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Sánchez y Borrell intentarán rebatir en la Cumbre Iberoamericana la narrativa rusa sobre Ucrania que crece por América Latina

Pedro Sánchez, entre Peña Nieto y el rey, en la Cumbre Iberoamericana de Antigua, en 2018.
Lavandeira Jr. / EFE

De una forma más sutil que directa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intentará disuadir a sus homólogos de los países de América Latina de apoyar o, al menos, contemporizar con las posiciones de Rusia en la guerra de Ucrania, que ganan terreno en la región. La XXVIII Cumbre Iberoamericana, que se celebra este sábado y domingo en la República Dominicana y que encabeza Felipe VI por la delegación española, no tiene en su agenda oficial ningún punto relativo a Ucrania, pero tanto el presidente como previsiblemente también el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, acuden con la intención de rebatir una narrativa rusa sobre el conflicto que se vive en Europa que creen que se expande por los países latinoamericanos, muchas veces a lomos de sus relaciones comerciales y económicas con Moscú.

Al contrario de lo que sucede en la UE, donde la guerra en Ucrania es un punto prioritario de las discusiones entre sus líderes, no existe ningún punto específico en la agenda de la Cumbre Iberoamericana referida al conflicto ni a Rusia. Sin embargo, fuentes gubernamentales apuntan a que previsiblemente se suscitará, quizá no en las dos sesiones plenarias del domingo, sino en encuentros bilaterales y conversaciones más o menos informales, que se den en los márgenes de la reunión.

Según indican, en el ánimo Sánchez está evitar que la narrativa rusa cale en América Latina, entre países que mantienen lazos económicos y comerciales con Rusia, que Vladimir Putin, se ha esforzado por estrechar para atraerse a sus tesis al llamado sur global. Aunque América Latina apoya como bloque regional las resoluciones de la ONU de condena a la agresión rusa sobre Ucrania, se resiste a un posicionamiento tan firme a favor de uno de los dos bandos -el ucraniano- y en contra de otro -el ruso- y tradicionalmente defiende la no injerencia en asuntos internos de otras naciones. Sus países, incluso, se encuentran molestos por tener que alinearse con uno u otro bando.

Frente a esta posición, la UE es de lejos más contundente con respecto a guerra de Ucrania, ya no solo dentro de sus fronteras. Fuentes diplomáticas indican que el bloque europeo tiene también la determinación de que el resto del mundo entienda las razones de Ucrania y, en el debate sobre la guerra que sobrevolará la Cumbre Iberoamericana, no es casualidad tampoco la asistencia de Borrell, que dentro del bloque europeo es uno de los más firmes defensores de apoyar a Ucrania con todo tipo de medios, incluso armamento y recursos militares con los que en ocasiones titubea el Gobierno español. 

Se trata de la primera vez que un Alto Representante acude a una Cumbre Iberoamericana, precisamente en un momento en el que la UE considera que el relato ruso va ganando terreno en América Latina. Según afirmó este viernes desde Bruselas, Sánchez quiere que sea precisamente durante la Presidencia española de la UE a partir de julio cuando se firmen los acuerdos comerciales entre la UE y Chile y México y "continuar avanzando con el Mercosur", el más complicado.

Directo desde Bruselas 

Sánchez llegará con este mensaje en favor de Ucrania a República Dominicana directamente desde Bruselas, donde este viernes concluía un Consejo Europeo en el que, además de volver, años después de terminada la crisis financiera de 2008, a hablar de rescates bancarios después de las quiebras de Silicom Valley Bank y de Credit Suisse, los Veintisiete revisarán entre otras cuestiones el estado de las negociaciones comerciales con América Latina. El proceso está siendo especialmente difícil para cerrar el acuerdo con el Mercosur -la región que engloba Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Venezuela y Bolivia en distintas fases de adhesión- y Sánchez viajará de Bruselas a la República Dominicana con la intención de allanar el camino para, al menos, desbloquear unos contactos cada vez más complicados.

