Barcelona

Récord histórico de capturas de jabalíes en Collserola: se apresan 965 en un año y se pasa de 17 a 12 ejemplares por kilómetro cuadrado

Un grupo de jabalíes en Barcelona.
Ayuntamiento de Barcelona

El control de las poblaciones de jabalí en Collserola se intensifica y consigue rebajar las abundancias de los últimos años. Según informa el Departamento de Acción Climática de la Generalitat, la densidad media en la montaña barcelonesa este invierno se ha rebajado hasta 12 ejemplares por km², menos que el año pasado, cuando era de 17. 

El balance hecho por el Departamento apunta que durante el año 2022, las actuaciones de control que se han hecho en el ámbito de Collserola han logrado un máximo histórico con un total de 965 jabalíes capturados. De estos, el 61% (593) fue capturado en ambientes urbanos, 99 en batida y 273 con acechos nocturnos con arma de fuego.

Acción Climática valora que el esfuerzo continuado para controlar la población de jabalíes indica que a pesar de que las densidades todavía son "elevadas", indican "el retorno a las condiciones socialmente más sostenibles".

El Plan que tiene en marcha desde el año pasado el Departamento incluye, entre otras, líneas de actuación dirigidas a reducir los conflictos en las zonas urbanas, puesto que las poblaciones de jabalí han aumentado su presencia en las zonas urbanas y periurbanas de muchas ciudades de Cataluña en los últimos años.

Las medidas que se aplican como parte del plan van desde el impulso de medidas de control eficaces y selectivas, las campañas de divulgación sobre la problemática y los modelos de gobernanza que permitan coordinar medidas entre todos los actores, hasta el apoyo a los ayuntamientos y las entidades locales.

Poblaciones de jabalíes habituados a zonas urbanas

Además de los jabalíes que campan por Collserola, también hay poblaciones de jabalíes en zonas urbanas. Según Acción Climática, esto es un riesgo para la salud de las personas y de los animales domésticos, porque pueden provocar accidentes de tráfico en las calles y en vías interurbanas y también porque los jabalíes pueden ser transmisores de enfermedades tanto a las personas como a las mascotas. Además, recuerdan que cada vez hay un número más grande de casos de personas heridas directamente por ejemplares de esta especie.

Son jabalíes habituados a estos nuevos entornos que pueden alimentarse de restos de comida y desechos de la basura. Pese a las medidas de concienciación a ciudadanos y vecinos para evitar dar de comer a los jabalíes y los cambios introducidos en el diseño de la recogida de la basura y de los contenedores, Acción Climática reconoce que hacen falta medidas de control para echar a los jabalíes de las zonas urbanas y reducir su presencia.

Las actuaciones de control incluyen acciones como la caza tradicional en batida y también la caza con autorizaciones excepcionales en acechos nocturnos, que se llevan a cabo exclusivamente en el medio natural y bajo estrictas condiciones, a fin de evitar accidentes. En los lugares donde la caza con arma de fuego no procede por seguridad, los ayuntamientos de ciudades como por ejemplo Sant Cugat del Vallès y Barcelona disponen de programas de control mediante técnicas de captura como las cajas-jaula, las redes de caída y la teleanestesia, que realizan empresas autorizadas.

Aun así, el Departamento recuerda que la parada obligada por la pandemia durante el año 2020 redujo las acciones de control, y a la vez propició una mejora en las condiciones ambientales de este espacio y, como consecuencia, aumentaron las poblaciones de jabalíes.

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