Liliana Meza, presidenta de SOS Frenchie: "Muchos abandonos se dan porque el perro ya es mayor y la familia ve el gasto que supone"

Son muchísimas las razas de perros que se ponen de moda a día de hoy y, tristemente, no existe ninguna que se libre del abandono. Nuestros peludos son en muchas ocasiones frutos del capricho, lo que termina en personas que no se esperaban tantas responsabilidades o cuidados a la hora de convivir con ellos.

Aunque tenemos la idea equivocada de que no hay perros de raza en los refugios de animales o centros de adopción, la realidad es que estos animales también sufren maltrato y abandono, especialmente cuando se trata de razas que se ponen de moda por algún motivo (ya sea por el estreno de una película o porque se vuelve famosa porque acompaña a una celebridad) .

Hace doce años se empezó a haber un boom de razas como los Carlinos (Pugs) y los Bulldogs, algo que los amantes de estos perros enseguida detectaron. De un foro sobre estos peludos surgió la asociación SOS Frenchie. "La gente que teníamos bulldog hablábamos en un foro sobre la raza, donde había una parte muy activa sobre adopciones", cuenta Liliana Meza, presidenta de la organización.

"Nosotros defendemos los derechos de los animales y, con la cría indiscriminada que había, era necesario ayudarles, aunque sea una raza que aparentemente no padece maltrato (como otras en las que es más obvio como los galgos o los podencos), la realidad es que también sufren", expresa Meza.

Las modas nunca son buenas

SOS Frenchie se dedica al rescate, mantenimiento y búsqueda de nuevas familias de pequeños molosos como bulldogs, carlinos y mestizos de estas razas. "Creo que es importante que haya protectoras especializadas porque es más fácil encontrar el perro que quieres y ser informado adecuadamente", explica Meza.

"Aquel que quiere adoptar un perro de raza encuentra uno o dos de vez en cuando, al existir protectoras especializadas se sabe dónde buscar", añade. "Además, la gente desconoce el maltrato que hay en las razas de moda,  la cría constante, la explotación y el abandono de perros enfermos".

Es cierto que son perros con costes altos porque necesitan mucha atención veterinaria

Por estos motivos, la presidenta de la asociación considera bueno que se esté prohibiendo la cría o que se quiera controlar por parte de los gobiernos de los diferentes países europeos. "Debe haber un control estricto, una profesionalización de la crianza y que la cría sea ética", defiende. "Que se haga una buena selección genética y las analíticas veterinarias necesarias siempre".

"Lamentablemente, las leyes en estos momento en Europa controlan más la cría de una vaca o una cabra que la de los perros", comenta. "En la carnicería todo tiene denominación de origen, sin embargo, en cuanto a perros, el criador va a inscribir la camada, lo adjudica a una perra y no se puede saber si es cierto".

En cuanto a los cuidados de los pequeños molosos, Meza explica que cada raza necesita su propio cuidado específico. "Los Bulldogs y Carlinos necesitan muchos cuidados, al igual que otras razas tienen otros, pero sí es cierto que son perros con costes altos porque necesitan mucha atención veterinaria".

"De hecho, muchos de los abandonos se dan porque el perro llega a cierta edad y la familia empieza a ver el gasto que eso supone y, o bien lo abandonan o se ponen en contacto con alguna protectora como nosotros para que nos hagamos cargo de él", lamenta.

Adoptar con SOS Frenchie

La asociación realiza su labor de rescate de perros, mantenimiento y búsqueda de nuevas familias gracias a las aportaciones económicas de lo socios y de la gente que participa en el Teaming. "El grueso entra por donaciones directas y rifas que realizamos, o también con recaudaciones para casos concretos", cuenta Meza.

"Si no fuera por las personas amantes de estas razas no podríamos sobrevivir", agradece. "Porque tenemos algunos perros mayores o enfermos que ya se quedan con nosotros y que mantenemos, lo que, por supuesto, cuesta dinero".

En la página web de SOS Frenchie podemos encontrar una guía para adoptar con ellos. "La persona tiene que rellenar un formulario, contactar con nosotros y, en función de la familia, nosotros vemos qué perro se adapta mejor a su perfil", detalla la presidenta.

"Hacemos entrevista, pedimos vídeo de la casa, revisamos toda la información que los posibles adoptantes nos mandan y, si todo va bien se formaliza el contrato de adopción", añade. "El adoptante tiene que pagar una tasa para cubrir gastos básicos (esterilización, analíticas, microchip, desparasitaciones y vacunas) que suele estar entorno a los 280-300 euros".

Durante los seis primeros meses se hará un seguimiento directo, todavía estando el chip a nombre de la protectora, por lo que pueda ocurrir y, pasado ese tiempo, ya se realiza el cambio de nombre y el perro pasa a ser completamente del adoptante.