Así es la asombrosa transformación verde de las depuradoras de agua

Mitigar los efectos del cambio climático es uno de los grandes desafíos que afrontamos como sociedad. El modelo económico actual basado en tomar, fabricar, consumir y eliminar es agresivo con el medioambiente y amenaza con agotar las fuentes de suministro materiales y energéticas. Por ello, la economía circular sustentada en un modelo de producción y consumo sostenible es el futuro.

En el caso concreto del saneamiento, los núcleos de población generan desperdicios, basuras y aguas residuales domésticas. Estas son recogidas por las redes de alcantarillado y depuradas en Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) para devolverla optimizada a la naturaleza.

Sin embargo, se antojan un tanto limitadas para frenar en seco esta crisis relacionada con el agua. Tal y como indica la Fundación Aquae, las biofactorías son un sistema pionero que suponen "un cambio de paradigma en el sector hídrico". Con este modelo se reduce el impacto en el medioambiente y se elude recurrir a consumir energía de origen fósil, pues disponen de capacidad suficiente para producirla de forma renovable.

Con este modelo se reduce ostensiblemente el impacto en el medioambiente

Uno de los proyectos en pro del medioambiente son las ecofactorías, que apuestan por actualizar las plantas de tratamiento de agua "hasta convertirlas en auténticas fábricas de recursos, regidas completamente por los principios de la economía circular y la digitalización", explica el director de Tratamientos de Agua y Economía Circular de Agbar, Javier Santos.

Funciones principales

Este innovador modelo de gestión integral de depuradoras se basa en cuatro cometidos fundamentales, posibilitados en gran medida por la transformación digital de las instalaciones. En primer lugar, la regeneración y la reutilización del agua, mediante la aplicación de los "tratamientos adecuados a cada futuro uso concreto que pueda tener", como riego de parques urbanos, campos agrícolas o limpieza de calles, indica el especialista de Agbar.

En segundo lugar, las ecofactorías también revalorizan los residuos, convirtiéndolos en subproductos "aptos para ser utilizados en otros productos", como los lodos de depuración, que sirven de abono para la agricultura.

El tercer eje es la reducción del consumo energético y la capacidad de maximizar su producción "a través del uso del biogás, la codigestión o la fotovoltaica", además de su capacidad de adaptación a los requerimientos de cada administración. La cuarta función de las ecofactorías es la decisiva reducción del impacto en el entorno, la promoción de la biodiversidad y la renaturalización de las instalaciones, "además de la reducción de contaminación acústica y lumínica", detalla el experto de Agbar.

El valor de la evolución

Mediante la fuerte apuesta por la digitalización en todos sus procesos de gestión, las estaciones depuradoras se transforman en ecofactorías, colaborando activamente con el entorno en donde están ubicadas. Estas instalaciones permiten "aportar agua regenerada como uso prepotable en caso de sequía extrema para recargar acuíferos o para las industrias de la zona", señala Santos. Además, al ser un producto totalmente enfocado a la ciudad y a su transformación ecológica, genera productos de "alto valor como energía verde, biocombustibles o biofertilizantes".

Este salto cualitativo que suponen las ecofactorías permite que se aprovechen todos los residuos generados durante el proceso de depuración, como producir biogás a partir de los lodos: "Esta energía se emplea para abastecer la propia planta, incluida la flota de vehículos eléctricos", apunta.

Impulso a la investigación

Los procesos de transformación digital son necesarios para alcanzar la excelencia en las plantas de tratamiento. La gestión de los datos tiene un valor inestimable para hacer de las ecofactorías unas instalaciones de alto rendimiento.

"Los equipos implicados en la gestión pueden obtener información de valor necesaria y, en tiempo real, optimizar la toma de decisiones", afirma. Gracias al conocimiento adquirido, es posible reforzar todos los procesos operativos y así "predecir, planificar y priorizar las inversiones".

Gracias a la digitalización se optimizan las tomas de decisiones

El uso de herramientas de inteligencia artificial avanzada en aras de la sostenibilidad ya está implementada, facilitando la toma de decisiones, minimizando los riesgos y maximizando la gestión de los activos.

Futuro inminente

Debido a este modelo, ya es una realidad la descarbonización y la movilidad con fuentes de energía generada en estos centros. Además, estos sistemas permiten la creación de infraestructuras verdes y ya se están recuperando zonas verdes para la ciudadanía gracias a ellos.

De esta forma, resulta más posible llegar a cumplir pronto otros objetivos más globales, como "lograr una colaboración plena con los distintos actores del sector público y privado para poder avanzar juntos hacia un modelo de ecociudad, creando espacios más saludables, justos y sostenibles", concluyen.

Biodiversidad e incentivos para la economía local

Más allá de la regeneración y reutilización del agua en las ecofactorías, estos revolucionarios centros contribuyen notoriamente a la "transformación ecológica de las ciudades, un modelo de ciudad más resiliente y sostenible", estima el director de Tratamientos de Agua y Economía Circular de Agbar, Javier Santos. Gracias a la digitalización y a la circularidad, las ecofactorías asumen un modelo "totalmente enfocado a la ciudad a su transformación ecológica".