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Las gominolas de vitaminas, un atractivo suplemento alimenticio: "Son beneficiosas como complemento, no como sustitutivo"

Las gominolas de vitaminas se han convertido en un atractivo complemento alimenticio
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Todos necesitamos vitaminas y minerales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo, tanto en la infancia como en la edad adulta. Estos micronutrientes, necesarios en pequeñas cantidades, los obtenemos, normalmente, a través de los alimentos. Sin embargo, mantener una mala alimentación o que, por diferentes razones, nuestro organismo no absorba estas vitaminas de forma correcta, puede causar una falta de estas sustancias. Es el caso de personas con anemia, anorexia, problemas digestivos, etc. o de personas con discapacidad que, por su patología, ya sean de origen neurológico, físico u orgánico, presenten carencias nutricionales concretas.

En todos estos casos es necesario recurrir a la suplementación alimenticia. Dentro de sus distintas variantes, una de las más atractivas es en forma de gominola. "Puede ser una alternativa saludable y fácil de dar, de manera divertida. También hay cápsulas, de origen vegetal o más procesadas, y habrá que determinar cuál es la más aconsejable, pero en niños es más común recurrir a las gominolas porque pueden rechazar las cápsulas, aunque no se consideren medicación, porque piensen que lo es", asegura Rafaela Torres, nutricionista del Hospital Cruz Roja de Córdoba y presidenta de TDAH Córdoba.

Beneficiosas para muchos tipos de discapacidad

Las gominolas de vitaminas pueden ser útiles para paliar los efectos colaterales de distintas discapacidades. En el caso del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), explica Torres, en el que "distintos estudios manifiestan la carencia de vitamina D, ácidos grasos esenciales, selenio, magnesio, zinc y hierro. Una suplementación puede ayudarlos a mejorar la concentración, siempre viendo el grado de afectación y acompañado de terapia ocupacional". También si la medicación les provoca "estar inapetentes y no quieren comer a ciertas horas".

Por otro lado, para algunas personas con discapacidad intelectual y restricciones alimentarias, ya sea por problemas de disfagia o aversiones a ciertos alimentos, "realmente es muy necesario porque, si después de realizar técnicas de cambio de conducta y amoldar hábitos no hemos conseguido nada la suplementación nos da la tranquilidad de que va a estar bien nutrido y se fortalecerá tanto a nivel físico, como emocional".

Las gominolas son algo muy novedoso a lo que optan los profesionales cuando las familias no quieren algo farmacológico 

Las gominolas de vitaminas como suplemento alimenticio también pueden ser beneficiosas en discapacidades visuales derivadas de una enfermedad rara o una diabetes, "por el aporte de la vitamina A" y en personas con una discapacidad derivada de un daño cerebral, "quienes tienen dificultad al metabolizar el yodo, un mineral esencial para el funcionamiento neurológico".

Complemento a una dieta equilibrada

Cada caso es diferente. Por ello, la familia debe estar alerta ante síntomas como cansancio, problemas de sueño o falta de apetito derivados de la medicación, y acudir a un médico, quien realizará un análisis que determine si existe carencia de algún tipo de vitamina o mineral. "En el caso de las personas con autismo, que pueden rechazar la comida por el olor, el sabor o la textura, sabemos de antemano que van a tener una carencia nutricional, pero para más seguridad el profesional tiene que hacer una analítica. En caso extremos se puede ver directamente por su peso y altura", señala Torres.

Una vez constatada esta carencia vitamínica, el médico suele recurrir primero a medicamentos. "Las gominolas son algo muy novedoso a lo que optan los profesionales cuando la familia no quiere algo farmacológico, sino más natural", asegura la nutricionista. No es, por tanto, común recurrir a este tipo de producto: "Cada día los profesionales que nos dedicamos a la salud somos más conscientes de los problemas intestinales que puede llegar a acarrear tanta medicación y de que la biodisponibilidad de los productos o suplementos naturales -capacidad de que el cuerpo absorba y use- a la larga son más beneficiosos, pero todavía nos queda mucho por avanzar".

Además, será importante acudir siempre primero a la alimentación funcional: "Por ejemplo, en un TDAH con problemas de atención hay alimentos ricos en omega 3,6 y 9, como el pescado azul, pero algunos niños rechazan el pescado, las verduras o los frutos secos, entonces deberíamos tener un amplio abanico de variedad según el gusto y la preferencia del niño". No obstante, en ocasiones, esto no será suficiente y será necesario recurrir a suplementos alimenticios como las gominolas, eso sí, siempre acompañados de "una alimentación adecuada, de calidad y adaptada". "Las gominolas son beneficiosas como complemento alimenticio, nunca como sustitución de una dieta saludable, equilibrada y balanceada según la pirámide nutricional", añade la nutricionista.

Son complementos nutricionales, no golosinas, partiendo de esa base debemos tener cuidado con el consumo excesivo

Efectos adversos por su consumo excesivo

Las gominolas pueden ser una opción muy útil para suplir ciertas carencias nutricionales, pero deben tomarse con moderación, ya que un exceso de estas vitaminas o minerales no es necesario y puede provocar efectos negativos. "Son complementos nutricionales, no golosinas, partiendo de esa base debemos tener cuidado con el consumo excesivo", recomienda la nutricionista.

Cualquier persona puede acceder a este tipo de suplemento sin receta médica, algo peligroso ya que, según destaca la nutricionista, "el desconocimiento puede llegar a sobrecargar de sustancias innecesarias y puede provocar problemas adversos o colaterales en los niños, llegando a ser tóxico para el organismo, y a causar vómitos, diarreas, problemas musculares o digestivos".

Por esta razón, Torres aconseja tomarlas siempre bajo supervisión de un profesional médico, sobre todo en el caso de personas con discapacidad grave, en las que "una vitamina puede bloquear algunos de los fármacos que esté tomando, porque se dé una interacción fármaco nutriente". "Es importante hacer un consumo responsable de este tipo de suplementación y hacerlo durante un periodo de tiempo controlado", añade.

Analizar su composición y origen

Las gominolas de vitaminas abarcan un amplio abanico de posibilidades, dependiendo del principio activo de vitaminas y minerales que tengan y la edad para la que estén indicadas. Para conocer cuáles son más beneficiosas, Torres recomienda analizar su composición y optar por las que sean lo más naturales posibles. "Algunas están ultraprocesadas y no son recomendables porque, aunque indiquen que tienen 0 azúcares añadidos, tienen añadidos edulcorantes artificiales, como saborizantes y colorantes, y no son saludables. Debemos comprobar la cantidad de edulcorante que tienen", aconseja.

Las gominolas no son perjudiciales para la salud siempre y cuando se realice un consumo controlado de ellas

Por otro lado, la nutricionista recomienda observar si están hechas de proteínas animales o vegetales: "Algunas están elaboradas con proteínas gelificantes y su principal composición es el colágeno, procedente de desechos de animales". También se debe comprobar que tengan el contenido exacto de vitaminas y minerales necesario y que la etiqueta lo refleje. Además, es importante que sean biodisponibles, en concreto, que su absorción y asimilación sea un 70% del principio activo y, por supuesto, deben tener el sello regulatorio de la Unión Europea.

La nutricionista subraya la importancia de recurrir "al complemento vitamínico concreto que necesite la persona, ya que hay muchos en el mercado" y hacer un uso responsable de estas gominolas, que "no son perjudiciales para la salud siempre y cuando se realice un consumo controlado". "Los profesionales de la salud que estamos en hospitales deberíamos recomendarlas cada día más", finaliza.

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