La sencilla explicación que desmonta la teoría de que el cometa Oumuamua tenga origen extraterrestre

Oumuamua.
Oumuamua.
EUROPA PRESS / Sebastián Carrasco
Oumuamua.

Un par de astrónomos de las universidades de Berkeley y Cornell han encontrado una explicación sorprendentemente sencilla para la extraña órbita del cometa Oumuamua, detectado en 2017. Para justificarla, apuntan a la desgasificación de hidrógeno a medida que este cuerpo se calienta bajo la luz solar.

Al ser descrito, los investigadores determinaron que este objeto aceleraba alejándose del Sol de una forma que los astrónomos no podían explicar. Este detalle, junto a que no tenía coma brillante ni cola de polvo, a su peculiar forma alargada y a su pequeño tamaño, llevó a algunos a sugerir que se trataba de una nave espacial extraterrestre.

Los investigadores sostienen ahora que las misteriosas desviaciones del cometa de su trayectoria hiperbólica alrededor del Sol pueden explicarse por un sencillo mecanismo físico común a muchos cometas helados: la desgasificación de hidrógeno a medida que el cometa se calentaba bajo la luz solar, según publican en la revista Nature.

Lo que diferenciaba a Oumuamua de cualquier otro cometa bien estudiado de nuestro sistema solar era su tamaño: era tan pequeño que su desviación gravitatoria alrededor del Sol se vio ligeramente alterada por el pequeño empuje creado cuando el gas hidrógeno brotó del hielo.

Ni icebergs de hidrógeno ni otras locuras

La mayoría de los cometas son esencialmente bolas de nieve sucias que se acercan periódicamente al Sol desde los confines del Sistema Solar. Al calentarse con la luz de esta estrella, expulsan agua y otras moléculas, lo que produce un halo brillante o coma a su alrededor y, a menudo, colas de gas y polvo, que actúan como los propulsores de una nave espacial.

Cuando fue descubierto, Oumuamua no tenía ni coma ni cola, era demasiado pequeño y estaba demasiado lejos del Sol para captar suficiente energía como para expulsar mucha agua, lo que llevó a los astrónomos a especular sobre su composición y el motivo que lo empujaba hacia el exterior.

Jennifer Bergner, profesora adjunta de Química de la Universidad de Berkeley, pensó que podría haber una explicación más sencilla. Planteó el tema a un colega, Darryl Seligman, ahora becario postdoctoral de la National Science Foundation en la Universidad de Cornell, y decidieron trabajar juntos para ponerla a prueba y comprobar si podía ser que el cometa emitiera hidrógeno al calentarse al entrar en el Sistema Solar y eso produjera la fuerza necesaria para explicar la aceleración no gravitatoria.

"Lo bonito de la idea de Jenny es que es exactamente lo que debería ocurrir con los cometas interestelares. Teníamos todas estas ideas estúpidas, como icebergs de hidrógeno y otras locuras, y es simplemente la explicación más genérica", comenta Seligman.

La principal conclusión es que Oumuamua es un cometa interestelar estándar que acaba de experimentar un fuerte procesamiento

Los experimentos demostraron que, cuando se calienta, por ejemplo, con el calor del sol, el hielo se recuece (pasa de una estructura amorfa a una cristalina) y fuerza la salida de las burbujas, con lo que libera el hidrógeno gaseoso. 

Bergner y Seligman calcularon que el hielo de la superficie de un cometa podría emitir suficiente gas, ya sea en forma de haz colimado o de pulverización en abanico, para afectar a la órbita de un cometa pequeño como Oumuamua.

"La principal conclusión es que Oumuamua es un cometa interestelar estándar que acaba de experimentar un fuerte procesamiento. Los modelos que hemos ejecutado son coherentes con lo que vemos en el Sistema Solar en cometas y asteroides", afirma Bergner.

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