Escondido en el norte de Cáceres, junto a la frontera con Portugal, la Sierra de Gata es un enclave rural que muchas veces pasa desapercibido para quienes buscan un lugar en el que descansar, desconectar y conocer nuevos lugares.
Compuesta por apenas 20 municipios y 1.254 kilómetros cuadrados, la Sierra de Gata es un paraíso natural que ofrece muchas posibilidades de planes gratuitos tanto en sus pueblos como en su naturaleza.
Visita a Trevejo y su castillo medieval
Este pequeño pueblo escondido en la Sierra de Gata fue en su día un importante enclave. El castillo medieval que corona el pueblo fue en su origen una fortaleza musulmana, construida en el siglo IX. Aunque solo quedan algunos vestigios de la construcción, es un monumento que merece la pena visitar por toda la historia que atesora (aunque no es recomendable acceder al interior por su mal estado).
Con apenas 24 habitantes, el pueblo, sus calles y sus casas, algunas de ellas con siglos de antigüedad, están perfectamente conservadas y pasear por ellas es todo un viaje al pasado.
Visita a San Martín de Trevejo
Cerca de allí se encuentra San Martín de Trevejo, otra localidad cuyo patrimonio arquitectónico, su gastronomía y su cultura son un auténtico tesoro que permite retroceder en el tiempo. Sus fachadas tradicionales, sus calles empedradas y los adornos florales son motivos más que suficientes para hacer una visita.
El pueblo, además, se haya envuelto en la naturaleza, a los pies del Monte Jálama, lo que además lo convierte en un enclave natural especial. Y por si fuera poco, en este pueblo se habla una misteriosa lengua que solo se habla en tres municipios.
Visita al embalse de Borbollón
El embalse de Borbollón se encuentra a los pies de la Sierra de Gata, y constituye un paraje natural único en la zona. Sus visitantes pueden pescar, recorrer el enorme lago en barco o simplemente disfrutar de la naturaleza y de las aves de la zona, ya que está considerado una Zona de Especial Protección para las Aves.
En el centro del Embalse se encuentra la isla de Parra Chica, donde se pueden ver garzas, cigüeñas y milanos.
Visita al Castañar de los Abuelos
Si se desea explorar a fondo el entorno natural de la zona, el Castañar de los Abuelos es un lugar ideal. El color de la zona varía según las estaciones pero es igualmente envolvente y convierte las rutas senderistas que se pueden hacer en la zona en una auténtica aventura.
Visita a Hoyos
El colorido de las calles y fachadas de Hoyos, un pueblo especial por sus adornos florales en las fachadas y sus edificios perfectamente conservados, impresiona a todos los viajeros y turistas que pasan por esta pequeña localidad de poco más de 900 habitantes.
Probablemente su arquitectura tradicional es de las mejores conservadas de la región, y edificios históricos como la Iglesia del Buen Varón, la Casa de las Conchas o su Plaza Mayor lo corroboran. Uno de los pueblos más bonitos del valle que merece la pena visitar.
Visita a Gata y su iglesia del siglo XV
El pueblo de Gata constituye otro foco de patrimonio artístico, arquitéctonico y cultural de la zona. Destacan sus calles empedradas y especialmente su iglesia de San Pedro Apóstol, consturida en el siglo XV y perfectamente conservada hasta la actualidad. Otro monumento importante es la Fuente del Chorro, de estilo renacentista.
Visita a Robledillo de Gata
Ubicado en plena sierra, Robledillo de Gata ofrece paz y tranquilidad con sus preciosas calles, su arquitectura tradicional conservada y la presencia del río Árrago, con una piscina natural donde bañarse.
La plaza del Ayuntamiento, la Iglesia de San Julián o la Iglesia de Ntra. Señora de la Asunción forman parte de un patrimonio conservado íntegramente hasta nuestros días.
Visita a Santibáñez El Alto, su castillo y sus vistas
Como su propio nombre indica, esta pequeña localidad se ubica en una posición privilegiada de la sierra, desde donde ver el horizonte y los diferentes pueblos de la zona. Fue un lugar estratégico para sus pobladores a lo largo de la historia, cuenta con un castillo de origen árabe y en sus calles se respira historia. Lo más característico del lugar son sus hermosas vistas del valle y del entorno natural que lo compone.
Ruta hasta la Cascada de la Cervigona
Ubicado en mitad de la naturaleza, a un costado del Monte Jálama, se encuentra la Cascada de la Cervigona, un lugar digno de visitar si se hace una ruta de las muchas posibles que hay por la zona.
Para aquellos que se adentren en este paraje natural, muy bien señalizado y marcado, visitar tanto la Cascada como el Mirador de la Cervigona, que corona este hermoso lugar, es una opción que permitirá disfrutar al máximo de la naturaleza.
Visitar el Mirador das Chopeiras en la frontera con Portugal
Un mirador desde el que se pueden ver dos países es, sin duda, un sitio especial. Es el caso del Mirador das Chopeiras, ubicado en el término municipal de Valverde del Fresno y que se encuentra situado justo en la frontera con Portugal. Un lugar curioso desde el que se pueden contemplar unas impresionantes vistas.
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