Joan Ferran Historiador y articulista
OPINIÓN

Goodbye New Jersey

Retirada de bloques de hormigón New Jersey de las terrazas de Barcelona.
Retirada de bloques de hormigón New Jersey de las terrazas de Barcelona.
AJUNTAMENT DE BARCELONA
Retirada de bloques de hormigón New Jersey de las terrazas de Barcelona.

El adiós de Barcelona, en lengua inglesa, a los bloques de hormigón de color amarillo suena a canción de Simon & Garfunkel, incluso a una de las Spice Girls. 

Las terrazas ‘extra’ de bares y restaurantes, autorizadas en tiempos de pandemia, ya no tienen quien las proteja. Eso sí, hay que reconocer que nos alegraron la vida, que salvaron negocios y puestos de trabajo, que ejercieron de válvula de descompresión cuando vivíamos como monjas de clausura. 

Algunos de los espacios ahora liberados volverán a ser áreas de carga y descarga, plazas de aparcamiento o plataformas de madera homologadas como veladores. ¡Aleluya! Por fin desaparecerá de nuestra vista ese color amarillo sucio que tanto afea la imagen de la ciudad. Pero la dicha no será del todo completa. 

Lamentablemente algunas lumbreras municipales insisten en seguir disfrazando de avispa aceras y calzadas. Cuentan los historiadores que Molière falleció vestido de amarillo en plena representación de ‘El enfermo imaginario’. 

Corria el año 1673 y, a partir de aquel deceso inesperado, se propagó la idea de que ese color atraía la mala suerte y las desgracias. Muchos actores y creadores evitan subir al escenario portando prendas amarillas.

La xantofobia, el miedo y el rechazo al amarillo, es una de las fobias más raras que existen; cierto, pero también circula entre la ciudadanía una creencia, de amplia base cultural, que asocia ese color a la mala suerte. Sea como fuere se impone una alegre despedida a los bloques. ¡Goodbye New Jersey!

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