La líder de Más Madrid y de la oposición regional, Mónica García, renunciará al bono social eléctrico. Esta ayuda le supone un descuento del 65% en las facturas de la luz y le abre la puerta a percibir el bono térmico. La jefa de la oposición madrileña creía, erróneamente, que el bono de electricidad era una tarifa especial para familias numerosas cuya bonificación soportaban las eléctricas y tras advertir que, en parte, la sufragan el resto de consumidores, ha decidido que renunciará a ella.
"(El bono social eléctrico) es una tarifa con un descuento por familia numerosa que lo pagan las propias eléctricas, están obligadas a ello, no es una ayuda del Gobierno, no es una ayuda social", había señalado García a primera hora de la mañana en declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Asamblea.
Lo cierto es que la financiación del bono social cambió a mediados de 2022. Con anterioridad a esta fecha, lo soportaban solo las comercializadoras, pero recurrieron a los tribunales, que le dieron la razón y, desde entonces, lo asumen todos aquellos que participan en la cadena de suministro: producción, transporte, distribución, comercialización y los consumidores directos.
Esto es algo que pueden comprobar los titulares de contratos de electricidad, pues las compañías hacen constar en cada factura un epígrafe con el cargo que realizan para financiar el bono social, prioritariamente destinado a familias en situación de vulnerabilidad, pero también a familias numerosas.
Tras conocer el mecanismo de financiación, García ha decidido renunciar a este bono, según han confirmado fuentes de su equipo a 20minutos. Desligarse del bono de electricidad supondrá que la líder de Más Madrid perderá un descuento del 65% mensual en su factura de la luz y su derecho a percibir el bono térmico que, en su caso, ascendió a algo más de 195 euros en 2022 (convocatoria correspondiente a 2021) y a 67,50 en 2021, cantidades que en todo caso la Administración regional pagó, con fondos del Estado, a su marido.
García ya había anunciado que iba a renunciar al bono térmico y que estudiaría cómo devolver las cantidades que ya había abonado. Esto es algo que, según han confirmado fuentes de la Consejería de Familia, Juventud y Política Social a este periódico, ya no se puede realizar. En cada convocatoria, han explicado, se emite una resolución de la dirección general de Integración, la competente, que concede las ayudas y habilita un plazo de renuncia de 10 días.
En la última ayuda que recibió la política de Más Madrid ese plazo expiró en diciembre. Las ayudas del bono térmico de 2022 -se otorgan a año vencido- están a punto de empezar a distribuirse. De hecho, este miércoles se publicó en el Boletín Oficial de la Comunidad una orden de la consejera Concepción Dancausa imprescindible para iniciar el reparto. Si García no completa su renuncia al bono eléctrico en los próximos días, tendrá que estar atenta a este procedimiento porque se le volverá a conceder la ayuda de nuevo.
También se transferirá al vicepresidente y consejero de Educación, Enrique Ossorio, y al secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, que en ambos casos se han reconocido como perceptores de estos bonos sociales, aunque ninguno de ellos ha manifestado que vayan a renunciar a su cobro. Ossorio afirmó este miércoles que pediría todas las ayudas a las que le diera acceso su condición de familia numerosa y Serrano ha calificado la polémica como "demagoga".
Entre tanto, el Gobierno central ya estudia cómo modificar los requisitos para evitar que familias numerosas con elevados ingresos, como todos los casos de políticos madrileños conocidos, accedan a estas ayudas que están pensadas para hogares con dificultades económicas y en situación de vulnerabilidad.
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