El ragamuffin, una raza de gato emparentada con los ragdoll, de carácter muy dulce y tranquilo

Contábamos en la ficha correspondiente a la raza del ragdoll que la desarrolladora del programa de cría, Ann Baker, mantuvo un estricto control hasta su muerte en el proceso de selección y reproducción de esta raza. A causa de sus duras condiciones, muchos de los criadores profesionales que se habían unido a su proyecto de cría y registro, al que llamó La Alianza Internacional de Gatos Ragdoll (IRCA), abandonaron el programa y rompieron toda relación con Ann.

Su control y sus exigencias, cada vez más incomprensibles, fueron aumentando y para 1990 otro grupo aún más grande de criadores de ragdoll también abandonaron IRCA. Estos grupos de criadores de ragdoll que se alejaron de las demandas de Ann se convirtieron en los fundadores de la raza ragamuffin.

Los ragdoll, sin duda, fueron la raza base de los ragamuffin, pero este nuevo grupo de criadores introdujo otras razas como persas y gatos domésticos sin raza de pelo largo para ampliar el acervo genético y la variedad de colores y patrones de pelaje.

Debido a que el nombre de ragdoll era una marca registrada por Ann Baker, los fundadores de la nueva raza propusieron ragamuffin como una alternativa, y fue el más votado por los miembros.

El toybob, una de las razas felinas más pequeñas y desconocidas del mundo, con cola corta

Los ragamuffin están admitidos como raza por unas pocas asociaciones felinas internacionales, y en fechas tan recientes como 2011. Si bien se admiten todos los colores presentes en la genética felina, incluyendo el colourpoint (el único color admitido del ragdoll), los gatos de este color pueden participar en la cría pero por el momento no se permite que participen en exposiciones de belleza o morfología.

Bajo mantenimiento y extremadamente dóciles

Pese a poseer un pelaje largo y grueso, con subcapa espesa, el grosor de su pelo hace que no se enrede con facilidad y por lo tanto no requieren tanto mantenimiento como otras razas de pelo semilargo o largo. Son gatos de maduración muy lenta, alcanzando su desarrollo definitivo alrededor de los 4 años.

La aportación de los ragdoll como raza de base, que no en vano son conocidos como “muñecas de trapo” por su docilidad, y también de los gatos persas, raza íntegramente orientada a la compañía y a convivir en el interior desde sus inicios, han influido para que la personalidad de los ragamuffin se describa como de extrema dulzura y con un comportamiento excepcional en el hogar. Crean un profundo vínculo con los miembros de su familia y se consideran muy compatibles en la convivencia con niños de cualquier edad y con otros animales.

No disponemos de criadores de ragamuffin en España, y hoy por hoy la raza sigue siendo minoritaria, con unas pocas docenas de criadores repartidos entre Estados Unidos y Europa. Para ampliar información sobre la raza y consultar la bolsa de adopción interna, se puede acudir al Club de Criadores de RagaMuffin o contactar con La Asociación de Criadores de Gatos (CFA).

Desde Animaleros, recomendamos que se valore la adopción responsable y se le dé un hogar, definitivo o de acogida, a alguno de los gatos que viven en nuestras perreras, protectoras y albergues.