Entrevista

Elizabeth Economy, asesora sobre China del Gobierno de Estados Unidos: "No se puede descartar una acción militar sobre Taiwán"

  • Asegura que China, en términos de influencia, no está para lista para ser una superpotencia mundial como EEUU.
  • "No creo que a mucha gente le interese un mundo definido por valores chinos", dice en una entrevista con 20minutos.
  • PERFIL | Xi Jinping, el líder más poderoso en China desde Mao.
Elizabet Economy.
Elizabet Economy.
CEDIDA EDITORIAL LA ESFERA
Elizabet Economy.

Elizabeth Economy (EEUU, 1962) es la asesora principal para cuestiones relacionadas con China del Departamento de Comercio del Gobierno de Estados Unidos, además de senior fellow del Hoover Institution en la Universidad de Stanford. La asesora de la Administración Biden acaba de publicar El mundo según China (La Esfera de los Libros), donde examina la perspectivas del gigante asiático y sus políticas, en su camino por la pugna hegemónica con Estados Unidos.

Esta reconocida experta analiza para 20minutos el presente y futuro de China, donde según Economy las contradicciones de su autoritarismo se está encontrando con enormes dificultades para sus intereses internacionales. Además, cuestiones como la pugna económica con Estados Unidos, las presiones internas por las restricciones del Covid o las tensiones con territorios como Hong Kong y Taiwán también marcarán el devenir de la superpotencia y su presidente, Xi Jingping.

Explica en su libro que China ha pasado del ladrillo a los microprocesadores. ¿Cómo ha cambiado la economía china en los últimos años?China, antes de Xi Jinping, prometía que su mercado sería más abierto y que el sector estatal seguiría siendo cada vez más pequeño. Era la dirección en la que se movía, pero Xi se siente incómodo por no tener el control en la economía. Comenzó entonces un aumento de la empresa estatal y más restricciones en áreas donde había libre flujo de información o libre flujo de capital. A empresas como Tencent y Alibaba, o cualquiera donde el dinero y las ideas fluyan sin el control del Estado, se les restringió mucho más. También hubo una importante inversión en el sector de la innovación y Xi ha conseguido transformar a China de una potencia manufacturera a una potencia en innovación. Actualmente es una de las principales potencias en innovación, aunque hay algunas limitaciones, sobre todo en aquellas áreas en las que la creatividad debe ser ilimitada. A pesar de ello, China ha hecho progresos sustanciales y Xi Jinping ha transformado el panorama geoeconómico y ha extendido no solo su infraestructura física, sino también la digital. China ha dejado una huella mucho más grande a nivel mundial de lo que tenía antes. 

Desde hace años existe una 'guerra económica' entre EEUU y China por la hegemonía mundial. ¿Está China preparándose para asumir ese rol?Xi Jinping ha alineado estrechamente la economía comercial con la militar a través del programa de fusión civil militar. Usa su economía para tratar de obligar a otros países a cambiar sus posiciones políticas. Durante la pandemia presionó a Australia cuando esta pidió una investigación sobre los orígenes del virus. Este tipo de comportamiento, tanto en términos militares como de coerción económica, dio a la gente una impresión muy diferente de China como líder mundial. Lo que hay actualmente no es una competición solo entre EE UU y China, sino también por los valores, las normas y los derechos humanos. La política de compromiso que EE UU ha practicado durante décadas con respecto a China consistía en trabajar con ellos para que su economía y su sociedad se abrieran. Convertirse en un pilar del orden liberal internacional. Pero al final nada de eso ocurrió y EE UU tuvo que reevaluarse.

¿Qué ha hecho China para reducir esa brecha con Estados Unidos?Ha invertido enormemente en su Ejército para hacerlo competitivo como potencia regional en Asia-Pacífico, especialmente en términos de hardware. No sabemos cuáles son sus capacidades reales de combate porque no se ha puesto a prueba desde 1979. Sí han tenido escaramuzas fronterizas con India, pero en términos generales no han lanzado ningún tipo de invasión. También lo ha hecho bien en términos de innovación y de transformarla en productos que puedan exportarse y dominar el mundo. Huawei es sin duda uno de los principales proveedores de 5G en el planeta. Se ha reducido la brecha de manera significativa en los últimos diez años en aspectos que son fundamentales.

No sabemos cuáles son las capacidades reales de combate de China porque no se ha puesto a prueba desde 1979

No se ha involucrado militarmente, pero ha estado presente de otras formas en conflictos como el sirio o en el continente africano, donde cada vez tiene más peso. ¿Cómo es la estrategia de China?Xi Jinping ha hablado de la necesidad de reformar el sistema de gobernanza global y de que China tiene un modelo que otros países pueden emular, que por otro lado es un modelo autoritario. Nunca diría que está intentando exportar el comunismo, sino que ha creado centros de formación en África y en otros lugares para educar a los funcionarios de todo el mundo sobre cómo gobernar de la manera en que ellos lo hacen. Esto no lo habíamos visto de China desde Mao Zedong. Es muy inusual. China quiere estar a la altura de EE UU como superpotencia mundial, pero no creo que esté del todo lista en términos de su influencia.

China, en términos de influencia, no está lista para ser una superpotencia mundial

¿Por qué?Porque no ha demostrado interés o capacidad de liderar y forjar acuerdos globales. Lo vimos claramente cuando el expresidente estadounidense Donald Trump se retiró de acuerdos y organizaciones internacionales importantes porque no estaba interesado en ser el líder global y cubrir la seguridad del resto. Mucha gente esperaba que China diera un paso al frente y llenara ese vacío. Pero no fue así. De hecho, no pudo ni resolver los problemas de los refugiados de Myanmar en su propio patio trasero. No vimos ningún esfuerzo en este sentido. O lo que vemos ahora mismo con la guerra de Ucrania: que China, pese a su postura sobre la soberanía, se niegue a criticar a Rusia y le esté respaldando económicamente.

