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Las consecuencias que puede sufrir un perro si toca o se come la oruga procesionaria del pino

Varios ejemplares de oruga procesionaria.
TIENDANIMAL

Con el aumento de las temperaturas y la llegada del tiempo primaveral, empiezan a proliferar diversas plagas de insectos. Una de ellas, la más importante en los pinares de España, es la oruga procesionaria del pino, que supone una gran amenaza para nuestras mascotas. Como explican desde el departamento de Medio Rural de la Comunidad de Madrid, estas orugas tejen sus refugios de invierno en las copas de los pinos, "alimentándose de sus acículas durante su crecimiento". Cuando las condiciones climatológicas empiezan a ser favorables y dan por concluido su desarrollo larvario, estas orugas "bajan al suelo formando una procesión y se entierran para posteriormente emerger como mariposas".

La procesionaria del pino es un "insecto lepidóptero", cuyos pelos urticantes pueden causar problemas de salud en animales y seres humanos. Por eso es la "oruga defoliadora más conflictiva en los pinares mediterráneos", siendo los meses de febrero y marzo los de máxima actividad. Así, si se sienten amenazadas ante la presencia de humanos o animales, "pueden desprenderse de sus pelos con capacidad urticante y producir lesiones en los ojos, piel o mucosas", advierten.

Cuáles son los signos de alerta

Este insecto es especialmente dañino para nuestros perros, puesto que el simple contacto puede derivar en una urgencia veterinaria. De hecho, si se produce una ingestión o el contacto directo con las mucosas, "puede llegar a causar el fallecimiento del animal", explican los especialistas de Experto Animal. Los pelos urticantes liberan una potente sustancia tóxica, conocida como Thaumatopina, que "causa irritación grave e inflamación". 

En el caso de entrar en contacto con la lengua de nuestro perro, por ejemplo, puede originar heridas "susceptibles de necrosarse", aunque también "puede provocar un bloqueo de las vías respiratorias", añaden. ¿Y cómo podemos saber si nuestro perro ha estado en contacto con una oruga procesionaria? Hipersalivación, inflamación de la piel, irritación, aparición de ampollas o úlceras son solo algunos de los síntomas más frecuentes.

También pueden comportarse con nerviosismo, rascarse excesivamente, tener dificultades para respirar, vomitar o tener fiebre. Además, otro de los signos de alerta es que se inflame su lengua o adquiera un color rojo o morado.

Qué hacer si tu perro entra en contacto

Lo más importante es la prevención y mantenernos alejados de posibles zonas en las que pueda haber orugas procesionarias. En cualquier caso, lo que nunca se debe hacer es tratar de utilizar remedios caseros para deshacernos de las orugas procesionarias, ya que puede resultar peligroso. 

En el caso de que tu mascota haya tocado o ingerido uno de estos insectos, el primer paso es acudir a un centro veterinario. Si nos encontramos en el campo o en una zona alejada, podemos retirar, con especial cuidado, la oruga o sus vellosidades del pelaje. Para ello, siempre se deberán emplear guantes o pinzas, para evitar el contacto directo con nuestra piel. Como detallan en la Clínica Veterinaria Galan, deberemos lavar con agua la zona afectada para limpiarla, sin frotar, ni hacer presión en las heridas. "Podríamos provocar que los pelos urticantes liberarán más sustancias tóxicas".

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