Beatriz Carrillo Presidenta de la Comisión de Evaluación y Seguimiento de los Acuerdos del Pacto de Estado de Violencia de Género.
OPINIÓN

No ser racista no es suficiente

MANIFESTACION CONTRA EL RACISMO. CARTAGENA
Una manifestación contra el racismo en Cartagena.
Ivan Urquizar
MANIFESTACION CONTRA EL RACISMO. CARTAGENA

Un 21 de marzo de hace 63 años, en Shaperville (Sudáfrica), miles de sudafricanos y sudafricanas protestaban pacíficamente en contra de las políticas racistas del Apartheid, protesta que fue respondida por parte de la policía con disparos indiscriminados que supusieron el asesinato de 69 personas. Hoy seguimos recordando esa fecha con el Día Internacional para la eliminación de la discriminación racial, conmemoración impulsada por Naciones Unidas desde 1966.

En nuestro país la lucha contra el racismo se ha consolidado durante estas últimas décadas, pero lamentablemente no podemos decir que este mal haya sido erradicado, al contrario, sigue creciendo peligrosamente y donde más delitos de odio se cometen, según las estadísticas del Ministerio del Interior, es por razones racistas o xenófobas, siendo el antigitanismo, al ser el que más se ha disparado en nuestro país como así lo refleja el último informe sobre la evolución de los delitos de odio en España 2021, elaborado por la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio (ONDO).

Desde el inicio de este último periodo democrático en España, se han logrado avances notables, pero el racismo y la intolerancia siguen estando presentes de forma lamentable en nuestra sociedad. Desde la Unión Europea se han hecho importantes avances que tienen como objetivo la erradicación total y definitiva de cualquier forma de racismo, y por ello, hoy en día tenemos herramientas como el Plan de acción de la UE antirracismo para 2020-2025, que reconoce que el racismo es un problema estructural en la historia de nuestras sociedades.

Los y las socialistas reconocemos la importante labor de los grupos y organizaciones de personas procedentes de diferentes etnias u orígenes, tales como de personas africanas, afrodescendientes, del Pueblo Gitano, de personas asiáticas, asociaciones de lucha contra el racismo, etc. Organizaciones imprescindibles en esta lucha y cuyo trabajo va acompañado con una acción decidida desde el gobierno para poder avanzar.

Nuestra organización política siempre se ha destacado por promover los valores de la igualdad, la tolerancia, el respeto y la convivencia en paz.

Creemos en una sociedad libre, en la que las personas sean iguales en derechos, deberes y oportunidades; y para lograrla debemos tener una posición rotunda y activa contra el racismo, la xenofobia, el antigitanismo, la afrofobia, el antisemitismo, la islamofobia y cualquier forma de discriminación basada simplemente en el lugar de procedencia o el color de la piel.

Nuestra organización política siempre se ha destacado por promover los valores de la igualdad, la tolerancia, el respeto y la convivencia en paz. Por eso el PSOE es un partido de profundas convicciones antirracistas. Y lo es porque el racismo es un mal que envenena nuestra convivencia y destruye nuestra capacidad de construir una sociedad mejor y más cohesionada.

A lo largo de nuestra historia hemos demostrado nuestro compromiso con estos valores, y por ello podemos decir con absoluta claridad que los

grandes cambios legislativos que se han llevado a cabo en España en favor de la lucha contra el racismo, han venido de la mano de gobiernos socialistas.

Ley Zerolo

Esta ha sido siempre nuestra premisa y por ello, desde que llegamos al gobierno en el año 2018, hemos trabajado de manera muy intensa hasta conseguir hacer realidad en el B.O.E la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación. La conocida como “Ley Zerolo”, una norma que ha marcado un nuevo horizonte en el avance de las libertades al incorporar el derecho antidiscriminatorio en nuestro ordenamiento jurídico español y promulgando a su vez, una firme condena a la discriminación racial. Una ley que protege a las víctimas, y que significa un pasaporte para el acceso a la igualdad de trato real situando de nuevo a nuestro país como referente en las políticas de igualdad y en la vanguardia de la lucha contra la discriminación en nuestro espacio geopolítico.

La Ley persigue un doble objetivo: prevenir y erradicar cualquier forma de discriminación y proteger a las víctimas, intentando combinar el enfoque preventivo con el enfoque reparador, el cual tiene también un sentido formativo y de prevención general.

Además, estos últimos años hemos avanzado recuperando la sanidad universal, hemos creado la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad, aprobado el Plan de Acción de Lucha contra los Delitos de Odio, reactivado el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (abandonado por los gobiernos del PP anteriores), creado un protocolo para combatir el discurso de odio ilegal en línea y promovido la cooperación institucional en la lucha contra el racismo, la xenofobia, el antigitanismo, la LGBTIfobia y otras formas de intolerancia, y hemos puesto en marcha, dentro de las unidades de información de la Policía Nacional y la Guardia Civil, grupos dedicados a la persecución de los delitos de odio.

Toda esta acción política se hace además indispensable en el contexto reciente en el que la ultraderecha, y sus populismos, desde las propias administraciones e instituciones en algunos casos, está intentando legitimar su discurso de odio basado en falacias y mentiras para, como siempre, preservar los privilegios de unos pocos por encima de los derechos de los más vulnerables.

Un año más, en este Día Internacional para la eliminación de la discriminación racial, los y las socialistas reafirmamos nuestro compromiso con la prevención y la erradicación del racismo y de toda forma de discriminación desde todos los niveles de la administración pública, destacando el desarrollo de políticas locales donde impactan en la población y comunidad de manera cercana y directa.

Actuar contra la injusticia

Ser antirracista nos obliga a no ser indiferentes contra la injusticia, y actuar decididamente contra quienes atacan los derechos humanos y la diversidad. Los y las socialistas seremos firmes a la hora de defender el derecho a la igualdad de trato y no discriminación, como nuestra Constitución así lo expresa en su artículo 14.

Especialmente, queremos prestar una mayor atención desde la agenda política feminista a la discriminación interseccional que afecta a las mujeres por su doble condición mujeres, y su pertenencia cultural o étnica racial, trazando estrategias que aborden las múltiples opresiones que les impide lograr la tan deseada igualdad.

Reafirmamos, por tanto, nuestra total implicación en la protección a las víctimas y a las personas vulnerables, y ponemos en valor la labor de todas las personas y entidades que trabajan para el fin del racismo. Porque una sociedad en la que no se discrimina a las minorías es una sociedad mejor para todos y todas. Y también para honrar la memoria de quienes perdieron la vida en Shaperville, defendiendo estos principios, animamos a toda la sociedad a unirse a esta histórica bandera para la eliminación de la discriminación racial y por la igualdad real. En definitiva, no podemos ser militantes de la Igualdad, sino no somos militantes antirracistas.

Como defiende la activista Angela Davis, ”En una sociedad racista no basta con no ser racista. Hay que ser antirracista.”

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