El acusado de asesinar a un hombre en Fuengirola afirma que no quería matarle: "Disparé para asustar y corrí"

Imagen de archivo de coche de la Guardia Civil
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El acusado de asesinar a un hombre en Fuengirola (Málaga), al que según las acusaciones dio dos tiros a bocajarro, ha reconocido que le disparó, pero que no quería matarlo, sino que lo hizo "para asustarlo" y en legítima defensa. La víctima, que había sido su cuñado y del que ha dicho que era "super agresivo", le amenazó en ese momento de muerte con un arma con la que le encañonó.

"Lo siento muchísimo, pero por muchas perrerías que me hubiera hecho, jamás pensé en quitarle la vida", ha declarado ante el jurado popular que lo juzga esta semana por un delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas por el que tanto la Fiscalía como la acusación particular, en representación de la víctima, solicitan 22 años de prisión. "Disparé para asustar y corrí", ha apuntado.

Según las acusaciones, este y el otro procesado, que es su cuñado, se pusieron de acuerdo, de forma que este último dio al otro una pistola y fueron a un edificio de Fuengirola a esperar a la víctima que supuestamente iba a recoger a su hijo. Mientras que uno le habló al llegar e hizo un gesto al otro para que saliera del portal, este sin mediar palabra, disparó dos veces a corta distancia.

"Me dedico a robar la droga a narcotraficantes"

El hombre acusado como presunto autor material ha reconocido que "siempre" llevaba pistola, negando que fuera el otro el que se la diera; "mi cuñado no tiene ni armas". "En el mundo que yo vivo es normal ir armado", ha señalado, explicando a los miembros del jurado que él realiza los denominados 'vuelcos'; "me dedico a robar la droga a los narcotraficantes".

Así, ha indicado que cuando va a "barrios conflictivos" lleva un arma por si hay represalias por sus acciones; "soy un delincuente", ha apostillado. "Voy hasta a las discotecas armado, pero eso no significa que vaya matando gente", ha dicho, por lo que ha insistido en que ese día no fue al lugar a matar a la víctima, quien sí le encañonó y le amenazó diciendo "tú de hoy no pasas".

"Si yo hubiera querido matarle, yo que soy un delincuente, me hubiera puesto un casco y me hubiera ido a su portal", ha afirmado el acusado, repitiendo varias veces en su declaración que no le apuntó directamente al disparar y que no sabía que la víctima iba a estar allí porque tenía una orden de alejamiento de su hermana y no iba a ese lugar a recoger a su hijo.

El otro acusado se mantuvo "al margen"

"Cómo iba a querer cargármelo si era el padre de mi sobrino", ha dicho y ha explicado que la víctima había abusado de él y le había agredido antes porque se llevó a su hijo a uno de los trabajos de robo de droga y no quería que viera al menor nunca más. Tras estos hechos, ha manifestado, él y su entorno recibieron amenazas y represalias.

El otro acusado ha explicado que no tuvo participación, que no le dio el arma al anterior: "No sé de pistolas"; y que escuchó las dos detonaciones desde un bar en frente de donde sucedieron los hechos, tras lo que se acercaron varias personas, aunque él se mantuvo "un poco al margen", porque "yo no puedo con eso, un ser humano ahí tirado en el suelo; eso solo lo veo en las películas".

Este procesado sostiene que su acusación es "fruto de la rumorología" de "un individuo que monta un pedazo de bulo" tras lo sucedido, lo cual, ha explicado, le obligó a marcharse de la localidad con su mujer -hermana del otro acusado- y sus hijos y que también ha tenido consecuencias para el resto de su familia, de etnia gitana, que recibió amenazas por las redes sociales.

"Siento la pérdida de ese hombre, pero ¿por qué me salpica a mí?", ha señalado llorando en algún momento de su declaración, en la que también ha asegurado que no le desea la muerte "ni a él ni a nadie". Asimismo, ha apuntado que tras lo sucedido no le acusaron sino, al contrario, la Policía le dijo que si quería declarar para colaborar y así lo hizo.

Tras eso, ha explicado que se fue pero no huyendo por miedo a la Policía; sino que: "temía por mi vida y por la de mi familia", señalando que, además, en ese momento no quería saber "nada" del otro acusado, al que "no lo quería ni ver porque miren dónde estoy y lo que he pasado en mi vida". El acusado ha recalcado que se entregó el mismo día que supo que lo estaban buscando.

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