Navarra

El Parlamento de Navarra aprueba la ley contra el racismo: estos son los mecanismos para luchar contra la discriminación

Fachada del Parlamento de Navarra.
EUROPA PRESS

El pleno del Parlamento de Navarra ha aprobado este jueves la ley foral de lucha contra el racismo y la xenofobia, un texto que alinea el actual marco regulatorio con lo dispuesto en el Plan de Acción de la Unión Europea Antirracismo 2020-25, de manera que se haga efectivo el derecho a la igualdad de trato y no discriminación por nacionalidad u origen étnico o racial.

El proyecto, presentado por el Gobierno foral, ha contado con el apoyo de PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra, mientras que Navarra Suma se ha abstenido, señalando que la norma es "una auténtica chapuza".

Un Consejo para luchar contra el racismo

Para procurar sustento legal y social a las personas "racializadas", es decir, a todas aquellas que son "potenciales víctimas del racismo y la xenofobia", la ley instituye una serie de mecanismos de prevención entre los que se incluye la creación del Consejo Navarro para la Lucha contra el Racismo y la Xenofobia, en el plazo máximo de un año desde la aprobación de esta ley.

Se trata de un órgano consultivo y de participación que, bajo la presidencia del consejero competente en la materia, estará integrado por representantes de la Administración foral, la Oficina del Defensor del Pueblo, las entidades locales, asociaciones especializadas y otras con presencia significativa de personas racializadas o de minorías étnicas.

Mecanismos en diferentes sectores

El Gobierno de Navarra asumirá la elaboración de un plan de lucha contra el racismo y la xenofobia que será renovado cada 5 años. A su vez, facilitará el "apoyo técnico y económico" necesario para que las entidades locales puedan elaborar sus propios planes, con el fin de dar respuesta a las manifestaciones específicas de discriminación localizadas en su ámbito territorial.

En la esfera educativa, el departamento se encargará de difundir los contenidos de esta norma y asumirá la implantación de las medidas necesarias para "eliminar la segregación escolar y asegurar una distribución equitativa del alumnado en todos los niveles educativos".

El proyecto de ley se ocupa también de los medios de comunicación (públicos y privados) y las redes sociales, realidades ambas donde, "sin ánimo de interferir en su independencia funcional", se fomentará la adopción de "códigos deontológicos y acuerdos de autorregulación" tendentes a promover el uso de un "lenguaje respetuoso", también en la órbita "comercial y publicitaria".

En lo que a la vivienda concierne, se arbitrarán las medidas precisas para combatir la "segregación residencial", para lo cual se difundirá (en diversos idiomas) la información necesaria sobre las medidas de protección y sanción previstas para neutralizar las prácticas discriminatorias e ilegales.

Respuesta integral a la discriminación

Además, se instituye el Servicio de Atención frente al Racismo y la Xenofobia para garantizar una respuesta integral a través de medidas de detección, amparo y reparación, también en los planos jurídico y psicosocial.

En caso de que una persona alegue y aporte indicios fundados de discriminación, se aplicarán las reglas relativas a la carga de la prueba previstas en la legislación estatal y comunitaria sobre igualdad de trato. La salvaguarda frente a posibles represalias alcanzará, además de a demandantes, víctimas y testigos, a cualquier persona que pudiera verse afectada por la reacción de la parte denunciada.

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