El doble juego del PP: ignorar a Vox, pero vislumbrar futuros pactos a partir del 28-M

La estrategia que sigue el equipo de Alberto Núñez Feijóo desde su llegada a Génova es la de un claro desmarcaje de sus socios de Gobierno en Castilla y León. Desde las polémicas, como la del aborto, pasando por la abstención en la moción de censura contra Pedro Sánchez. "Feijóo tiene que seguir haciendo lo que hasta ahora: ignorar a Vox", recomiendan fuentes del partido que revisan a diario las encuestas territoriales. 

No obstante, a poco menos de tres meses de las elecciones autonómicas y municipales, la oposición comienza a tener claro que necesitará a Santiago Abascal en los territorios que pretende arrebatarle al PSOE. "Gobernaremos con quien podamos", sostienen desde la dirección nacional, en referencia a la Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia, Extremadura o Castilla-La Mancha.

De ahí el complicado juego a dos bandas en el que se mueve el PP, cuyos esfuerzos por marcar un discurso moderado entrarían en contradicción. "¿Quién será el que quede mal cuando el pacto se produzca?", apuntan fuentes de Vox, que avanzan que si finalmente se da la ocasión tras el 28M no irán "con los egos dolidos". La dirección nacional del PP niega este escenario porque fía todo a tres cartas: la primera, la del voto útil, es decir, convencer en las urnas de que un Gobierno con Vox solo complicará la legislatura en cualquiera de los territorios.

De no lograr esta primera ofensiva, jugarían la segunda carta, la de recordar a los grupos de izquierda que deben facilitarles los gobiernos para bloquear la entrada a Vox. "Todos los partidos pueden evitar la entrada de Vox". Ya, en última instancia, sacarían la tercera: la de pedir al propio Vox que se aparte con tal de no entregarle el gobierno a la izquierda, como ocurrió en la Comunidad de Madrid. 

Fuentes de la dirección popular piden 'tiempo al tiempo', para demostrar, como ya hicieron en Andalucía, que tienen posibilidades de gobernar sin Vox. "Este es nuestro modelo, el de la absoluta Juanma Moreno", señalan desde Génova. En caso de no alcanzar este resultado, aspiran al menos a la mayoría suficiente de Isabel Díaz Ayuso en Madrid que fue facilitada por Vox "sin pedir nada a cambio".

Pero desde la dirección nacional del partido de Abascal afirman que exigirán en cada territorio la proporcionalidad de sus votos conseguidos. "No vamos a pedir más, pero tampoco menos. Donde sumemos entraremos con el mismo porcentaje de fuerza, como hicimos en Castilla y León", el primer gobierno conformado por PP y Vox.

Lo cierto es que más allá de la polémica "mediática" que se trascendió del Gobierno de Castilla y León en torno al aborto, tanto PP como Vox describen la coalición como estable y tranquila. Los populares lo achacan a que es Alfonso Fernández Mañueco quien "marca la hoja de ruta" y, además, "las agendas políticas no son incompatibles".