Daniel Sirera (PP): "Reivindico la Barcelona del 92 de Pasqual Maragall"

¿Por qué decidió dejar el gabinete del PP en Valencia y mudarse a Barcelona?El partido me ofreció la posibilidad de ser el candidato a la alcaldía para intentar que tuviéramos una representación importante para decidir el futuro de Barcelona. Decidí venir porque soy barcelonés y creo que la ciudad está en una situación muy complicada y merece un cambio.

¿Qué cambio? ¿Cuál sería su Barcelona ideal?Se parece mucho a la de 1992: una ciudad abierta, tolerante, que atraía talento, inversiones... Desde fuera enamoraba y los de aquí nos sentíamos muy a gusto.

Defiende la Barcelona del 92 y, sin embargo, estaban al frente del Ayuntamiento los socialistas.Efectivamente. Bueno, más que los socialistas, había un alcalde, que se llamaba Pasqual Maragall, que lo hacía bien y se involucraba en la ciudad. En los últimos ocho años hemos tenido un primer teniente de alcaldía del PSC que ha dejado Barcelona hecha unos zorros. No es una cuestión del partido, sino de la persona. Yo reivindico la Barcelona de Pasqual Maragall.

¿Qué haría para que la gente se sintiera como en la ciudad de entonces?Lo importante es tener un Ayuntamiento que no genere problemas, sino que resuelva los que tenemos. Si logramos una ciudad segura, limpia, donde la gente se pueda mover con independencia de si escoge el transporte público o el privado y pague menos impuestos, tendremos una ciudad de primera. El Ayuntamiento también debería facilitar abrir bares y comercios, para que no sea una cosa de ocho o 10 meses, sino de semanas.

¿Qué haría para mejorar la seguridad?Hace falta que el Ayuntamiento oferte 1.000 nuevas plazas en la Guardia Urbana y que se ponga muy duro con la Generalitat, porque en la ciudad faltan 3.000 mossos d’esquadra. El Consistorio debe dar apoyo a los policías y no siempre a los presuntos delincuentes. La Urbana no se siente respaldada, y necesitamos que tenga todo el apoyo del Ayuntamiento.

¿Se debería abrir más la ciudad al turismo?Barcelona es una ciudad turística y necesitamos a los turistas. Dan vida y dejan mucho dinero. Soy partidario de acabar con la moratoria de los hoteles, porque hace que no haya plazas y que se busquen fórmulas como los apartamentos, que pueden molestar a vecinos. Tanto la señora Colau como Trias y los socialistas están poniendo pegas para que vengan turistas, y representan más de un 15% del producto interior bruto de Barcelona. Hacen falta campañas de concienciación para explicar los beneficios que tiene el turismo, porque el gobierno municipal lo ha criminalizado. Es verdad que se debe ordenar, pero ni prohibir, ni eliminar, ni limitar.

¿Qué le parecen medidas contra la contaminación como las 'superilles'?Lo que han hecho Colau y Collboni es construir una ciudad de primera y una de segunda. Hay algunas 'superilles', como la de Consell de Cent, que pueden mejorar la calidad del aire allí, pero hacen que en la calle València, por ejemplo, los atascos sean más y, por lo tanto, haya más polución. Además, las 'superilles' no tiene mantenimiento. Las zonas verdes están muertas, hay ratas... La media de edad de los autobuses públicos es de ocho años y medio, y en Madrid, de cuatro y medio, y Colau no se fija en eso. Tenemos que hacer un esfuerzo para cambiar la flota. También sería una buena propuesta que las personas de menos de 25 años tuvieran el transporte público gratis.

¿Qué cree que se debería hacer para garantizar el acceso a la vivienda?Debemos tener una visión metropolitana, porque Barcelona tiene un espacio de crecimiento reducido. Pese a eso, hay dos zonas muy importantes, la Marina de la Zona Franca y Sant Andreu, donde se podrían construir más de 150.000 pisos. También es necesario eliminar la reserva del 30% que se impone a los promotores para vivienda social. Hace que no les salga a cuenta construir.

¿Está a favor de potenciar las terrazas?Sí, porque generan ciudad, hacen barrio, dan felicidad y crean puestos de trabajo. Deben tener una hora de cierre, pero la alternativa es el botellón, que no está controlado. Para hacerlas compatibles con el descanso de los vecinos, es importante impulsar una línea de ayudas para insonorizar sus viviendas. Además, la Urbana debe actuar en los lugares donde haya ruido excesivo.

¿Qué transformaciones urbanísticas haría?Un alcalde no puede pasar a la historia porque ha mejorado la ciudad, sino porque ha mejorado la vida de los barceloneses. Dicho esto, hay una gran zona que está poco trabajada, la del polígono Pedrosa, con una potencialidad brutal para hacer vivienda y mantener la industria que tiene. También quiero que Montjuïc sea la montaña de los museos, con un Prado extendido, un museo del Holocausto, otro de la motocicleta...

¿Lo haría construyendo más en la montaña de Montjuïc?No. Hay muchas instalaciones que están infrautilizadas. Se debería hacer un proyecto de acuerdo con la sociedad civil.

Reivindica un gobierno no independentista en Barcelona. ¿Por qué cree que debe pasar por el PP y no por el PSC?Me presento como tercera vía entre Collboni y Colau, que han destrozado la ciudad, y los que como Trias y Maragall quieren ponerla el servicio de la causa independentista. Yo no quiero poner Barcelona ni al servicio de mi ideología, como hacen las izquierdas, ni al servicio de una hipotética república catalana, sino al servicio de Barcelona, porque hace muchos años que los barceloneses no tenemos un Ayuntamiento que se preocupe de los problemas de los ciudadanos.

Dice que son una fuerza de centroderecha. ¿Pactaría con Vox?No hay ninguna encuesta que diga que Vox entrará en el Ayuntamiento. Yo quiero ser decisivo en el futuro de Barcelona y lo que no puedo hacer son hipótesis. Y si entra la CUP, ¿Trias pactará con la CUP? Yo quiero hacer las políticas que creo que necesitan los ciudadanos, que son más seguridad, mejor movilidad, más limpieza, lucha contra los okupas y bajada de impuestos. Me puedo sentar con quien quiera hablar sobre estos temas.

Algunas encuestas vaticinan unos resultados muy igualados entre Colau, Trias, Maragall y Collboni. ¿A quién apoyarían y a quién no?No pactaré nada con Maragall ni con Colau, que ha hecho de Barcelona una ciudad incómoda, sucia e insegura y la ha destrozado. Con Collboni y Trias, depende de lo que quieran hacer. Si quieren renunciar a lo que han hecho mal en los últimos años y a poner Barcelona al servicio de la causa independentista, me sentaré a hablar con ellos. Pero, desafortunadamente, veo tanto a Trias como a Collboni más próximos a pactar con ERC que con el PP.

Dijo que su objetivo es pasar de los dos concejales del PP en las anteriores elecciones, a cuatro concejales. ¿Por qué cree que es posible?Porque hay mucha gente que no quiere un cambio cosmético, sino uno real, que solo puede representar el PP. Hay mucha gente que pone ejemplos de ciudades donde gobierna el Partido Popular para hablar de lo que querrían que fuera Barcelona. Además, hay mucha que podría votar a Ciutadans u otros partidos y, viendo que las encuestas dicen que no obtendrán representación, me dirijo a ellos para que me ayuden a hacer que el PP sea una formación fuerte dentro del Ayuntamiento. Si estas personas nos votaran, nos podríamos convertir en la tercera fuerza en el Consistorio y condicionar mucho el futuro de la ciudad, que creo que nos hace falta a todos.