a Muñoz. "[El discurso de Unidas Podemos] es, cuanto menos, irresponsable", comenzó diciendo a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja, por "no reconocer que la parte penal de la ley ha creado problemas y no poner encima de la mesa ninguna solución". No se quedó ahí el exlehendakari, que definió como "impresentable" acusar a los socialistas de "pactar" con PP y Vox y de "volver al Código Penal de La Manada".

En Ferraz la opinión no dista mucho. Más aun cuando tienen "a la inmensa mayoría del legislativo discrepando de su posición", en relación a la votación sobre la reforma, que ha salido a favor con 231 votos a favor y 56, en contra. "A cualquiera le haría reflexionar", añaden fuentes socialistas. No obstante, en esa reflexión no les piden incluir su continuidad en el Gobierno, un extremo sobre la que no hay dudas. Otras fuentes de la sede socialista creen que, pese a los decibelios, la polémica "se superará". Incluso aunque los tiempos parlamentarios lleguen casi a la campaña electoral de las elecciones municipales y autonómicas. "Ha habido más tensiones entre ministerios en gobiernos monocolor", reflexionaba en los pasillos del Congreso uno de los altos cargos del PSOE.

En el mismo sentido se expresaba otro alto dirigente socialista, en este caso del Gobierno, una vez finalizó la sesión y se constató la ruptura de la unidad de voto del Ejecutivo. "Esto son gajes de una coalición, pero seguimos, aún quedan cosas por hacer", señalaba esta fuente intentando quitar hierro a la situación. Asimismo, en el ala socialista del Gobierno también restan importancia al hecho de que este miércoles el presidente Sánchez no vaya a asistir al acto institucional que celebrará el Ministerio de Igualdad con motivo del 8-M y aseguran que tenía prevista una agenda diferente -un encuentro con mujeres empresarias- "desde hace tiempo".

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