Nadie cree que Pekín vaya a preservar la capacidad de Taiwán para autogobernarse

Incide también en el libro sobre el desafío en Hong Kong, donde se reprimieron las protestas, y las tensiones con Taiwán. ¿Hacia donde cree que va el futuro de esta zona?La consecuencia más inmediata de la represión china en Hong Kong es que ya nadie en Taiwán confía en la idea de un país con dos sistemas. Nadie cree que Pekín vaya a preservar la capacidad de Taiwán para autogobernarse, que es lo que habían prometido. La idea de que Hong Kong podía tener su propia forma de democracia con una economía abierta y sistema judicial solido ha desaparecido. Más allá de EE UU y lo que está haciendo en la región, otros países de la región deben trabajar juntos, realizar sus propios ejercicios militares, formar sus propios acuerdos económicos como es la Asociación Transpacífica. Japón es el líder de este acuerdo y esto ha sucedido porque China se mueve en una dirección que la mayoría de las democracias de la región no aprueban. Además, muchas otras potencias medianas y grandes de Asia-Pacífico están aumentando su propio papel y su propia influencia.

¿Es viable un enfrentamiento directo entre China y Taiwán?Creo que es posible. Xi ha dejado claro en sus declaraciones que no puede haber un gran rejuvenecimiento de la nación china sin la reunificación con Taiwán. Él piensa que una parte muy importante de su propio legado personal como líder es traer a Taiwán al redil de la China continental, pero no hay indicios de que el pueblo taiwanés esté interesado en ello. ¿Qué opciones quedan? Algún tipo de bloqueo u otro tipo de acción militar. No se puede descartar esa idea. Siempre es una posibilidad.

¿Cree que Xi Jinping está esperando al momento correcto?Ahora tiene que centrarse en cómo navegar por la cuestión de Ucrania y resolver los problemas económicos surgidos tras la Covid. El grado en que EE UU, la UE, Canadá, Japón y otros países se unieron para sancionar a Rusia también hace reflexionar a Xi Jinping porque, por supuesto, le preocuparía que China se enfrentase a algo similar si tomara medidas agresivas contra Taiwán. Ese también es un factor limitante para él. 

¿Abandonaría la idea de recuperar Taiwán entonces?China preferiría tener una unificación pacífica. No creo que quiera lanzar algún tipo de agresión militar contra Taiwán. Pero tampoco quiere ver cómo se alejan cada vez más. La gente de Taiwán siente que son cada vez menos parte de cualquier tipo de construcción china. La pregunta es si llegará un punto en el que China sienta que nada puede traerlos de vuelta aparte de la acción militar. Taiwán tiene unas elecciones próximamente y creo que Pekín esperará a ver qué pasa y si puede conseguir que el nuevo presidente taiwanés se comprometa de nuevo con el consenso de 1992. Si eso ocurre, probablemente China continental dé un paso atrás.

En el último Congreso del Partido Comunista Chino vimos como Xi Jinping aumentó su poder. ¿Es China un estado cada vez más autoritario?Es un Estado absolutamente autoritario. El único debate es si es más autoritario que totalitario. La cuestión es cómo de completo es el control del partido sobre la sociedad china en general, y me refiero a Xi Jinping. Los elementos represivos, las fuerzas de seguridad pública y el sistema de vigilancia se han extendido mucho más que nunca, y el espacio para expresar tus propias ideas se ha reducido. 

No creo que haya mucha gente interesada en vivir en un mundo definido por los valores chinos

Las restricciones por la Covid generaron protestas civiles que pedían mayor libertad, aunque rápidamente fueron controladas. ¿Tiene el Gobierno miedo de la disidencia?Absolutamente. El Partido Comunista tiene 97 millones de personas, es enorme. Pero es que China tiene 1.400 millones de habitantes. El partido no es ni el 10% de la población. Por supuesto que hay miedo sobre las protestas y la disidencia, porque saben que su legitimidad se basa solo en la represión y el rendimiento económico. Temen especialmente a los jóvenes y universitarios.

Reconoce en el libro que China ha pasado de ser un país que busca aceptar las reglas a una que busca dictarlas. ¿Sería diferente en un mundo con China como potencia hegemónica?En la concepción china, el Estado determina los derechos humanos y no son inalienables. Un ejemplo es la propuesta que tiene China sobre internet en la ONU, donde propone un "interruptor de apagado" para que los gobiernos controlen la conexión de las personas. Eso significaría que si al gobierno de EEUU no le gusta lo que te estoy diciendo, simplemente apagarían mi ordenador. Sería un mundo moldeado en gran medida por los intereses chinos. Geográficamente también sería diferente: tendría Taiwán y las tierras que reclama a la India. Asia-Pacífico sería diferente con el control de China sobre el Mar de China Meridional. Las normas y reglas reflejarían los valores chinos. No habría películas en Occidente que criticaran a China. Veríamos todas las formas diferentes que usa China como coerción para cambiar la forma en que se comportan otros Estados.

¿Es realista imaginar un mundo así en menos de cincuenta años?No lo creo. Si miras 9 de las 10 economías más grandes del mundo todas son grandes democracias excepto China. No creo que las principales democracias aceptarían China como el proveedor dominante de normas y valores e instituciones a nivel mundial. No creo que haya mucha gente en el sistema internacional interesada en vivir en un mundo definido por los valores chinos.

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