El presidente español se unirá directamente a la primera sesión de la Cumbre porque no ha llegado a tiempo a un encuentro empresarial que a primera hora del viernes presidió Felipe VI acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Ese día dio comienzo la Cumbre con una cena oficial, aunque los trabajos y las dos sesiones plenarias tendrán lugar este sábado. La jornada empezará con el desayuno con los países de Centroamérica que España organiza tradicionalmente en estas citas y que también presidirá Felipe VI.

El lema de esta edición de la Cumbre Iberoamericana es "Juntos por una Iberoamérica justa y sostenible", al que el Gobierno español añade de forma oficiosa "más estratégica", con su intención de forjar una relación "más firme y sólida" con la región de cara a la Presidencia española de la UE, en el segundo semestre del año. Los líderes iberoamericanos firmarán una Carta Medioambiental, aprobarán una ruta para alcanzar la seguridad alimentaria y algo que hace especial ilusión al Gobierno español, la "Carta Iberoamericana de Principios y Derechos en entornos digitales" que empezó a forjarse en el 30 Aniversario de las Cumbres Iberoamericanas que se celebró el año pasado en la Casa América de Madrid. Sin embargo, y también fuera de la agenda oficial, Sánchez no solo llevará un mensaje sobre Ucrania, también se ha ofrecido para intentar clarificar el camino para los acuerdos comerciales entre la UE y países y regiones de América Latina. 

20 años de negociaciones

Los Veintisiete están a punto de cerrar un acuerdo comercial con Chile al que no se le auguran problemas, mientras está determinada a separar la parte comercial de la política para sellar otro con México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, volverá a ausentarse de una Cumbre Iberoamericana -no acude nunca-, como también hará el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de visita oficial en China.

Mucho más complicada está la larga negociación del Acuerdo UE-Mercosur que dura ya 20 años y del que en Europa recelan países como Francia y Austria, en principio por cuestiones medioambientales. En 2019, ambos bloques llegaron a un principio de acuerdo que supondría la creación de la zona de libre comercio más grande del mundo, con 800 millones de habitantes, pero desde entonces los textos definitivos no han sido firmados ni ratificados. 

El Gobierno español vio con muy buenos ojos que el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel, incluyera este punto sobre política comercial en la agenda del Consejo Europeo, porque así se podrían identificar las resistencias de los países que las tienen al acuerdo con el Mercosur y que para España son menores porque considera que la vuelta de Lula al Gobierno de Brasil supone ya una garantía de que se respetarán las cuestiones medioambientales. 

Además, Moncloa también celebró de esta forma Sánchez podría dar continuidad entre esta discusión en Bruselas y las gestiones que se ha ofrecido a hacer en favor de desbloquear las negociaciones del acuerdo con el Mercosur, otro de los propósitos -no oficiales, porque este tema tampoco está en la agenda- con los que acude a la Cumbre Iberoamericana. Además, esta cita es para Sánchez una especie de reunión de preparación de la Cumbre UE- América Latina y Caribe que se celebrará en julio en Bruselas y que será uno de los puntos principales de la Presidencia española de la UE.

El estado de las negociaciones es algo que Sánchez también quiere tratar en los pasillos y en conversaciones informales con otros dirigentes iberoamericanos. No con el presidente de Brasil, pero quizá sí con el presidente de Chile, Gabriel Boric, con quien Sánchez tiene ya confirmada una reunión bilateral. La otra en firme ya es con el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves.

Argentina ocupa en estos momentos la presidencia temporal del Mercosur y, aunque no estaba prevista una bilateral entre Sánchez y su presidente, Alberto Fernández, fuentes del Gobierno resaltan las buenas y fluidas relaciones entre ambos y un contacto permanente que también se producirá en República Dominicana, donde podrán tratar entre otros temas también la cuestión de las negociaciones comerciales.

Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

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